Una policía niega torturas a una detenida acusada de resistencia

Una agente de la Policía Local de Mutxamel negó ayer en un juicio que torturara a una mujer que había sido detenida tras recibir una multa de tráfico, mientras que esta última, que ha sido juzgada a su vez por resistencia a la autoridad, declaró que recibió de la funcionaria «un trato inhumano». Los hechos sucedieron el 9 de marzo de 2009, cuando la conductora dejó aparcado su coche en el vado de un garaje para acudir a realizar unas gestiones en una entidad bancaria. Al regresar, la mujer se encaró con el policía que le había sancionado e intentó arrancar el vehículo, que iba a ser remolcado por una grúa, para marcharse. El agente trató de impedírselo y ella supuestamente se revolvió y le agredió, por lo que acabó esposada.

La fiscalía ha solicitado para la conductora una pena de un año de prisión por el delito de resistencia, mientras que ha retirado por falta de pruebas la falta de lesiones que atribuía a la otra encausada, una agente municipal que custodió a la sospechosa en dependencias policiales.

En una secuencia grabada después relata a personal sanitario que acude a los calabozos a asistirla y llevarla al hospital que todos los policías le «han molido a palos», al tiempo que se encara con la agente acusada y le reprocha que le haya pegado y se haya burlado de ella.

La conductora negó ayer que agrediera al policía que le multó y que se resistiera a su detención, aunque ha admitido que previamente se había negado a darle la documentación.

Por otro lado, manifestó que la policía local acusada y otra compañera le propinaron en las dependencias oficiales varios golpes y patadas mientras la insultaban y se burlaban de ella.

Por el contrario, la agente procesada rechazó ayer que agrediera o se mofara de la arrestada y explicó que solo trató de ayudarla a tranquilizarse porque se encontraba muy alterada, versión que han ratificado otros compañeros de la Policía Local de Mutxamel que se encontraban de servicio el día de los hechos.