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Obras para transformar el antiguo cine Avenida en una ampliación del pub Eureka.

Tripartito, comercios y vecinos tratan de parar el mayor macropub del centro

Los propietarios del Eureka han iniciado obras para ampliar su negocio con los 1.200 metros cuadrados del cine Avenida, lo que ha creado una intensa polémica

Eva María Lahoz

Miércoles, 28 de octubre 2015, 01:46

Los propietarios del pub Eureka, ubicado en la Rambla, han iniciado un proyecto para convertir su negocio en el mayor macropub del Centro Tradicional. Para ello, se han hecho con el enorme local del antiguo cine Avenida, con la intención de incorporar esos 1.200 metros cuadrados a sus instalaciones.

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Un proyecto que ha generado una intensa polémica entre los comerciantes y los vecinos del barrio, que denuncian que la zona está ya saturada de locales de ocio y que, además, cuenta con el rechazo sin ambages del equipo de gobierno tripartito, que asegura que hará todo lo que esté en su mano para que no salga adelante.

Por el momento, los empresarios del sector de la hostelería solo han presentado la declaración responsable que les permite ejecutar las obras en el local situado entre la Rambla y la calle Bailén (con salida a ambas). Solicitud que han registrado esta misma semana, pese a que los trabajos comenzaron mucho antes y están ya bastante avanzados.

Desde la Concejalía de Urbanismo explican que en el proyecto figura un aforo de 489 personas, pese a que el local es tan grande que permitiría una concentración mucho mayor. Sospechan que se ha limitado este aforo conscientemente «para evitar tener que pedir licencia de la Generalitat, lo que es obligatorio a partir de 500 personas».

Alternativa al Puerto

El edil responsable, Miguel Ángel Pavón, declara sin pelos en la lengua que «detrás del proyecto puede esconderse una macrodiscoteca encubierta en el Centro Tradicional» y cree que los propietarios, que también lo son del Marmarela, «ven peligrar su negocio del Puerto y quieren irse al Centro». Asegura que desde su departamento van a «mirar el proyecto con lupa» y que si hay «alguna posibilidad legal de que no salga adelante, la vamos a aplicar».

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En la Concejalía de Comercio, que dirige el alcalde, Gabriel Echávarri, la opinión es también claramente contraria a esta apertura. «No es el tipo de comercio que necesita la zona», declara el asesor Pedro de Gea.

De hecho, el proyecto de macropub viene a tirar por tierra uno de los planes estrella de este departamento municipal, que es el de atraer a grandes marcas comerciales para que se instalen en edificios emblemáticos del centro y actúen como motores. Entre ellos, el cine Avenida. Para ello han promovido incluso una modificación del Plan General de Ordenación Urbana que da facilidades a los grandes comercios para ubicarse en esta zona.

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De hecho, habían localizado ya al dueño del cine Avenida para incluirle en este plan comercial y tantear sus condiciones para ofrecérselas a las marcas. Los comerciantes de la zona están muy alarmados con este proyecto. Es unánime el rechazo de las asociaciones de la zona.

Desde Corazón de Alicante, el presidente, Vicente Armengol, recuerda que han propuesto al tripartito que «declare una moratoria en la concesión de licencias para locales de ocio y hostelería», como única forma de frenar el «desequilibrio» que se está produciendo en la zona, a favor de este tipo de negocios y en detrimento de los comercios. Francisco Navarro, comerciante que regenta la Joyería Navarro, abierta desde hace un siglo en la Rambla, y que hasta hace poco dirigía la Asociación de Comerciantes de Rambla y Adyacentes (Acra), ahora integrada en Corazón de Alicante, define el proyecto de macropub como una «barbaridad» que solo traerá «más caos» a la zona y será «un problema para todos, vecinos, comerciantes y para el Ayuntamiento, al que la situación se le va de las manos». Recuerda con nostalgia cómo era la zona de la Rambla cuando empezó a trabajar en la joyería de su familia: «Había un equilibrio de comercios, bares y restaurantes que ahora se ha perdido. Ellos tienen las de ganar porque pueden pagar rentas más altas. Hay que proteger al comercio o desaparecerá», asegura.

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La Asociación de Vecinos del Centro Tradicional ya ha empezado a movilizarse contra este proyecto. Ayer mismo presentaron dos escritos en el Ayuntamiento y en la Generalitat para pedir que no salga adelante. Y por la tarde se reunieron con las comunidades de vecinos de los bloques bajo los que está el pub y el local que se quiere anexionar. Buscan recovecos en las normas de las comunidades de propietarios que impidan o bien instalar un pub en el antiguo cine, o bien unir los dos locales.

«No podemos soportar más ruido, más gente, más suciedad», lamenta la presidenta, Alcázar Moreno, que recuerda que en el Centro Tradicional hay ya «siete discotecas, más de 40 pubs y más de 200 bares y restaurantes» y que las mediciones de ruido que han hecho han dado «80 decibelios, cuando el máximo es 40».

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