El futuro ya está aquí, Doc

El futuro ya está aquí. Mañana se cumple la fecha a la que viajó Marty McFly en la segunda parte de la trilogía 'Regreso al futuro'. Aquella fecha marcada en la pantalla del mítico DeLorean convertido en máquina del tiempo, un 21 de octubre de 2015 a las 4:29 horas, llegará en realidad a nuestros días y, con ello, al menos dos cosas sucederán: la primera, salas de cine de todo el mundo revivirán aquel viaje con la proyección de las películas, y la segunda, todos los aficionados jugarán a comparar qué se cumplió y qué no de la imaginación de la cinta en la actualidad.

El guión de Robert Zemeckis y Bob Gale, dirigido por el primero y con la producción de Steven Spielberg logró una trilogía que, si bien la crítica fue desigual para cada una de ellas, al menos ha conseguido mantenerse en el tiempo como serie de culto ensalzando los papeles de Michael J. Fox y Christopher Lloyd como McFly y 'Doc' Brown, respectivamente. Sus monopatines y coches voladores, las imágenes en tres dimensiones, las zapatillas autoajustables o la realidad virtual son algunas de las visiones de futuro que pensaros sus creadores que rodearían a la sociedad de hoy.

Por el momento, esa predicción de futuro no se ha cumplido, al menos en gran medida. Estas son las conclusiones a las que se puede llegar a través de la visión del día a día y, además, teniendo en cuenta la visión de algunos expertos, como la del doctor en Astrofísica de la Universidad de Alicante David Méndez, que además de ser profesor titular de la institución académica alicantina es un cinéfilo confeso, incluso con algunos cortos dirigidos en su haber.

«Me encanta el cine de ciencia ficción y, en concreto, las películas de 'Regreso al Futuro' las habré visto más de una decena de veces. Tienen su cercanía a la ciencia, pero como es lógico, muchas de las predicciones e inventos que mostraron no se han cumplido científicamente», detalla.

Para el profesor, resulta clave a la hora de entender la visión de los metrajes y compararlos con la actualidad saber diferenciar «entre lo científicamente probable o demostrado y lo que se muestra siguiendo el método científico pero carece de base demostrable». «Fueron visionarios, pero con poca visión científica», bromea.

En este sentido, sirve un ejemplo para clarificar esta separación de la que habla el doctor en Astrofísica. Cuando 'Doc' explica la manera en la que ha logrado inventar la máquina del futuro realiza una disertación al joven McFly donde sigue una estricta deducción empleando el método científico. «Si cogemos esa disertación, está claro que es una exposición que sigue completamente las pautas de la física e, incluso, los razonamientos que emplea resultan lógicos», pero sin embargo, la clave de la cuestión reside en que «la base de la que parte el razonamiento es imposible. Científicamente no puede suceder y, aunque se presente dentro del método científico, es mera ciencia ficción cinematográfica», puntualiza Méndez.

Viajes en el tiempo

Es evidente, por tanto, que los viajes en el tiempo tal y como se plantean en los metrajes serían científicamente inviables. Además, según explicaciones del profesor, la ciencia que trata de indagar en la línealidad del tiempo no tiene por objetivo el viaje en él, sino «el análisis de su velocidad en los observadores. Para un observador el tiempo puede pasar mucho más rápido o más lento que para otro», detalla.

Y como buen cinéfilo, Méndez revisa el ejemplo cinematográfico que, en su opinión, más se aproximaría a la realidad en el estudio del tiempo: 'El Planeta de los Simios' de Franklin J. Schaffner, realizada en 1968 con Charlton Heston como protagonista. «En esa película se unen dos sociedades donde el tiempo de evolución en la Tierra es distinto. Es el mismo tiempo, pero visto desde dos maneras de entenderlo», comenta.

Relacionando los inventos que aparecen en la segundo capítulo de la trilogía y que hoy deberían ser parte de la sociedad, el profesor universitario se muestra un tanto escéptico desde su particular punto de vista como conocedor de los últimos avances en la materia.

A punto de ser realidad

En este sentido, recuerda algunas cuestiones como «las pantallas líquidas», que ya en la época de grabación del metraje «existían, aunque menos evolucionadas que ahora y, sobre todo, mucho menos al alcance de los ciudadanos». No obstante, sucede completamente al contrario con otros inventos como los hologramas, de los que indica que «todavía hoy no existen en tres dimensiones completas como en la película, aunque hay proyecciones tridimensionales, si se mueve el observador se pierde la tridimensionalidad», o como los patinetes y los coches voladores, de los que indica que «alguna multinacional de la tecnología y el transporte ha intentado algunos artefactos parecidos, pero siempre tenían que levitar sobre una base metálica porque utilizan electromagnetismos para levitar, por lo que económicamente es totalmente insostenible».

Queda claro que a nivel científico y tecnológico, el futuro de 'Regreso al futuro' no ha llegado. Sin embargo, como buen cinéfilo, Méndez no quiere dejar pasar la oportunidad de ensalzar estas películas. «Desde el punto de vista científico, quedan muy alejadas de la realidad. Sin embargo, como producto audiovisual tienen mucho mérito, sobre todo en un detalle que pasó desapercibido en la época: reproducen entre la primera y la segunda parte la linealidad en el tiempo. No sólo viajan los personajes, sino toda la película, los decorados y la trama. Como aficionado al cine, reconozco que es un gran trabajo de los guionistas que se quisieron acercar a la ciencia».

De lo que no queda duda es que el cine y la ciencia van irremisiblemente unidos. A veces con más acierto y a veces con menos, realidad y ficción se separan un líneas demasiado finas. Y si no, que se lo pregunten a 'Doc' y McFly, porque el futuro ya está aquí.