José Luis Olivas se esconde durante el traslado a un hospital por parte de la Guardia Civil.

Detenida la antigua cúpula de Bancaja y Banco de Valencia por corrupción

El expresidente Olivas y otros seis exdirectivos son investigados por financiar pelotazos inmobiliarios en el Caribe y el desvío de fondos a Suiza y Andorra

J. A. BRAVO

Martes, 30 de junio 2015, 09:50

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Un año ha tardado la justicia en estrechar el cerco sobre una de las operaciones más polémicas que Bancaja hizo en la época de vacas gordas. Hablamos de la financiación concedida sin apenas garantías al grupo inmobiliario Grand Coral, instrumento que sirvió para que dos empresarios se apuntaran un pelotazo urbanístico en México y la entidad de ahorros haya perdido ya, al menos, 250 millones de dólares de la época (223 millones de euros).

El caso estaba en manos de la Audiencia Nacional, que ayer ordenó la detención a instancias de la Fiscalía Anticorrupción de buena parte de la antigua cúpula de Bancaja y Banco de Valencia, encabezada por el expresidente de ambas y también anterior presidente de la Generalitat valenciana, José Luis Olivas. Junto a él fueron arrestados otros seis exdirectivos de ambas entidades y dos empresarios, Juan Vicente Ferry y José Salvador Baldó, ya detenidos en noviembre de 2013 por una operación similar en el Caribe con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

Tres meses para ganar 76 millones

  • Uno de los puntos más sospechosos que se investigan es cómo ganaron los empresarios Ferry y Baldó 76 millones en apenas tres meses especulando con el valor de unos terrenos que adquirieron en México en 2007 con dinero de Bancaja. La Fiscalía, que atribuye a los detenidos hasta cinco delitos (apropiación indebida, administración desleal, blanqueo, corrupción y falsedad), también recela de los 130 millones de dólares que desde Grand Coral se desviaron a Andorra y Suiza.

Las actuaciones fueron llevadas a cabo en media docena de ciudades por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil adscritos a Anticorrupción. De un lado, registraron seis pisos y sedes de empresas en Barcelona y Valencia;por otro, realizaron los arrestos en Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Alicante y Valencia.

En la capital levantina fueron detenidos la mayoría de los ex altos cargos bancarios. Se trata de Aurelio Izquierdo, sucesor de Olivas en la presidencia de Banco de Valencia y también consejero delegado;Domingo Parra, su antecesor como número dos de la entidad;y Jose Cortina, ex director general adjunto de Bancaja. La lista la completan Julian Dolz, exdirector de Negocio Internacional de Bancaja Habitat;junto a Rafael Condoñer y Manuel Setién, exmiembros del comité de inversión inmobiliaria de la caja.

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Mañana, ante el juez

Según fuentes jurídicas, todos pasaran mañana a disposición del titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, Juan Pablo González. Tras su interrogatorio, previsiblemente se celebrarán sendas vistillas donde se resolverá si les impone alguna medida cautelar fianzas, retirada de pasaporte, personaciones periódicas en función de lo que soliciten la Fiscalía y las acusaciones personadas, incluida Bankia.

Fue precisamente este banco, de capital mayoritariamente público, el que denuncio a finales de 2013 las operaciones de Grand Coral porque podrían haberle causado un «quebranto» de 467 millones de dólares (338 millones de euros. Es el «riesgo vivo» que arrastra Bankia por los créditos que concedió a dicha sociedad. De los 597 millones de dólares (430 millones de euros)que se le prestaron, apenas ha podido devolver una cuarta parte: 134 millones de dólares (97 millones de euros).

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Uno de esos créditos, el más voluminoso, le fue otorgado a principios de 2010 para «refinanciar y reagrupar» la deuda de dos filiales de Grand Coral, Proyectos y Desarrollos Hispanomexicanos y Playa Paraíso Maya. Bancaja lo hizo pese a que las garantías aportadas eran anómalas, y no había tasaciones actualizadas del valor de los activos.

Bankia ha terminado por renunciar a la explotación comercial de los terrenos en cuestión, que 10 años después aún están en fase de ejecución y se desconoce si se finalizarán unos proyectos de los que ha intentado desvincularse. El banco controlaba directa o indirectamente más del 60% del accionariado, y el resto los dos empresarios citados.

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