Aulas vacías contra la reforma

Los estudiantes de la provincia dejaron ayer aulas vacías e institutos funcionando a 'medio gas' mientras los universitarios bloquearon los accesos a la UA. Desde primera hora de la mañana, piquetes informativos se atrincheraron en las puertas para impedir el acceso al campus. Vigilados por agentes de la Guardia Civil, montaron barricadas de contenedores, mesas y sillas para impedir que se entrara, aunque finalmente no hubo incidentes.

La segunda jornada de paro contra la reforma universitaria del ministro José Ignacio Wert, el polémico decreto 3+2, fue ayer mucho más seguida por los alumnos alicantinos. Y es que en algunos centros se había decidido convocar solo un día de huelga, a la que se sumaron los universitarios.

Al mediodía estaban citados en las escaleras del IES Jorge Juan para una manifestación, a la que acudieron cerca de medio millar de estudiantes. Una cifra que ni mucho menos se correspondía a cómo estaban los institutos. La realidad es que muchos alumnos 'pasaron' de protestar en la calle. Faltó, sobre todo, la comunidad universitaria. Con consignas como «Con la educación no se juega» o «cuando la injusticia se hace ley, la rebeldía se hace obligación», los manifestantes pidieron la dimisión de Wert, durante el recorrido por las calles de Alicante, que concluyó en la Subdelegación del Gobierno.

Nerea, delegada de curso, y sus compañeros, del IES Radio Exterior, fueron a la protesta porque, según explicaron, se trata de un decreto que impide la accesibilidad al sistema universitario. Están en 2º de Bachillerato y temen no poder afrontar el coste del nuevo sistema. «¿Quién nos va a pagar los másteres?», era una de las preguntas que lanzaban. Un temor que también se extendía al nivel de preparación con el que saldrán. «Si reducen los años de los grados no puedes estar igual de formado», aseguraba Adriana, de 4º de ESO del IES Playa de San Juan.

Eugenia y Alba cursan un máster de Educación, aunque «en realidad es el antiguo CAP, que antes costaba 300 euros y ahora mil euros». El decreto, según denunciaron, «es una injusticia y un atentado a la educación pública» y advirtieron des que en su grado de Historia los másteres están en 2.800 euros y en el caso de ciencias sube aún más.

La consellera de Educación, María José Catalá, pidió ayer a los estudiantes que se «entienda bien» la reforma y explicó que únicamente en el 10 % de los grados será necesario realizar un máster para poder ejercer una profesión. La titular aseguró que se aplicará cuando haya consenso con todas las universidades públicas y privadas, y no se crearán dos velocidades en la Comunitat.