La UE sostiene que la investigación sobre el aval al Valencia nunca se dio por cerrada
Pese a las tres sentencias en contra, la comisión examina el soporte a un préstamo que en 2009 se dio a la Fundación para «democratizar» el club
Si alguien cree que la Unión Europea se ha tomado este asunto de la polémica sobre el antiguo aval del IVF a Valencia, Hércules y ... Elche como una cuestión poco menos que residual, ya puede ir quitándose esta idea un tanto naíf de la cabeza. Puede que finalmente la calma vuelva a instaurarse como ocurrió con la sentencia de 2022 (o la de 2020 o la de 2019), pero desde luego la comisión no está dispuesta a dejar la presa así como así. De hecho, este mismo viernes fuentes de la Comisión Europea insistían a este periódico en que el nuevo escenario, que ha cogido por sorpresa a todos los implicados, en realidad es solo una prolongación de la situación anterior. «La Comisión ha continuado una investigación sobre posibles ayudas estatales. No ha reabierto su investigación, prosigue –aclaran– la investigación exhaustiva que se inició en 2013. Dado que el Tribunal anuló la decisión de la Comisión de 2016 en tres sentencias de 2019, 2020 y 2022, la investigación sigue abierta. La Comisión está llevando a cabo esta investigación con arreglo a sus procedimientos habituales, entre los que se incluye solicitar información a las partes implicadas. La Comisión lo hace para cumplir las órdenes del Tribunal», se afirma con cierta contundencia desde Bruselas.
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Dicha información ya se la ha requerido al club de Mestalla (vía IVF), ya que el plazo de entrega concluye este próximo martes. «Estas solicitudes son habituales y necesarias para cumplir y garantizar una evaluación equilibrada, rigurosa y objetiva, y respetar las garantías procesales, garantizando que todas las partes interesadas puedan presentar su posición dentro del plazo legal», apuntan por último desde el organismo europeo.
Por mucha intención de calma y tranquilidad que se quiera transmitir desde los organismos oficiales (el IVF volvía a dejar claro que cree en la legalidad de todo el proceso), la verdad es que las cantidades económicas son considerables para las tres entidades implicadas. Al Valencia le supondría un golpe drástico en el pronóstico de sus cuentas, ya que si hace tres años se barajaban casi 24 millones de euros, contando en ese paquete los intereses generados, ahora la cifra que se podría barajar sería mayor todavía. A Peter Lim, desde luego, no le habrá hecho nada de gracia que este asunto, que parecía olvidado y finiquitado, vuelva a ponerse en el horizonte.
Lo más curioso de todo es que han pasado dieciséis años desde que el aval del Instituto Valenciano de Finanzas se presentó como la poción mágica para sacar adelante la ampliación de capital que se cifró en 92 millones de euros. Aquel movimiento tuvo su miga y dio bastante que hablar. Primero porque la situación económica del Valencia era asfixiante; luego por la amenaza de Dalport de desembarcar accionarialmente con el paquete de Vicente Soriano y, por añadidura, el de Juan Soler y, por último, por la pifia de creer que el Valencia iba a poder legalmente inyectar dinero a la Fundación para que esta fuera devolviendo el crédito a Bancaja y también los intereses.
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«No recuerdo cómo se montó la operación pero el interés era el de salvar al Valencia, que estaba muy mal»
Társilo Piles
Presidente de la Fundación en 2009
«Aquello fue un plan organizado para que las acciones del Valencia no salieran del entorno de Bancaja»
Andrés Sanchis
Abogado
Todo se vino abajo. Bueno, todo no. El Valencia respiró con la inyección económica y Dalport murió en la orilla, pero la Fundación se metió en un callejón sin salida cuando después de recibir el aval del IVF y el préstamo del banco (llegó hasta los 81 millones) se vio atacada por todos los flancos.
Aquella ampliación de capital, tutelada en la sombra por Bancaja, se hizo bajo la propaganda de «democratizar» el club. Manuel Llorente capitaneó una activa campaña en la que implicó a los propios futbolistas –y sus agentes–. Se vendieron 18 millones en la primera ronda. Pero no hubo más rondas. Todo el sobrante lo engulló la Fundación con el visto bueno de la Generalitat. Fiasco. Por eso acabó llegando Lim.
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Bruselas no ve trato de favor del Ayuntamiento con el Real Madrid
Lo que aquí es motivo de preocupación por si hubo o no en su momento trato de favor hacia los clubes, en Madrid y por otro concepto la Unión Europea ha considerado una decisión bien distinta. Bruselas determinaba este mismo viernes que el convenio urbanístico de 2011, ligado al desarrollo de la zona de las Cuatro Torres, no constituyó ayuda de Estado y que por lo tanto no se produjo ningún trato de favor alguno hacia el club blanco. En 2016 lo calificó de ayuda pública ilegal y forzó al Real Madrid a ingresar 20,3 millones de euros –curiosamente lo mismo que se le reclamó al Valencia– en el Ayuntamiento. Ahora, el dinero seguirá el camino inverso.
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