Sadiq y Ramazani, los desafíos de Gourlay
El delantero no fue a Anoeta a ver el partido de la Real contra el Espanyol mientras el extremo aguarda en Leeds para volar a Valencia
Cuando llegó ya estaba firmado Raba y faltaba el último empujón por Agirrezabala, y luego han ido cayendo ventas, renovaciones y fichajes con mayor o ... menos impacto según gustos (Copete, Santamaría, Ugrinic y Danjuma). Justo a una semana de que se cierre el mercado y con tres partidos disputados cuando se produzca este hecho –en la medianoche de este lunes que viene–, la valoración que debe recibir Ron Gourlay por su trabajo todavía deja algunas dudas de cierto calibre. Al escocés no le ayuda desde luego que el Valencia sólo haya sumado un punto en estas dos primeras jornadas y le supondría todavía más un golpe muy difícil de digerir que se patinara este viernes en Mestalla contra el Getafe. Tiene eso sí el máximo responsable de fútbol del Valencia abiertos dos frentes de cierto calado. Uno de ellos fundamental: el del delantero. Con Danjuma haciendo de 9 en Pamplona mientras Hugo Duro se comía las uñas en el banquillo, una de las cuestiones quedaron en evidencia sobre el césped es que Corberán sigue necesitando ese gol que metió Sadiq cada tres partidos la temporada pasada (hizo 5 en 16 partidos de Liga). El nigeriano aguarda a su manera acontecimientos en San Sebastián mientras se resuelve su salida en un sentido o en otro. Que quiere venir al Valencia lo ha dejado bastante claro ya, y hasta su actitud está provocando todo tipo de comentarios en el entorno realista. Al delantero, que acaba de ser padre y que no tiene dorsal todavía como blanquiazul, no se le vio en Anoeta en el partido de la Real contra el Espanyol, en una clara muestra de disconformidad por lo que está ocurriendo. Por supuesto, se perdió también el acto que hubo después en el vestuario con motivo del homenaje que la plantilla le hizo a Beñat Turrientes para conmemorar su partido 100 en la Real Sociedad.
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Sadiq tiene muy claro que quiere jugar en el Valencia pero la última tentativa económica del club de Mestalla –medio millón por la cesión– se quedó algo lejos de las pretensiones económicas realistas. En esa situación de tensa espera se encuentra ahora Gourlay cuya capacidad negociadora parece haber encontrado más éxito en lo que a reforzar la posición de extremo se refiere. La operación con el Leeds por la cesión de Ramazani parece haber entrado ya en la fase definitiva, y el extremo belga de 24 años prácticamente tiene ya las maletas hechas para volar a Manises cuando reciba la llamada de confirmación.
Dos atacantes, dos cedidos y dos futbolistas que ya coincidieron en las filas del Almería pero que necesitarán también un ligero margen de tiempo de adaptación física al ritmo de partidos. No han jugado ningún partido oficial aún con los que a día de hoy son todavía sus equipos. El parón liguero que hay tras la cita de este viernes les beneficia. También a Carlos Corberán y, por añadidura, a Ron Gourlay.
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