El momento más crítico de Corberán
La explosión de Mestalla es la culminación a un juego que despierta dudas desde la primera jornada| El técnico tiene un nuevo fuego que apagar: erró en su última rueda de prensa al citar a varios jugadores aunque aclara que no quiso señalarlos
Mestalla ha decidido que a Carlos Corberán se le ha terminado la bula que se ganó con todo merecimiento la temporada pasada cuando salvó al ... Valencia de la peor de las ruinas. El técnico de Cheste vive desde que terminó el fiasco de partido contra el Oviedo el momento más bajo como militante valencianista. Más posiblemente que el daño que le pudieron hacer los 18 goles recibidos contra el Barça en tres capítulos. Con la misma contundencia que la grada le subió a los altares por esa fantástica segunda vuelta que realizó el curso pasado, se le señala ahora como máximo responsable del desaguisado de un equipo que vuelve a instalarse en la 'zona Meriton' por excelencia.
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El Valencia 2024-25 acabó duodécimo y tras las siete primeras jornadas de liga, es de nuevo duodécimo. Más de lo mismo, pese a que ahora hay, según el propio club defiende, una plantilla más completa. La diferencia es que cualquier cosa que hiciera el de Cheste el curso pasado suponía una mejoría; mientras que ahora la perspectiva que hay es diferente. No hay ni mejoría ni patrón claro.
Por si no tuviera bastante, Corberán tiene ahora que hacer un esfuerzo extra para corregir la rueda de prensa que hizo al acabar el partido. Por mucho que luego a los propios futbolistas les explique en el interior del vestuario, con el vídeo como testigo y delante de todos los compañeros, dónde cometieron los errores, a los jugadores les agria tener que escuchar a su entrenador cómo destapa sus pifias ante los periodistas. Corberán insiste e insistirá en la próxima rueda de prensa que su intención no era señalar a nadie. Pero el error cometido en la estrategia es imposible de borrar. Para una vez que su discurso se sale del rigor habitual –en muchas ocasiones semivacío–, la convulsión que se ha generado es importante.
Mestalla impone para lo bueno y para lo malo. ¿Qué ha llevado a la afición a sostener este ambiente que desde dentro del vestuario se califica como demasiado tenso y enrarecido? El club tiene parte de culpa de no haber sabido anticiparse. Ni Ron Gourlay, que ayer tuvo un cara a cara con el entrenador, ha conseguido acercarse aún a la afición ni su discurso cala con claridad para convencer a todos. Ni el juego ni los partidos han ayudado. Aquí un repaso de los 6 partidos que precedieron al del Oviedo.
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Jornada 1. Valencia-Real Sociedad (1-1)
Una sola victoria en verano
Llega el Valencia a la cita tras dos derrotas, dos empates y una victoria –la del Naranja– en pretemporada. Poco duró la alegría tras el gol de Diego López. Kubo apagó los ánimos a los tres minutos. El Valencia evidenció una falta de claridad ofensiva, su juego fue bastante espeso y la Real remató más a puerta. Copete recibió la primera bronca del año por retener demasiado el balón.
Jornada 2. Osasuna-Valencia (1-0)
Errores de bulto atrás
Con once en el campo, el juego del Valencia levantó ligeras sospechas. El gol de Budimir descubrió una defensa facilona, que permitió centrar cómodo a Rosier. Gayà falló y también fue expulsado, falló un claro remate Danjuma y Corberán fue cambiando el dibujo. El equipo mejoró al final pero solo remató una vez a puerta (el rival 4). Un dato a tener en cuenta: Osasuna tuvo 13 asistencias mientras que los valencianistas solo 3.
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Jornada 3. Valencia-Getafe (3-0)
Corberán gana el duelo
Corberán desarbola por completo la estrategia que traía preparada Bordalás. El Valencia cuaja su partido más completo, con Danjuma como figura predominante. La carburación de Javi Guerra resulta también decisiva. Hasta la defensa con Diakhaby parece funcionar: el Getafe solo remató una vez a portería.
Jornada 4. Barcelona-Valencia (6-0)
Miedo, varapalo e indignación
Disposición táctica miedosa de Corberán (defensa de cinco) que acaba en ruina. El equipo agazapado se olvida de que puede manejar el balón y salir a jugar. Copete parece firmar su sentencia y los jugadores van a pedir perdón a los pocos aficionados desplazados. Un solo remate fuera y otro a portería. Ese fue el bagaje. El rival lo intentó en 20 ocasiones.
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Jornada 5. Valencia-Athletic (2-0)
Muy gris hasta la expulsión
De no ser por Santamaría y esa expulsión de Vivian que provocó, el partido podía haber acabado en tablas perfectamente. El juego del Valencia no pasó del aprobado raspado hasta ese momento. Los pitos de Mestalla se escucharon bien pronto. Demasiado atrás, el equipo no sabía manejarse. Luego es verdad que fue como un ciclón.
Jornada 6. Espanyol-Valencia (2-2)
17 remates locales
Empezó ágil. Sorprendentemente, el equipo parecía renovado y con nuevos bríos. Por eso se adelantó dos veces en el marcador. Pero el hecho de que Agirrezabala fuera al final de la película el mejor da muestra de que el Valencia actuó de falsete. El Espanyol llegó a rematar en 17 ocasiones –los valencianistas solo 4–. El empate llegó en el 95' pero lo cierto es que se veía venir desde muchísimo antes.
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