Jesús Vázquez, ante el Cartagena. EFE
Crónica del FC Cartagena-Valencia CF

Muy poco que celebrar

El Valencia pasa a octavos de la Copa con un gol en la segunda parte de la prórroga. Gayà, con la derecha cuando quería centrar, evita el desastre ante el colista de Segunda con diez 45 minutos

Domingo, 7 de enero 2024

Gayà, con la pierna derecha, desde treinta metros y cuando quería centrar. Así pasó el Valencia a octavos de final de la Copa del Rey. ... Este escenario lo dice todo. Y ocurrió en el minuto 106. En la segunda parte de la prórroga ante un Cartagena que marcha colista de la Liga Hypermotion y que tuvo que jugar toda la segunda parte y el añadido con diez jugadores por la expulsión de un futbolista cuando moría la primera mitad. Ni los jugadores tenían ganas de algarabía al acabar el choque. Había muy poco que celebrar. Que hoy estará en el sorteo. Y nada más. Lo que deberían hacer es reflexionar. Los que saltan al campo y el que lo hacía en su día y ahora dirige el cotarro. Cuatro disparos a puerta en 120 minutos. Uno en la primera mitad, otro en la segunda (el gol de Canós), el último en el tiempo añadido (la fortuna de Gayà) y una ocasión de Duro que detuvo el portero.

Publicidad

FC Cartagena

1

-

2

Valencia CF

  • Goles 1-0, Alfredo Ortuño (4'). 1-1, Sergi Canós (73'). 1-2, José Gayà (106').

  • Árbitro Figueroa Vázquez (Comité andaluz). Amonestó a Pepelu, Alarcón, Muñoz, Fontán, Musto y Cenk. Expulsó por roja directa a Calero.

  • Incidencias Partido disputado en el Estadio Municipal de Cartagonova.

Fue un partido que ya hemos visto demasiadas veces esta temporada. No es la primera vez que ocurre pero ante equipos con mayor potencial puede entenderse, en este caso no es justificable. El gran problema es la ausencia de variantes. Si por dentro es imposible jugar porque el Cartagena se concentra en ese espacio para resguardarse, inténtalo por fuera para buscar centros al área y que Yaremchuk o Hugo Duro puedan rematar. Pero siempre acabamos volviendo al eje del mal: la mala planificación de una plantilla que no permite variar radicalmente la tendencia. Al final el técnico valencianista tuvo que atreverse a dar la oportunidad a un juvenil de 16 años. David Otorbi ha hecho historia al ser el más joven en debutar con el equipo blanquinegro. Pero es antinatural. El problema es que no hay más. Baraja se ha cansado de reclamar un extremo y si puede ser zurdo, mejor. La respuesta de Singapur es que ya puede esperar sentado. Pero no siempre hay que buscar culpables ajenos. Es injustificable la ausencia de intensidad al saltar al campo. ¿Y qué ocurre? Que a los tres minutos y treinta segundos Mosquera se queda mirando las musarañas, el balón le pasa por arriba de su cabeza y Ortuño remata para marcar. El Cartagena se ponía por delante en el marcador. Demasiado pronto, pensaron algunos crédulos valencianistas, convencidos de la remontada fácil. La hubo, pero con demasiado sufrimiento y mucho más tarde de lo esperado. Por cierto, nadie duda del potencial de Mosquera. Tiene altura y maneja bien el balón, pero comete errores imperdonables. Uno de ellos es mirar el balón y no al delantero que debe cubrir. Esto se aprende con el tiempo, pero la máxima competición no espera. O sabes o dejas paso a otro. En Paterna hay buenos consejeros que le insisten en esta situación de juego, pero llegó el primer balón aéreo e hizo justo eso, mirar la pelota dejando libre al rival. Y sólo un minuto antes también había errado en un pase que Calero no supo aprovechar cuando estaba solo ante Jaume.

A partir del tanto local, lo normal, lo predecible, era que el Valencia sacara el orgullo para ocultar la afrenta. Pero se dejó llevar. No condujo el peso del juego. Es más, el Cartagena seguía intentándolo. Sin excesivo acierto, pero al menos insistían. El Valencia buscaba algún balón aéreo para que Alberto Marí se estrenara tras volver a la titularidad después de su lesión. Pero las falló todas. La más clara acabó golpeando la pelota con el hombro a centro de Javi Guerra, que, por cierto, protagonizaría el único chut a puerta de esta fase tras un recorte. A escasos momentos de irse al rincón de pensar el Cartagena facilitó la historia. El murciano Calero hacía una entrada a Fran Pérez y le valió la roja. Nada podía salir mal: cuarenta y cinco minutos por delante ante un rival con un jugador menos. Pues hubo que sufrir. Mucho más de la cuenta.

Baraja aprovechó el obsequio para ganar peso en el área rival. Sacó a Yaremchuk por Hugo Guillamón y a Canós por Fran Pérez. Pasaban los minutos y poca trascendencia tenía. Todo seguía igual. El Cartagena se replegaba con solvencia y al Valencia le costaba mucho. El técnico blanquinegro hizo un segundo intento: Gayà y Hugo Duro por Jesús Vázquez y Alberto Marí. Todo lo que tenía. El conjunto de Mestalla iba ganando metros. Se le notaba mayor poderío. Cuando el capitán sale al campo es otro Valencia. Lo intentó primero Diego López y luego Sergi Canós probó uno de sus disparos secos al saque de un córner que se lanzó con virulencia hacia la portería cartagenera. Los resoplidos de los seguidores valencianistas atronaban. Había que rematar la faena para evitar la prórroga o los malditos penaltis. Baraja optó por buscar la sorpresa con Otorbi y el chico dio alguna pincelada de autor. Con enorme potencia se marchó por la banda derecha en alguna ocasión. Le falló el último pase. Pero todo es empezar. Tuvo un recorte con un centro al área que no estuvo nada mal. Pero no llegó a tanto para cambiar el partido. Yaremchuk tuvo un cabezazo pero nada nada de nada. Ala prórroga. El colista de la Liga Hypermotion aguantaba con diez ante el histórico Valencia. Y pudo darle un buen susto de no ser por Jaume, que se marcó un paradón ante un chut de Lautaro. Su celebración, propia de Jaume. Espectacular también. Cuando muchos ya empezaban a buscar los lanzadores de los penaltis apareció Gayà. Un centro al área con la derecha que se coló en la portería y que dio la clasificación. El único motivo de celebración.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad