Urgente Muere Alfonso Ussía, maestro del columnismo español
Almeida intenta cortar un avance de Haissem Hassan. EFE

Almeida, uno de los señalados en una noche para olvidar

Corberán concede por primera vez la titularidad al portugués tras su reciente renovación y su participación deja mucho que desear

Martes, 30 de septiembre 2025, 21:54

Hace unos días el Valencia anunciaba de manera oficial la renovación de su contrato hasta 2029 pero ni eso, que siempre se puede tomar como ... un revulsivo, ha servido para que Almeida espabile. El portugués parece encerrado en un peligro bucle y lo que debía ser una temporada prácticamente de consagración para él, se está convirtiendo poco menos que en un extraño suplicio. El Valencia ha estado tentado en varias ocasiones de abrirle la puerta de salida porque propuestas las ha tenido encima de la mesa pero por unas cosas o por otras, al final la cosa no ha pasado a mayores y el jugador sigue metido en el proyecto.

Publicidad

El problema es que Almeida parece haber entrado en una dinámica que ni él mismo parece entender. El primer partido que Corberán le da la titularidad le ha servido para bien poco, por no decir para nada. Es más, se podría hasta asegurar que no le ha beneficiado en nada. Un jugador con un dorsal con tanto impacto como el 10 en la espalda no puede andar tan perdido, desubicado y en ocasiones hasta un tanto desganado, sensación esta que no suele perdonar Mestalla.

A sus 25 años, en estas siete jornadas tan sólo había acumulado 32 minutos de juego. Corberán lo metió esta vez en el once, con el objetivo de darle sentido al juego de ataque y de conectar con Hugo Duro. Ni una cosa ni otra. En ocasiones se le vio transitando por el terreno de juego en una especie de peregrinación hacia la nada. Y la grada de Mestalla lógicamente no es tonta. La gente sabe enseguida olfatear cuando un jugador está fuera de tono en todos los sentidos. Por eso cuando Corberán decidió dar un revolcón a su equipo con ese triple cambio a los diez minutos del comienzo de la segunda mitad, uno de los números del cartelón era el 10. Tuvo suerte Almeida que en ese instante, el pack de cambios fuera tan numeroso. Eso dificulta al público elegir a quién pita y a quién aplaude. El primero en desfilar hacia el banquillo fue precisamente el portugués. Y hubo pitos. Almeida pasa a esa lista ficticia que tiene la afición de jugadores que han recibido una carga extra en su mochila. Que le pregunte a Copete cómo lo lleva. El central vino teóricamente para ser titular en el Valencia y ahora parece bastante evidente que el defensa está destinado a defender su rol en los partidos como visitante. Le va a costar a Copete ir ganándose el favor de la afición blanquinegra que por ahora tiene muy claro cuáles son sus jugadores preferidos. Danjuma, aún fallando el penalti, es hoy por hoy el futbolista que se ha ganado el favor de todos. Como Diakhaby, con todas las particularidades que el central aglutina. El nombre de ambos fue coreado. Al primero, el goleador, para darle ánimos tras el error y al segundo por su cabezonería en reclamar justicia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad