Agirrezabala se disfraza de Mamardashvili
Las ocho paradas del vasco evitan la derrota del Valencia en Cornellá. Tras la dura derrota en Barcelona todas las críticas apuntaron al de Donosti y el portero ha reaccionado con dos grandes actuaciones
Es cierto que la última jugada en Cornellá, haciendo el símil con un partido de baloncesto el gol de Puado entró un segundo antes de ... que sonara la bocina, va a condicionar todos los análisis del empate del Valencia. Pero sería injusto que no permitiera dar luz a otras realidades del partido. Una de ellas, pese a que en esa última jugada tras saque de falta lateral Julen pudo hacer algo más antes de que el balón fuera peinado para una segunda jugada, es que la actuación del portero de Donosti permitió a los de Corberán salvar un punto. Antes de esa acción, eran tres. Agirrezabala se disfrazó de Mamardashvili en la guarida del Espanyol para firmar una de esas actuaciones que valen puntos. En este caso uno, el primero en el arranque de la temporada de los valencianistas fuera de casa.
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Las ocho paradas del vasco, de diez disparos del Espanyol, fueron su tarjeta de presentación. Un 80% de acierto, con acciones de todo tipo blocando también con seguridad algunos remates rasos a los lados, que tuvieron su punto álgido cuando el Valencia intentaba aguantar el 1-2 tras el gol de Hugo Duro. Ya en el descuento, el meta despejó el balón de forma milagrosa tras un remate a bocajarro de Puado en el área pequeña que ya se relamía pensando en el tanto antes de que el guante derecho de Agirrezabala, como si fuera una garra, desviara de medio lado el esférico. Su otra gran intervención llegó en la primera parte, siendo clave para que el Valencia se marchara al descanso por delante tras el tanto de Danjuma en un momento donde el Espanyol se volcó contra la portería de los de Corberán. En el minuto 32, un gran disparo de Kike García se encontró con una gran estirada de Julen que despejó, casi en raso, el balón con veneno del delantero del Espanyol. Otra despeje de esos que luego valen puntos.
Con el vasco hubo tiempo hasta para la anécdota, puesto que siempre quedará en la hemeroteca que fue el primer portero que sufrió el castigo de la nueva regla de los 8 segundos. Esa que dicta que cuando se retenga en balón por más de ese espacio de tiempo se castigará al equipo infractor con un saque de esquina en contra. Antes de la modificación aplicada desde julio de este año, la norma dictaba que cuando un portero estuviera más de 6 segundos reteniendo el balón debía ser amonestado con tarjeta amarilla y además se debería señalar un libre indirecto desde dentro del área contra su equipo. Dos penas mayores a la actual que tenían como efecto que casi nunca se pitara la infracción.
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