Adiós, por fin, al invierno más largo en Valencia

El Viernes Santo fue uno de esos días en que quedarse en casa parecía casi un pecado. Con una temperatura más que agradable durante toda la mañana (sobraban las chaquetas, y se vio a más de uno por la playa con ella en la mano), aunque hizo un poco más de frío después de comer, fueron miles los valencianos que decidieron salir a tomar el aire tras meses lluviosos y fríos. La playa estaba a reventar, incluidas las terrazas de los chiringuitos, donde había mucho turista, sí, pero también mucho vecino que optaba por pasear junto al mar. Las pistas de voley playa estaban todas llenas e incluso se pudo ver a gente que se sentaba a tomar el sol en la playa, con el bikini el bañador ya listo. Junio está a la vuelta de la esquina y cualquier oportunidad es buena para ponerse moreno o morena y no llegar al verano con un blanco nuclear que muchos consideran poco atractivo.

La Marina era también un hervidero de actividad, con varias parejas que aprovechaban la visión desde el espigón para hacerse fotos con la playa de fondo. El parque infantil también estaba lleno de niños y familias enteras tomaban algo en los locales del puerto. Hasta la heladería vendía cucuruchos. No eran pocos, por cierto, los que aprovecharon para probar el que probablemente es el primer helado del año.

Hasta cometas se volaron. Pese a no ser un día particularmente ventoso (ya les decimos, una jornada verdaderamente apacible), hubo quien se atrevió con los cachirulos en la playa. La semana importante será la semana que viene, cuando se espera que miles de personas cumplan con esta tradición tan valenciana, pero ayer, en el Cabanyal, ya había quien no se podía esperar a 'enlairar' la cometa.

Mientras, en el centro de la ciudad eran miles los turistas que se lanzaron a conocer Valencia. La ocupación hotelera prevista era del 80% para toda la Comunitat. De hecho, en los últimos siete días subió 8 puntos. Las herramientas predictivas de BigDataHOSBEC sitúan que la ocupación final estará entre el 80-90% en función de zonas. Muchos establecimientos podrán incluso colgar el cartel de completos. En el cap i casal hay hoteles que han tenido que hacerlo ya este viernes.

Y es que son miles los turistas que han decidido acercarse a Valencia, sobre todo del resto de España, aprovechando el puente festivo del Viernes Santo. Los lugares más buscados, claro, eran la Lonja y el Mercado Central, que cerró este viernes para que sus vendedores pudieran descansar. No faltaron decepcionados que deambulaban por el lugar y observaban el mercado con cara de «bueno, pues habrá que venir otro día». Háganlo, de verdad, no se lo pierdan.

Podrán hacerlo este sábado, cuando continuarán las buenas temperaturas. Hasta 24 grados de máxima se esperan en Valencia. El cielo estará despejado en toda la Comunitat, aunque como ocurrió ayer, podría nublarse con el paso de las horas. El viento será flojo de componente oeste aumentado a moderado durante la mañana; tenderá a amainar en general a últimas horas.

El tiempo, por tanto, acompaña. Y los valencianos necesitan, necesitamos, volver a sentirnos los unos con los otros. Bien lo saben en la playa del Cabanyal y en la de la Malvarrosa, donde ayer eran cientos las personas que se reencontraban en el paseo o en las terrazas para disfrutar de la llegada del sol. No estamos particularmente acostumbrados en la Comunitat, la tierra de los 300 días de sol, a pasar muchas jornadas bajo cielos nublados y con el paraguas en la mano. Por suerte, todo eso parece haber terminado. Volverá a llover y volverá a hacer frío, claro, pero el clima nos ha dado una tregua. Los turistas también podrán disfrutar de lo guapa que está Valencia bajo la luz más limpia del mundo. No está mal que, por una vez, ganemos todos.