El condenado por intentar matar de una cuchillada en el cuello a un menor que se enfrentó a él por robar a una anciana. I. Cabanes

Un menor acuchillado tras enfrentarse a un ladrón en Sueca: «Podía haber sido mi abuela»

El acusado acepta seis años y medio de prisión por los delitos de tentativa de homicidio y robo con violencia

Ignacio Cabanes

Valencia

Viernes, 18 de julio 2025, 19:20

Pau, un estudiante de secundaria de 16 años, no se considera un héroe, solo alguien que hizo lo que en ese momento creía que debía de hacer, sin pensar en las consecuencias o el peligro que pudiera correr, cuando se enfrentó con un ladrón que acababa de robarle el bolso a una anciana de 81 años en Sueca. «Podía haber sido mi abuela», señala el joven sobre los motivos que le llevaron a actuar ante este robo con violencia a una persona mayor. El delincuente, con antecedentes por otros robos, sacó un arma blanca durante el forcejeo y le asestó una cuchillada en la parte izquierda del cuello al menor, que en ese momento, agosto de 2024, tenía quince años.

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J. M. S. ha sido condenado esta mañana por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia a penas de seis años y medio de cárcel por los delitos de homicidio en grado de tentativa y robo con violencia, con la agravante de reincidencia, tras reconocer los hechos en el juicio celebrado por conformidad. Se le contempla la atenuante de reparación parcial del daño al haber consignado 650 euros para hacer frente al pago de la responsabilidad civil.

Testimonio del héroe

La tarde del 29 de agosto del pasado año el adolescente había salido a hacer deporte con la bicicleta por la zona de Les Palmeres (Sueca) cuando vio a un hombre mayor al que lo perseguía otra persona, nieto de la víctima. «Escuché que le había robado a una persona mayor y me fui hacia él», recuerda. En ese momento obviamente desconocía que este individuo fuera armado, aunque reconoce que tampoco se paró a pensarlo.

Pau describe su enfrentamiento con el ladrón, quien en un momento dado sacó un cuchillo que portaba en el pantalón. «Yo pensé que era la cartera», apunta el agredido. «Iba directamente al cuello», relata al explicar como con un bloqueo en vez de alcanzarle de pleno en el cuello, le dio en la mandíbula. «Me hubiese matado en el acto, con un cuchillo en el cuello, con dos minutos de sangrado ya no lo cuentas».

La sentencia dictada in voce declara probado que el agresor le asestó dicha cuchillada en la zona del cuello, debajo de la zona mandibular, «con la intención de terminar con su vida o, cuanto menos, aceptando la posibilidad de ocasionarle la muerte».

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«Con pistola o con cuchillo todos ganamos, a puños él lo hubiese tenido peor», remarca el joven, quien no dejó de golpearle ni siquiera cuando vio el arma. Ahora, tras la reprimenda de sus padres por haberse enfrentado con un desconocido para recuperar las pertenencias de una anciana víctima de un robo, el joven asegura -con la boca pequeña- que no volvería a actuar igual. «Todos tenemos abuelos, o los que no se acuerdan de ellos, ¿y si le hubiera pasado eso a mi abuela?», argumenta Pau.

El Ministerio Fiscal solicitaba para el acusado doce años de prisión, concretamente siete por la tentativa de homicidio y cinco por el robo con violencia. Tras el acuerdo de conformidad alcanzado por la defensa del acusado, ejercida por el letrado Julio Ibáñez, se le condena a solo seis años y medio de cárcel. Por el robo a la octogenaria, a la que robó el bolso de un tirón en el que la anciana portaba el móvil, unos 70 euros y su documentación, la Audiencia Provincial le impone tres años y medio, al contemplar la agravante de reincidencia ya que tiene una condena previa por robo con fuerza en casa habitada. Y en el caso del delito homicidio en grado de tentativa se le rebaja a tres años de prisión. En ambos delitos se le aplica la atenuante de reparación parcial del daño.

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De igual modo se le prohíbe comunicarse con su víctima y aproximarse a menos de 300 metros de distancia durante un plazo de tres años. Y en concepto de responsabilidad civil debe indemnizar al menor agredido con 2.500 euros por las lesiones, que requirieron tratamiento quirúrgico, y el perjuicio estético por la cicatriz.

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