Una mujer se abanica en Córdoba durante la ola de calor de este pasado mes de agosto. Efe

El verano más cálido desde 1916 abre paso a un otoño que será más caluroso de lo normal «y no especialmente» lluvioso

Uno de cada tres días del estío de 2025 estuvo marcado por las olas de calor con temperaturas extremas que alcanzaron a 42 provincias

Martes, 16 de septiembre 2025, 11:53

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha confirmado este martes que el verano de 2025 ha sido el más cálido no ya desde que hay ... registros oficiales, esto es desde 1961 (cuando se empezaron a medir las precipitaciones), sino también desde 1916, cuando este organismo comenzó a medir las temperaturas. Así las cosas, el verano de 2025 ha sido el más caluroso de, al menos, los últimos 109 años. Así lo ha señalado este martes el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, en la rueda de prensa de presentación del balance climático del verano, en la que también ha avanzado que este otoño meteorológico (el trimestre septiembre, octubre y noviembre) será, en principio, más cálido de lo normal y con menos probabilidad de que sea una estación «especialmente lluviosa».

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El verano 2025 (periodo del 1 de junio al 31 de agosto) tuvo un carácter extremadamente cálido, con una temperatura media en la España peninsular de 24,2°C, valor que queda 2,1°C por encima de la media de esta estación. Fue el verano más cálido desde 1916, superando por 0,1°C al verano de 2022, que ostentaba hasta ahora el récord del más cálido. También superó en 0,6ºC al estío de 2003, que supuso un antes y después en cuanto a temperaturas extremas. Del Campo subrayó una tendencia que indica que nueve de los diez veranos más cálidos desde que hay registros oficiales se han producido este siglo.

Las mayores anomalías de temperatura, de más de 3ºC con respecto al promedio normal, se observaron en zonas del interior peninsular, especialmente de Galicia y de las mesetas. Por meses, tanto junio como agosto tuvieron carácter extremadamente cálido. Ambos fueron los más cálidos de sus respectivas series; en el caso de agosto, empatando con el de 2024. Junio fue el mes más anómalamente cálido en España desde que hay registros, con 3,6°C por encima de la media del período de referencia. «De todos los meses desde 1961 que han tenido temperaturas por encima de lo normal, ninguno ha tenido una desviación tan marcada como la de junio», precisó el portavoz.

Uno de cada tres días bajo ola de calor

A lo largo del verano de 2025 se registraron tres olas de calor, dos en el ámbito de la Península y Baleares y una en Canarias. Las olas de calor peninsulares transcurrieron entre el 18 de junio y 4 de julio y entre el 3 y 18 de agosto. En el conjunto del verano se registraron 33 días bajo ola de calor, es decir uno de cada tres días del verano registró temperaturas extremas. Es el segundo verano con mayor número de días de ola de calor, tras el de 2022, que tuvo 41 días. El último verano sin olas de calor fue el de 2014.

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De la primera ola de calor destacan su duración (17 días) y su extensión (40 provincias afectadas), lo que la convierte en la tercera más larga y también la tercera más extensa desde, al menos, 1975. La de agosto, por su parte, fue una de las más importantes de las que se tiene constancia en España, pues fue la segunda más intensa, la segunda con mayor extensión y la cuarta más larga, con una anomalía de 4,2 °C, 42 provincias afectadas y 16 días de duración.

Durante esta segunda ola de calor, las temperaturas más altas correspondieron a Jerez de la Frontera, con 45,8°C y Morón de la Frontera, con 45,2°C, ambas registradas el 17 de agosto.

Un verano más seco de lo normal

Según la Aemet, el verano fue, en su conjunto, seco en cuanto a precipitaciones. Se acumularon 57 litros por metro cuadrado de promedio sobre la España peninsular, el 81% del valor normal del trimestre. Fue el decimocuarto verano más seco desde el comienzo de la serie en 1961 y el séptimo del siglo XXI.

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El carácter de las precipitaciones fue muy diferente en función del área geográfica. Fue muy seco en Galicia, Asturias y amplias zonas del norte de Castilla y León. En el interior de Galicia llegó a ser extremadamente seco. Estas áreas coinciden con aquellas en las que se produjeron grandes incendios forestales durante agosto, y que también experimentaron temperaturas extremadamente altas, «una combinación generadora de peligro extremo de incendios», dijo Del Campo.

En contraste, las precipitaciones tuvieron un carácter húmedo o muy húmedo en regiones del noreste peninsular, especialmente en Cataluña, Aragón y Navarra, así como en áreas del centro y sureste peninsular, incluyendo partes de Castilla-La Mancha y el este de Andalucía. En los archipiélagos, Canarias tuvo un verano muy húmedo (aunque en términos absolutos las precipitaciones fueron escasas, como es habitual en verano). En Baleares, en conjunto, tuvo carácter normal.

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En cuanto al año hidrológico (que empezó el pasado 1 de octubre y finalizará el 30 de septiembre), Del Campo explicó que ha llovido 663 litros por metro cuadrado hasta el pasado 13 de septiembre, lo que supone un 9% por encima de lo normal. «Aunque ya no lloviera nada, el carácter de este año será húmedo, al igual que el del año pasado», cuando se recogieron 671 litros por metro cuadrado. Estas precipitaciones permiten señalar que hemos superado la situación de sequía, tanto la de doce meses, como la llamada sequía de larga duración, que analiza la lluvia en los últimos tres años.

Previsión para el otoño

Según Del Campo, el escenario más probable para el trimestre septiembre, octubre y noviembre, que se corresponde con el otoño meteorológico, es el de temperaturas por encima del promedio normal en todo el país, con una probabilidad del 60-70% en la Península y Baleares y del 50% en Canarias.

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La incertidumbre es más alta en cuanto a las precipitaciones. Es poco probable que se trate de un otoño especialmente lluvioso en el oeste y centro de la Península, así como en Canarias (20% de probabilidad), mientras que en esas áreas hay un 45% de probabilidad de que sea un otoño más seco de lo habitual. Para la vertiente mediterránea peninsular y Baleares no hay una tendencia clara. Los tres escenarios (otoño seco, otoño normal u otoño lluvioso) son igual de probables, el 33%.

En cuanto al trimestre octubre, noviembre y diciembre (que coincide con el otoño astronómico), la predicción es bastante similar. «Una alta probabilidad de que sea más cálido de lo normal y con más probabilidad a que sea más seco que lluvioso en buena parte de la Península y Canarias. No hay una tendencia clara en zonas del norte, del este y Baleares», dijo el portavoz, que insistió en la incertidumbre en este tipo de predicciones.

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