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La fundación Assut centra sus esfuerzos en cuidar y conservar la Albufera. LP
Reale Seguros

Salvar lo que amamos: el impulso a quienes protegen la vida

La colaboración entre Reale Foundation, Fundació Assut y Xaloc ONG refuerza la protección de L'Albufera y la conservación de la tortuga boba

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Domingo, 29 de junio 2025, 04:52

Hay proyectos que nacen del amor profundo a la tierra y al mar. Iniciativas que se mantienen vivas gracias a personas y entidades que creen que la naturaleza es un patrimonio común. Es el caso de la Fundació Assut y Xaloc ONG, dos organizaciones valencianas que cuidan de la biodiversidad que nos rodea. Gracias al apoyo de Reale Seguros, los esfuerzos de ambas entidades cobran una dimensión aún mayor. De hecho, este apoyo viene de la mano de Reale Foundation, fundación corporativa de la aseguradora, selecciona proyectos locales de ONGs que abordan desafíos medioambientales clave en sus territorios y los dota de recursos para potenciar y amplificar su labor.

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Albufera y torugas

En L'Albufera de Valencia, entre humedales y arrozales, la Fundació Assut trabaja para proteger este ecosistema único. Su proyecto de custodia del territorio en el Tancat de l'Estell, de 300 hectáreas, promueve la colaboración entre la sociedad civil y los agricultores para garantizar el equilibrio de la naturaleza y la agricultura.

«Gracias a Reale Foundation podemos mantener y revitalizar este proyecto», explican desde Assut. Su trabajo se centra en tres pilares: la mejora de hábitats para la biodiversidad, el desarrollo de indicadores de calidad ecológica y el seguimiento de la avifauna. Estos indicadores funcionan como un sistema de alarma temprana en caso de contaminación y permiten evaluar si las prácticas agrícolas y de conservación mejoran el ecosistema.

Pero también miran al futuro con innovación. Han implantado estaciones meteorológicas y sensores de humedad que comparten datos en tiempo real con los agricultores. Así, pueden optimizar el uso de fertilizantes y fitosanitarios, reducir la contaminación y ahorrar costes. Además, esta información sirve para justificar posibles pérdidas por fenómenos meteorológicos adversos.

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Desde Assut lanzan un mensaje claro: «La conservación es cosa de todos. El paisaje es un patrimonio común que no puede recaer solo en pequeños agricultores o en la administración. Las alianzas con empresas son fundamentales para que los proyectos se hagan realidad y beneficien a toda la sociedad».

En las playas del Mediterráneo, cada verano se libra otra batalla silenciosa: la supervivencia de la tortuga boba (Caretta caretta). Hace más de quince años, Xaloc ONG decidió dedicar su vida a protegerla. Hoy, su campaña 'Alerta Tortuga', con el apoyo de Reale Foundation, es un ejemplo de participación ciudadana, ciencia y pasión. «El apoyo de Reale ha sido fundamental. Sin empresas que crean en estos valores, entidades pequeñas como la nuestra no podríamos afrontar campañas tan ambiciosas», afirman desde Xaloc. La colaboración va más allá de la ayuda económica: implica compartir valores y afrontar juntos los retos logísticos y educativos de la custodia de nidos y la protección de las crías hasta su llegada al mar.

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Cada vez que aparece un nido, las plazas de voluntariado se agotan rápidamente. «La ciudadanía está muy concienciada. Incluso quienes no pueden participar saben que, si encuentran una tortuga, deben llamar al 112 y seguir el protocolo. Esa conciencia colectiva es vital», destacan.

Las amenazas para esta especie son enormes: contaminación plástica, redes fantasma, aumento de temperaturas del mar, tráfico marítimo o urbanización en primera línea de costa. Por eso, Xaloc insiste en que la educación ambiental es el núcleo de su modelo de conservación: «Si una persona no conoce, no ama. Y si no ama, no cuida ni protege. Educar es el primer paso para cambiar las cosas».

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Empresas que suman

El compromiso de Reale Foundation con estas entidades forma parte de su Plan de Sostenibilidad 2025, que apuesta por proyectos locales capaces de generar un impacto positivo real. Desde la custodia del paisaje agrícola hasta la protección de especies marinas, estas colaboraciones demuestran que, cuando empresas y ONG suman fuerzas, el éxito se multiplica.

Porque proteger la biodiversidad no es solo tarea de biólogos y naturalistas. Es un compromiso que nace de la humildad de reconocer que formamos parte de un ecosistema mayor, y que nuestra salud y futuro dependen, sin duda, de la salud de la tierra y del mar.

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