La herencia envenenada de los Agnelli
Denuncias, multas millonarias y cuadros robados en la pelea por el poder entre la familia italiana que impulsó Fiat y hoy controla Stellantis, Ferrari y Philips
Italia lleva siendo una República desde 1946, pero eso no le impide contar con su propia 'familia real'. No se trata de los Saboya, a ... la que pertenecieron los últimos monarcas del país y que han acabado convertidos en personajes de medio pelo del mundo de la farándula, sino de una estirpe que, sin necesidad de entrar en política, quitaba y ponía ministros a su antojo, todavía hoy controla una de las empresas más importantes del país y que, como todos los 'royal', se despellejan entre ellos para repartirse la herencia o el poder.
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Hablamos, por supuesto, de los Agnelli, que a partir de Fiat, la histórica marca automovilística italiana, han acabado convirtiéndose en una suerte de monarcas de la Italia republicana. A su pesar, protagonizan además desde hace años una novelesca pelea por el reparto de la multimillonaria herencia del patriarca, Giovanni 'Gianni' Agnelli, conocido como el 'Avvocato' (el abogado), prototipo de capitalista industrial, uno de los hombres más influyentes del país durante la segunda mitad del siglo XX y consumado 'don Juan' con sus elegantes trajes y tez siempre morena.
Aunque el 'Avvocato' falleció en 2003 y su esposa, Marella Caracciolo di Castagne, también de orígenes aristocráticos, lo hizo en 2019, sigue abierta la lucha entre sus herederos, que ha enfrentado a la única hija de ambos que queda con vida, Margherita Agnelli, con sus propios hijos, John, Lapo y Ginevra Elkann, fruto de su primer matrimonio con el escritor Alain Elkann.
Antes de su muerte, Gianni Agnelli decidió saltar una generación al designar a su nieto John Elkann como el encargado de llevar las riendas del emporio empresarial familiar
Antes de su muerte, Gianni Agnelli decidió saltar una generación al designar a su nieto John Elkann como el encargado de llevar las riendas del emporio empresarial familiar, por lo que preside hoy Ferrari y Stellantis, el segundo grupo automovilístico más importante de Europa y en el que ha acabado encuadrada Fiat y otras marcas históricas de coches como Peugeot, Citroen, Lancia, Alfa Romeo, Opel o Chrysler, entre otras. Este coloso cuenta con fábricas en nuestro país en Vigo, Madrid y Figueruelas (Zaragoza). Los Agnelli también controlan Philips, el fabricante de maquinaria agrícola CNH, el equipo de fútbol Juventus de Turín y un grupo de medios de comunicación en el que destacan el influyente semanario británico 'The Economist' y los diarios italianos 'La Repubblica' y 'La Stampa'.
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Un testamento secreto
Los cientos de miles de millones de euros en que está valorado el imperio empresarial de la familia ayudan a entender que Margherita, al considerar que se habían cometido irregularidades con la herencia y que el reparto la perjudicaba, decidiera impugnar el testamento del 'Avvocato'. Lo hacía además para defender los intereses de sus otros cinco hijos, fruto de su segundo matrimonio con Serge de Pahlen, antiguo dirigente de Fiat y cuyo despido fue una de las primeras decisiones que John Elkann tomó al hacerse con el control de la empresa. Quería ver lo más lejos posible a De Pahlen, al que su esposa intentó sin éxito convertir en el sucesor del patriarca de los Agnelli. La larga pelea que mantiene desde entonces Margherita con los tres hijos de su primer matrimonio alimenta cíclicamente los diarios con sustanciosas novedades, como la surgida la semana pasada, cuando los abogados de la demandante presentaron ante la Justicia un nuevo testamento del 'Avvocato', hasta ahora desconocido, que cambiaría el reparto de las millonarias participaciones empresariales de la familia con el que saldría beneficiada Margherita en detrimento de John, Lapo y Ginevra Elkann.
30.000 millones de euros
es el valor estimado de la fortuna de la familia Agnelli.
Se desconoce todavía si ese nuevo testamento será admitido por los tribunales, donde ya se abrió un proceso por las irregularidades fiscales ligadas a la herencia que obligaron a John a pagar una multa de 183 millones de euros. Al presidente de Ferrari y de Stellantis incluso podría tocarle realizar trabajos sociales, pues, según adelantó el diario 'Corriere della Sera', tendría que pasarse al menos 10 meses colaborando con un proyecto social de los salesianos. Sería una condena similar a la que le tocó cumplir al exprimer ministro Silvio Berlusconi por evasión fiscal. Otro proceso derivado de la impugnación del reparto de la herencia del 'Avvocato' ha permitido conocer que se les ha perdido la pista a 13 cuadros de gran valor que estaban en poder de los Agnelli. Se trata de dos Picassos y de obras de Monet, De Chirico y Bacon, entre otros artistas. Tras la muerte del patriarca y de su esposa, se ha descubierto que tres de esas importantes obras que están expuestas en las mansiones de los Agnelli son falsas y nadie sabe dónde están los originales, valorados en varios millones de euros. No se trata sólo de una posible estafa entre los herederos, sino también de un posible delito, porque no pueden sacarse del país sin informar a las autoridades. Por eso los Carabinieri han abierto una investigación.
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«Margherita hizo algo terrible como es impugnar el testamento del propio padre. Pero es que cuando se presentó el inventario de los bienes de la familia se dio cuenta de que faltaban muchísimas cosas. Por eso decidió denunciar, abriendo una causa que le está costando mucho a John Elkann, tanto en dinero como desde el punto de vista de la imagen», cuenta el periodista Francesco Bonazzi, que acaba de publicar en Italia el libro sobre los Agnelli 'Alto tradimento' (Alta traición). En este ensayo desgrana cómo la familia ha trasladado el grueso de sus inabarcables intereses económicos fuera del país para ahorrarse el pago de impuestos. Hoy la sede fiscal de Exor, la sociedad tenedora de las inversiones, y también de las empresas que controlan se encuentra en Países Bajos. Fue una decisión que tomó John Elkann y que provocó un gran revuelo en Italia. «Él vive más en París que en Turín. Es un rey de las finanzas y no le interesan mucho ni los coches ni las fábricas que deja. Simplemente la familia, y con todo el derecho, considera el automóvil un sector que da pocos márgenes, mientras que los sectores en los que invierten ahora son las nuevas tecnologías, la salud, la moda y el lujo, que sin duda resultan además más sencillos de gestionar», explica Bonazzi, subrayando que a los Agnelli ya no les interesa tanto la industria pesada porque donde invierten es «en todas las cosas hermosas de la vida».
Se ha perdido la pista a 13 cuadros de gran valor que estaban en poder de los Agnelli. Se trata de dos Picassos y de obras de Monet, De Chirico y Bacon
Con estas decisiones, Elkann da un carpetazo a todo lo que suponía su abuelo, figura paradigmática de los grandes capitalistas industriales del siglo XX, que supo lavarle muy bien la cara a Fiat tras su colaboración con el fascismo para hacerla crecer al calor del apoyo estatal. «Mucho del mérito de 'royal family' de los Agnelli hay que reconocérselo a Gianni Agnelli. Durante 50 años fue una persona que por su elegancia y por cómo se comportaba pertenecía a la jet set», afirma el autor de 'Alto tradimento'. Muy sonada fue, por ejemplo, su relación sentimental con la actriz sueca Anita Ekberg, a la que Federico Fellini inmortalizó en la película 'La Dolce Vita' bañándose en la Fontana de Trevi de Roma junto a Marcello Mastroianni.
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En una entrevista con la revista 'Oggi', Ekberg, fallecida en 2015, recordaba así al 'Avvocato': «Era un italiano de esos que ya no hay, el italiano que una muchacha como yo quería encontrar: inteligente, irónico, activo. Bromeaba siempre, aunque sufrió mucho. Era un hombre raro, guapo e inteligente. Era discreto y tenía un sentido del humor fantástico».
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