El laberinto sin plazo de la jubilación anticipada
Sindicatos y patronales desconocen el tiempo que puede costar evaluar los riesgos de cada actividad para aplicar el coeficiente reductor, aunque vaticinan que pasarán años
La jubilación anticipada a partir de los 52 años está muy lejos de ser una realidad. Para empezar, ni siquiera está claro todavía qué actividades o sectores podrán aplicársela. Además, el camino para lograrla se antoja largo y complicado. Según explica Rosa Benítez, secretaria general de la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT PV, el Real Decreto permite a sindicatos y patronales pedir el estudio de coeficientes reductores, ya sea de manera individual o ambos agentes sociales juntos.
«Se debe hacer un estudio previo sobre siniestralidad y enfermedades, donde se podrán recoger muchas que hasta ahora se consideraban contingencias comunes en lugar de profesionales. Después, se plantean medidas de mejora y si no son posibles, ya es cuando empezamos a calcular el coeficiente reductor», explica.
Ana Belén Montero, secretaria de Políticas Públicas y Protección Social de CC OO PV, reconoce, al igual que Benítez, que no es posible estimar un plazo para la aplicación de estos coeficientes. «Lo positivo es que supondrá garantizar la aplicación de un método objetivo. El Ministerio de Seguridad Social está legitimado para iniciar el procedimiento en cualquier momento también», explica.
A esto hay que añadir también que la aplicación de un coeficiente reductor implica incrementar la cotización tanto de la empresa como de los trabajadores y trabajadoras, un aspecto que genera rechazo a las patronales.
Camarera de piso: «Mi desayuno es café e ibuprofeno»
Ester (nombre ficticio) es camarera de piso en un hotel en Alicante. No quiere que publiquemos su nombre real ni una foto de ella por temor a posibles represalias por parte de la empresa para la que trabaja por realizar una crítica sobre sus condiciones laborales. «El desayuno de las camareras de piso es café e ibuprofeno», cuenta. Con 42 años, ya arrastra varias bajas por lumbago y ansiedad, además de sufrir dolores musculares y de muñeca. «Al final tienes muchas habitaciones y muchos clientes que vienen a la vez. Y es un trabajo muy físico», sostiene esta profesional, que asegura que peleará por obtener la jubilación anticipada.
En cuanto a la posibilidad de que su trabajo pudiera ser menos cargante, tal y como plantea el procedimiento aprobado por el Gobierno como paso previo a calcular la anticipación de la jubilación, Ester lo descarta por completo. «No. España es un país turístico. Vivimos del turismo sobre todo en la zona de costa y eso va a hacer continúe la presión sobre nuestro trabajo. Invitaría a la ministra a pasar una jornada conmigo», añade.

Conductor de camión grúa: «Me planteo jubilarme antes de tiempo aunque me penalicen»
Juan Víctor lleva desde los 18 años en el sector de la construcción y acaba de cumplir 56, por lo que sabe de lo que habla cuando se le pregunta por la siniestralidad laboral que sufre en su actividad. «Yo me planteo seriamente jubilarme antes de tiempo aunque me penalicen», cuenta este trabajador, vinculado a UGT PV, que no sabe si podrá beneficiarse del procedimiento aprobado por el Gobierno el pasado mes de mayo para poder retirarse de la vida laboral anticipadamente sin que suponga un recorte en la pensión.
A lo largo de su trayectoria profesional, Juan Víctor ha sufrido dos accidentes distintos; en uno se partió una vértebra y en otro se rompió el tabique nasal. «Trabajamos en todo tipo de espacios y con agentes químicos. Tenemos muchos trabajos en altura y también en el medio natural bajo una exposición constante al sol», cuenta este trabajador, que actualmente trabaja conduciendo un camión grúa. «El tiempo que estamos conduciendo en la carretera ya es un riesgo en sí, luego hay que añadir el momento de cargar y descargar pallets y el peligro que conlleva. Yo tengo compañeros que han fallecido al volcarse un pallets de ladrillos encima», explica.
Juan Víctor ha estado trabajando en depuradoras, en espacios cerrados y en zanjas que se han llegado a venir abajo con la trágica consecuencia del fallecimiento de algunos compañeros. «Veo un mundo aguantar este trabajo hasta los 67 años», confiesa. Además, Juan Víctor advierte de la mayor frecuencia de las olas de calor. «Las personas que estamos en el campo realizando caminos forestales o haciendo zanjas, que no tenemos sombra ninguna, sufrimos insolaciones. Aparte de esto, hay compañeros a los que les han salido melanomas por esta exposición constante al sol», agrega. Por todo ello, considera que la jubilación anticipada no debe retrasarse más. «La veo a muy largo plazo», añade.
Trabajadora del SAD: «Se me cayó un señor de 135 kilos al que intentaba levantar al pasar una rata por mis pies»
Nuria tampoco quiere facilitar una foto de ella al sentirse en una situación de vulnerabilidad en su trabajo. Prefiere ser prudente a la hora de facilitar su testimonio. Ella trabaja en el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), dirigido al cuidado y asistencia de personas mayores y dependientes. «Los que trabajan en residencias y hospitales tienen medios pero los que trabajamos a domicilio no tenemos ninguno. Servimos para un roto y para un descosido. Somos las 'chachas' del ayuntamiento. Igual te toca limpiar la casa que hacer la compra que hacer de auxiliar de enfermería», explica esta profesional, vinculada con CCOO PV. «Ni de broma me veo más de siete años en este trabajo», asegura.
Este servicio lo ofrecen empresas privadas que son subcontratadas por los consistorios para ofrecer ese servicio de ayuda a personas vulnerables. «Las movilizaciones las hacemos sin ningún tipo de ayuda. Damos servicios en viviendas con temperaturas extremas porque no cuentan con aire acondicionado», agrega Nuria, que cuenta que en una ocasión se le escapó de las manos un señor de 135 kilos al que intentaba levantar en el momento en el que una rata pasó por encima de sus pies. «Son situaciones de pobreza extrema la de esos usuarios», incide la trabajadora, que cuenta que esta semana tuvo que subir cinco pisos sin ascensor con dos garrafas de agua. «¿Le van a dar la jubilación a los 52 años a un albañil y a mí no? Lo vería injusto. No se nos reconoce las patologías músculo-esqueléticas, nos dicen que son degenerativas y no entran como enfermedad profesional. Si yo estuviera sentada en una oficina no me pasaría nada de esto», subraya.

Empleado en una depuradora: «Los turnos de 24 horas pesan mucho conforme pasan los años»
Con 59 años de edad, Lute ve lejana la jubilación anticipada en su caso pese a llevar veinticuatro años en la depuradora de Pinedo soportando turnos de 24 horas, malos olores y lidiando con el riesgo biológico y químico implícito en su actividad. Celebra el decreto aprobado el pasado mes de mayo pero es consciente de que llevará un tiempo, todavía indefinido, hasta que ese retiro anticipado a partir de los 52 años sea una realidad.
«Cuando se publicó el decreto en el BOE y le di un repaso, me di cuenta de que mi trabajo cumplía todos los criterios para pedir la jubilación anticipada. Lo que más se da es el tema de de toxicidad e insalubridad. Penosidad también, aunque no tanto. A esto habría que añadir el impacto psicosocial de los turnos de 24 horas con nocturnidad», señala este trabajador.
Esa turnicidad, al igual que sucede en la cerámica, «pesa especialmente conforme pasan los años», motivo por el que ve urgente que se trabaje en el cálculo del denominado coeficiente reductor, que determinará la edad a la que se puede retirar un profesional de su actividad. «Vemos casos de incapacidades temporales derivadas de esta situación, además de que impacta en el ánimo a la hora de trabajar. En nuestro propio informe psicosocial la turnicidad es lo que peor se valora», añade.
La presencia de trabajadores veteranos es elevada en la depuradora. «Ya somos unos cuantos que están por encima de los 55 y eso se replica en la mayoría de plantas de aguas residuales de la Comunitat y de España», asegura Lute, quien destaca el riesgo que padecen los trabajadores de saneamiento y aguas potables. «Las canalizaciones son de fibrocemento, es decir, contienen amianto. Estas personas también habría que tenerlas en cuenta», subraya. Lute celebra que cuentan con el compromiso por parte de la patronal de abrir una mesa para hablar de esta cuestión. «Nos da algo más de esperanza», afirma.

Sector cerámico: «No hay gente mayor porque no pueden aguantarlo»
Más allá del estrés térmico evidente que sufren los trabajadores de la cerámica y el riesgo de toxicidad que apareja el contacto con la sílice, Raúl destaca otro factor de su trabajo como uno de los más perjudiciales para la salud: la turnicidad. «Aparte de que complica la conciliación familiar, no te permite descansar correctamente. Estás una semana de mañanas, otra de tarde y otra de noche. Es algo que que no te permite prácticamente disfrutar de la vida pero que además te pasa factura», explica este trabajador, quien asegura que apenas hay profesionales de mayor edad en esta actividad: «No pueden aguantarlo y la gente joven tampoco quiere venir al sector porque no es agradable ni atractivo por estas condiciones».
Una de las consecuencias más claras del impacto que está teniendo este sector en sus profesionales es el incremento de las bajas por ansiedad. «Tengo muchos compañeros que están teniendo bastantes problemas que causan bajas por ansiedad. El no dormir cuando toca perjudica la calidad de vida, motivo por el que no se puede alargar durante tantos años esta actividad», defiende.
Por ello, Raúl ve con buenos ojos el procedimiento que ha aprobado el Gobierno para poder jubilarse a partir de los 52 años, aunque admite que conseguirlo requerirá paciencia. «Será un trabajo a largo plazo. Será arduo y complicado. Yo sí que la solicitaré en el momento que se pueda», afirma.
Precisamente, la cerámica es un motor económico en la Comunitat Valenciana, con su producción ubicada en Castellón. «Aparte de los que trabajamos directamente, mueve mucha economía alrededor y a pesar de ello, cada vez es un sector menos atractivo por esa turnicidad, además del estrés térmico y el contacto con el sílice. O sea, que hablamos de un riesgo de salud física y un riesgo también de salud mental», señala.

Trabajador en una fábrica de vidrio: «Nos quita esperanza de vida, por eso hay que jubilarse antes»
Antonio tiene 48 años y lleva más de la mitad de su vida (25) trabajando en una fábrica de vidrio. El estrés térmico y el contacto con la sílice son un factor de riesgo evidente para la salud de los trabajadores que, acumulado en el tiempo, puede derivar en diversas patologías. «Trabajamos a pie de horno a 1.600 grados. La materia prima que utilizamos para la fabricación de vidrio es arena que en estado pulvígeno puede llegar a generar enfermedades como la silicosis», explica este profesional.
Antonio considera que la aplicación del coeficiente reductor en su actividad será algo «a largo plazo», pero tiene claro que no hay marcha atrás y que se conseguirá antes o después. «Creo que es justa y necesaria. Pedimos jubilarnos antes porque sabemos que la penosidad que estamos padeciendo nos va a quitar años de vida. Necesitamos ese retiro anticipado para poder disfrutar realmente de la jubilación que nos quede», asevera.
Según explican tanto desde UGT PV como desde CC OO PV, el objetivo principal de este procedimiento aprobado por el Gobierno es reducir en un primer lugar la penosidad y el riesgo asociado a dIversos sectores y trabajos mediante una evaluación previa. Tras esa evaluación, se determinan medidas para rebajar esos factores de peligro y se calcula el coeficiente que determina a partir de cuándo pueden jubilarse. Para Antonio, en su trabajo hay poco margen de mejora en este sentido. «Desde que empezamos en fábrica siempre se ha intentado mejorar algo en todo lo que es en el tema de seguridad, pero por mucho que mejores no vas a poder quitar la sílice de todos los sitios. Es muy difícil que desaparezca totalmente», agrega.
Antonio confía en que se consiga la jubilación anticipada, aunque no sabe si la disfrutará. «La jubilación no tiene sentido si la coges justo cuando no te queda tiempo para disfrutarla», sentencia.
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