Borrar
Ana Serratosa, con una de las ediciones de Revista de Valencia donde ha sido protagonista.

Ver 9 fotos

Ana Serratosa, con una de las ediciones de Revista de Valencia donde ha sido protagonista.

Revista de Valencia conmemora 500 números, más de diez años como testigo de la vida social de la ciudad

El suplemento dominical de LAS PROVINCIAS celebra su aniversario después de más de diez años de trayectoria, donde ha puesto en valor a los valencianos que han logrado el éxito y ha sido testigo de los eventos acontecidos en la sociedad, que ahora agradece el apoyo de estas páginas

Sábado, 4 de octubre 2025, 00:32

Comenta

Un 9 de noviembre de 2014 apareció el primer número de Revista de Valencia. La apuesta de LAS PROVINCIAS tenía como objetivo convertirse en un altavoz de la sociedad valenciana donde conocer mejor qué se cuece entre bambalinas, en los salones del Ateneo Mercantil y el Casino de Agricultura, pero también en las fiestas privadas de Xàbia o Benicàssim, en las terrazas de los hoteles más exclusivos de la ciudad o en los balcones de la plaza del Ayuntamiento. Revista de Valencia nacía además para conocer mejor quiénes eran las personalidades que han destacado en los diferentes ámbitos, desde médicos, arquitectos, deportistas o abogados hasta políticos o socialités. Y durante 500 números, nombres propios de la talla de Pedro Cavadas, Francis Montesinos, Ana Lluch, Ana Milán, Miquel Navarro, Pedro Duque, Juan Carlos Ferrero, Enrique Ponce y tantos otros han contado el secreto de su éxito y cómo han llegado a convertirse en referentes para tantas personas que, gracias a Revista de Valencia, han podido conocer cuáles hasta sus sueños de jóvenes.

En aquel primer número, el ya fallecido Manel Casanova, artífice de la Copa América, contaba todas las interioridades que rodearon aquellas negociaciones, pero también habló, junto a sus hijos, de una dinastía, los Casanova, que ha tenido mucho que ver en el desarrollo de la Valencia del siglo XXI. Apellidos como Serratosa, Manglano o Trenor, sin los cuales no se entiende la historia más reciente de la ciudad, han descubierto secretos familiares, han relatado los mejores y peores momentos de su vida y han hablado también de su amor por la Valencia que les ha visto crecer.

Revista de Valencia ha podido entrar además en las fabulosas casas de apellidos con pedigrí, se ha colado en sus bodas y acontecimientos familiares -cómo olvidar el casamiento de la hija de Cristina Yanes, o el enlace del nieto de Beatriz de Orleans-. Del fundador del IVI, Antonio Pellicer, hemos conocido su nueva vida en Roma, su paternidad tardía, la boda de su hija mayor y los inicios del instituto de reproducción, cuando apenas tenían para comer. Ahora forma parte de la lista Forbes.

El mapa de la cultura ha encontrado en Revista de Valencia un aliado natural. «La revista se ha ganado a pulso ser un referente de la vida social y cultural de Valencia», sostiene Rafa Alcón, quien agradece, en nombre de Fundación Bancaja, la constancia con la que se han recogido las inauguraciones expositivas: «Han puesto la cultura como protagonista de la crónica social, algo muy de agradecer». La moda, la gastronomía y el diseño también tienen su lugar en estas páginas. «La revista es un referente en Valencia. Combina actualidad, cultura y sociedad con rigor y cercanía», señala el diseñador Alejandro Resta, que revive su debut en la Valencia Fashion Week 2012: «Me hizo muchísima ilusión ver por primera vez una foto de mis diseños impresa en un periódico». La arquitecta Arantxa Pérez Pous explica por qué se enganchó: «Por el interés en la arquitectura y el diseño tratados con cariño y elegancia desde la perspectiva social». Y rescata una escena popular de entre las crónicas: «Me encantó el reportaje de los valencianos que, fieles a su amor por las tradiciones, cambiaron las Fallas por la Feria de Abril».

Desde los fogones y las grandes celebraciones gastronómicas, Fernando Aliño -del Grupo El Alto- evoca el reportaje familiar sobre Grupo El Alto y aquella mención cuando organizaron los 50 Best Restaurants: «Momentos muy especiales para nosotros». El latido dominical se cuela, incluso, en las celebraciones navideñas. Revista de Valencia «es un resumen de lo acontecido en nuestra sociedad y mantiene cada domingo el interés, importantísimo como cohesión social», afirma María José Navarro, que recuerda un reportaje coral sobre dónde pasaban las Navidades: «Salí con toda mi familia en Londres, delante de un gigantesco árbol».

Ana Serratosa define bien la sensación de lectura: «Una revista fresca, divertida y amena; un clásico de los domingos para conocer esos eventos tan especiales, ya sean sociales, gastronómicos o culturales». Y Julia Pérez Broseta pone voz a una emoción íntima: «Me hizo especial ilusión el reportaje del Día de la Madre en el que una de mis hijas me dedicó unas palabras muy cariñosas».

A veces, un titular se convierte en contraseña compartida. «La crónica más leída y comentada fue la que llevaba por título: 'La mujer que organiza un evento y cuelga el cartel de completo'», explica la galerista Sara Joudi. «Me encanta cómo refleja la sociedad valenciana», dice José Puerta Tousette, que atesora un reportaje tan singular como propio: «El que me hicieron de mi armario».

En este mosaico hay, también, gratitud institucional. «La revista se ha convertido en un referente; todos los domingos estamos pendientes de sus crónicas para conocer los mejores eventos, las inauguraciones y a las personas de referencia», afirma Carmen de Rosa, convencida de que el proyecto suma lectores de distintas generaciones por su diversidad de estilos y firmas. Y hay orgullo de ciudad, de pertenencia. Si algo se repite en cada testimonio es la idea de comunidad. «La revista es un regalo en cada edición: un espacio cercano, cuidado y lleno de cariño, que sabe dar voz a las personas y a las historias que nos unen», escribe Malén Burgos, que guarda con especial cariño su primera entrevista: «Me animó a salir de mi zona de confort y compartir mi historia; una experiencia preciosa que siempre recordaré».

Y, por encima de todo, late la certeza de que el relato compartido nos mejora. «Cada domingo, una ventana distinta; un murmullo social que a todos nos encanta leer», dice Esther Pastor. «Conocer el pulso social de la ciudad para querernos más», añade Andrés Goerlich. O la síntesis de María José Navarro: «Cohesión social».

Quinientos números después, ese es el verdadero logro: haber construido, domingo a domingo, una casa común donde caben la elegancia de una boda, la emoción de un premio, la dignidad de un recuerdo, el empuje de un proyecto que arranca, el brillo de una pasarela, la alegría de una inauguración y sobre todo la amistad. Porque como dice Fernando Savater, «la vida social no es un adorno ni una carga, es el medio mismo en el que nos desarrollamos como humanos».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Revista de Valencia conmemora 500 números, más de diez años como testigo de la vida social de la ciudad