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Una exclusiva fiesta en el Náutico congrega a cerca de 200 invitados
El eterno veranillo de San Miguel que estamos viviendo en Valencia permite apurar los eventos al aire libre bien entrado el otoño
Decían nuestras abuelas del veranillo de San Miguel que empezaba a finales de septiembre y acababa a principios de octubre. ¡Ja! Eso sería cuando ellas eran jóvenes, porque ahora, al ritmo que vamos, tomaremos el turrón con vestido de tirantes. Más allá del cambio climático, que es una cosa seria, nuestra preocupación es qué ponernos cada día cuando abrimos el armario.
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Parece una anécdota, sí, pero ese sí es un asunto que nos preocupa a las valencianas y no los amoríos de Tamara Falcó. Porque a ver qué te pones cuando por la mañana el termómetro marca 15 grados y a mediodía 30. ¿Recuperas las sandalias o te pasas directamente a las botas? Si llueve ya ni hablamos, porque encima con la humedad que hace, es imposible llevar el pelo decente. Sales de la peluquería de lo más mona con tu pelo planchadito y a la media hora ya luce encrespado y despeluchado.
Como no hay mal que por bien no venga, hay quien aprovecha el buen tiempo para montar fiestas al aire libre. Una buena fue la que organizó el chiringuito Plan B con una camioneta de comida y música en directo. El bar está en el Náutico de Valencia y es uno de esos lugares a descubrir. Te tomas una copa junto a los pantalanes con esos veleros tan monos y te olvidas del estrés del trabajo en menos que dura un gintonic. Además, como estás al lado del mar, no importa si llevas el pelo más o menos despeinado, que la estética marinera es más despreocupada.
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La fiesta la organizaron los dueños del chiringuito, Alberto Bueno, José Luis Maldonado y el gerente de Valencia Mar Gustavo Benavent. Fueron cerca de doscientos invitados, la mayoría del entorno del náutico: Joaquín Armengot, Raquel Casasús, Íñigo Fernández Artiach, Emilio Navarro, Gema Camarero, Jovi Marzal, Pablo Braque, Mario Mariner y María Cosín, Coki Vallés y Vini Benlloch, entre ellos.
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Hubo paella, bebida gratis y hasta un cortador de jamón, que siempre da alegría. La cita acabó con un concierto de Los Guapos que hizo bailar a la gente como si fuese la primera fiesta a la que te invitan en verano. Quien también bailó de lo lindo fue Delia Barral, que fue con su hermana al concierto de Loquillo en Madrid.
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