Los españoles nacionalizados inclinan la balanza electoral hacia la izquierda

Este colectivo, en constante crecimiento gracias al ritmo de nacionalizaciones, superará los tres millones de personas en 2025. En las elecciones generales de 2023, ya sumaban más de 2,5 millones con derecho a voto. Sin embargo, el informe también señala una brecha en participación: solo el 66% de los nacionalizados afirma haber votado, frente al 85% de los nacidos en España.

«Los debates sobre la inmigración ponen el foco sobre el aumento de la población extranjera en España. Pero también se viene registrando una larga tendencia de subida de los residentes nacidos en el extranjero que han adquirido la nacionalidad española. Este fenómeno social tiene cada vez más importancia desde el punto de vista electoral y puede llegar a ser determinante a la hora de configurar mayorías de gobierno en nuestro país en los próximos años», afirma Juan Francisco Caro, director de Opina 360.

Los datos reflejan una clara diferencia en orientación política respecto a los españoles nacidos en el país. Mientras que entre estos últimos el apoyo a izquierda y derecha está prácticamente equilibrado (30% frente a 29,7%), los nacionalizados muestran una inclinación más marcada hacia la izquierda, que obtiene un 5,7% más de apoyo directo. Curiosamente, el PSOE es el único partido estatal que mejora sus resultados entre los españoles nacidos en el extranjero respecto a su apoyo entre los nacidos en España.

El PSOE se erige como la fuerza más votada entre los nacionalizados con un 30,5% de apoyo, seguido por el PP con un 18,7%. Vox ocupa el tercer lugar con un 8,2%, mientras que Sumar (3,3%) y Podemos (1,9%) completan el bloque de izquierdas. SALF, el partido de extrema derecha, apenas alcanza el 0,8%.

El informe también destaca diferencias por género. Las mujeres nacionalizadas tienden a votar por los grandes partidos como el PSOE y el PP que, juntos, aglutinan el 50,2% de su intención de voto. En cambio, los hombres nacionalizados muestran mayor inclinación por formaciones situadas en los extremos del espectro político, como Vox y SALF a la derecha, y Sumar y Podemos a la izquierda.

Aunque los nacionalizados comparten el hecho de haber nacido fuera de España, no constituyen un bloque ideológicamente homogéneo. Su país de origen influye notablemente en sus preferencias políticas.

Los españoles nacidos en Marruecos son los más progresistas, con una ventaja de casi 45 puntos para la izquierda sobre la derecha. En el otro extremo, los nacidos en Venezuela son los más conservadores: entre ellos, la derecha supera a la izquierda en casi 29 puntos. En términos continentales, los nacidos en América —el grupo más numeroso— están bastante divididos (32,1% izquierda frente a 30,3% derecha), mientras que los procedentes de Europa y África muestran mayor afinidad por la izquierda.

Este estudio apunta a que la influencia política de los españoles nacionalizados seguirá en aumento en los próximos años. Su peso como electores no solo está ligado a su número creciente, sino también a patrones de voto diferenciados que podrían alterar los equilibrios tradicionales del sistema político español. La izquierda, especialmente el PSOE, parece estar capitalizando este fenómeno, aunque persisten desafíos como el menor nivel de participación electoral en este colectivo.