Mariano Moreno en un momento de la grabación de su interrogatorio en el Supremo R.C:

Sobres del PSOE: «Ellos se encargaban de repartir el dinero entre su equipo... supongo yo, claro»

La grabación de la hora de declaración del exgerente del partido ante el Supremo certifica la falta de controles en la caja de Ferraz

Jueves, 13 de noviembre 2025, 12:56

Es la mañana del 29 de octubre de este 2025. Mariano Moreno Pavón, el hombre que controló la caja central del PSOE entre 2017 y ... 2021, declara como testigo ante el juez Leopoldo Puente, instructor del caso 'Abalos-Cerdán' en el Supremo. El instructor le ha citado para aclarar los pagos opacos y sin «soporte documental», los famosos sobres llenos de dinero y con el emblema del partido, a José Luis Ábalos y a Koldo García. Unos abonos, que según el PSOE, no fueron irregulares porque –alegó el partido en su escrito al Supremo- Koldo, en realidad, aunque no tenía cargo alguno en el partido, se hacía cargo de cobrar el dinero destinado al «equipo» de la Secretaría de Organización del PSOE, que entonces dirigía Ábalos.

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Moreno, durante la hora y 17 minutos que dura su interrogatorio, al que ha tenido acceso este periódico, insiste esta teoría, pero con muchas lagunas y, sobre todo, con explicaciones poco convincentes, ya sea por sus silencios como por su falta de contundencia y concreción. La falta de control en la caja de Ferraz parece evidente, a la vista de las explicaciones del exgerente.

«Ya, pero si estaba dentro de sus funciones estaba controlar que los pagos se realizaran para la finalidad en que se autorizaban. Entonces, si hay un colectivo de personas que ha incurrido en un gasto y no tenemos identificadas las personas, mal vamos a poder saber si ese dinero que usted ha dado ha ido a las personas que incurrieron en el gasto», le reprocha el instructor. «¿Usted tenía forma de saber eso o no?», le pregunta el juez.

«Yo no tenía forma porque eso venía autorizado por el secretario de Organización, cuando Celia (la trabajadora que repartía los sobres) o alguien de esa Secretaría firmaba el recibí de haber justificado (…) esa cantidad de esa liquidación, ellos eran los que se encargaban de de repartirlo entre su equipo, entiendo yo», explica con poca asertividad el testigo.

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«Yo nunca lo vi»

«Supone usted, pero usted no lo sabe», le replica el juez. «Supongo yo. Yo nunca lo vi. No lo vi porque no estuve presente», confiesa el testigo, en uno de los momentos claves de este poco resolutivo interrogatorio. Una declaración poco clarificadora que fue uno motivos por los que el juez del Supremo envió a la Audiencia Nacional un exhorto para que abriera una investigación sobre esos pagos turbios, algo que ya ha hecho el juez Ismael Moreno.

Tras 40 minutos de interrogatorio con pocas respuestas claras, el juez Leopoldo Puente ya parece hartarse. El exgerente defiende que sí que existía algún tipo de control sobre los abonos porque, por ejemplo, «los justificantes debían coincidir con las fechas que tú estabas diciendo». Estas explicaciones colman la paciencia del instructor. «Pero, Mariano, perdóneme que le interrumpa», le salta el juez. «¿No me diga usted que eso es un sistema de control? Que yo ponga en una instancia comida del 17 de marzo y que luego el ticket que acompañe sea del 17 de marzo. Hombre, es que si no fuera del 17 de marzo sería demasiado chusco… pero eso no es un sistema de control», insiste el togado.

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Aun así, el juez no tira la toalla y sigue reclamando explicaciones de ese confuso sistema de pago en el que terceras personas supuestamente recogen el dinero de toras. ¿Esta falta de comprobación, digo, no se hacía ni cuando se trataba de reclamaciones a título personal de un señor en concreto, José Luis Ábalos o el que fuese, que había incurrido en los gastos, ni tampoco cuando se imputaban a él». «Esa comprobación en esos momentos no se hacía», acaba por reconocer el exgerente. «Cuando dice usted en esos momentos, ¿a qué momentos se refiere?», repregunta el magistrado. «Durante mi mandato», le replica el testigo. «Desde 2017 a 2021», subraya el juez puente. «No, no se hacía», confirma la persona que dirigió esos años la caja de Ferraz y que hoy es el presidente de Enusa, la empresa pública encargada del suministro de uranio enriquecido a las centrales nucleares españolas, un cargo por el que cobra un sueldo anual de 245.000 euros, uno de los más altos de la administración.

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