Puig escapa al control del PSOE
El cónclave socialista se convocará el 9 de junio, una semana antes de que Madrid ratifique el reglamento para los autonómicos
FERRIOL MOYA
Sábado, 3 de junio 2017, 21:36
La comisión ejecutiva del PSPV, presidida por Ximo Puig y Alfred Boix, aprobó esta semana convocar al comité nacional de los socialistas valencianos para el próximo 9 de junio. El objetivo, aprobar en esa cita la celebración del congreso que debe elegir a la nueva dirección del partido y que tendrá lugar, según las fechas avanzadas por el propio Puig, del 28 al 30 de julio.
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Es cierto que el congreso del PSPV llega con retraso porque el nombramiento de la gestora federal tras la caída de Pedro Sánchez el 1 de octubre obligó a paralizar todos los procesos congresuales. Pero también lo es que Blanquerías ha querido ajustar al máximo los plazos para que se produzca antes de verano, dificultando así la posibilidad de que los afines al nuevo secretario general del PSOE pudieran construir una candidatura alternativa a la del líder del PSPV.
Y esa no es la única consecuencia. Convocar el congreso 'de País' -en terminología socialista- el último fin se semana de julio obliga a que el comité nacional que lo convoque, y que apruebe la normativa para elegir a la nueva dirección del partido, se produzca antes incluso del congreso federal del PSOE. El comité nacional será el día 9, y el cónclave que proclamará de nuevo a Sánchez como máximo responsable del partido tendrá lugar en Ifema una semana después, del 16 al 18 de julio.
¿Y qué consecuencias tiene ese hecho? El comité nacional del día 9 convocará un congreso y abrirá el proceso de primarias para elegir al secretario general -ya ha trascendido que el exnúmero tres socialista José Manuel Orengo coordinará el equipo del líder del PSPV-. ¿Qué primarias? Parece lógico pensar que el PSPV atenderá los criterios marcados en el último congreso federal. ¿Y si el que se celebrará un fin de semana después aprueba otra normativa? Las normas vigentes para la presentación de candidaturas a la secretaría general establecen un porcentaje de avales que deben de presentar quienes aspiren a liderar el partido. ¿Y si el congreso que se celebrará del 16 al 18 decide modificar esos porcentajes, o incluso suprimirlos? ¿Y si se aprobara una fórmula de doble vuelta en la que los dos candidatos a secretario general que hubieran logrado más apoyo tuvieran que participar en una nueva votación?
Las posibilidades son múltiples. Y todo sugiere que, con una convocatoria ya aprobada, a la dirección federal que encabezará Sánchez y saldrá del congreso de Madrid le será muy complicado alterar la normativa de aplicación en el congreso del PSPV.
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Que los socialistas valencianos convoquen su congreso antes de que el PSOE celebre su cónclave federal -que es el que se supone que pone en marcha el proceso para los congresos autonómicos- se suma a una circunstancia que no ha pasado inadvertida en la cuarta planta de la calle Blanquerías, sede de los socialistas valencianos: Sánchez no ha desvelado quienes serán sus pesos pesados en la nueva dirección pero el secretario general del PSPV de la provincia de Valencia, José Luis Ábalos, ya ha asumido la portavocía del grupo parlamentario y ejerce en la práctica como virtual número dos del PSOE. A Ábalos se le sitúa además como el principal candidato a ocupar la todopoderosa secretaría federal de Organización, que es, precisamente, el área de la dirección socialista que tiene entre sus competencias la de la 'vigilancia' de los procesos orgánicos.
Que Puig adelante 'su' congreso implica también burlar el eventual control que Ábalos pudiera tratar de ejercer del congreso del PSPV. En declaraciones a este diario, el portavoz socialista ya advirtió a Puig de las consecuencias que podría tener que no integrara a todo el partido.
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