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María Pastor y Morgan Blasco durante la función. LP

'El intruso' recala en el Teatro Rialto

La obra escrita por el dramaturgo aspense Antonio Cremades se centra en un personaje que se siente espiado y asediado

NIEVES MARCOS

Jueves, 14 de marzo 2024

El Teatro Rialto de Valencia acoge desde este próximo jueves 21 de marzo y hasta el domingo 24 la representación de la obra de teatro 'El intruso', de la compañía alicantina Col·lectiu Intermitent, obra escrita por el dramaturgo aspense Antonio Cremades. El texto, dirigido por un veterano de la escena, Juan Pastor, está interpretada por María Pastor y Morgan Blasco. El montaje se centra en un personaje que se siente espiado y asediado después haber sacado provecho personal a costa de aquellos a los que sirve. Una noche se levanta y a través de la ventana de su habitación descubre que alguien le está espiando bajo una farola. Su imaginación se pone en marcha y el miedo activa su angustia. Su mujer se ve arrastrada por las sensaciones de su marido. El acoso se activa más y más, sobre todo con la aparición de un anónimo y el espacio cerrado de la habitación se estrecha creando un clima inquietante.

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'El intruso' se pone sobre las tablas después de haber obtenido el galardón 'VI Residencia Estruch' que concede el Teatro Principal de Alicante anualmente para promocionar producciones teatrales vinculadas a la provincia de Alicante. Esta representación permitirá ver en el escenario la obra del aspense Antonio Cremades, que cuenta con una veintena de premios de teatro a nivel nacional en las últimas dos décadas. Cremades es autor de otras obras como 'Lo que dura un bolero', 'El jugador', 'Después de la señal', 'Topos' o 'La mina de sal'. En este caso, 'El intruso' viene con el aval del galardón de la 'VI Residencia Estruch' y con el éxito de su estreno en otros teatros.

En cuanto a la compañía Col·lectiu Intermitent, su director, Morgan Blasco señala que se mueven entre el teatro de texto, el teatro físico, la instalación y «la fusión de todas las etiquetas que se le puedan poner al hecho escénico. Es decir, hacemos lo que nos apetece en el momento creativo. Eso sí, con el respeto y amor que requiere cada disciplina en la que nos sumergimos».

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