El by-pass no es sólo un tramo de autovía donde se juntan la A-7 y la AP-7 para darles continuidad al circunvalar ... Valencia; es también, y cada día más, la gran avenida central de la creciente conurbación alrededor de la ciudad. Por encima de sesudos estudios y opiniones diversas sobre lo que los expertos denominan 'movilidad', ese papel periurbano del by-pass, que se suma al de cauce para el tráfico que viene de lejos o sale para puntos distantes, se aprecia con total nitidez cada vez que es fiesta local pero no en el resto del mundo. Como el jueves 9 de octubre, y también ayer viernes día 10, fecha de 'puente' para muchos en la Comunitat Valenciana.
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Estos dos días pasados, el by-pass iba bastante lleno, pero no tan saturado como suele últimamente; se notaba fluidez y no se produjeron los kilómetros atascos que se sufren de continuo, cuando la llamada 'movilidad' se convierte en quedar secuestrados durante horas. ¿Qué ocurría ayer y anteayer, porqué tan notable diferencia? No estaba el tráfico más local, comarcal o regional, el llamado técnicamente 'tráfico de agitación'; el que va, por ejemplo, de Sagunto a Moncada, de Torrent a la pista de Ademuz, de Picassent a Bétera, de Valencia hacia Benifayó o Puçol... Media provincia. Eran días festivos. Hoy y mañana también se notará el bajón, como cualquier sábado, domingo o fiesta nacional, pero esos días baja todo y no se distingue igual la influencia del tráfico de agitación, el enorme trasiego de cientos de miles de personas que se entrecruzan para recorrer unos cuantos kilómetros desde sus puntos de residencia a los polígonos industriales donde trabajan, a los colegios, hospitales... Sumen a eso el trajín incesante de miles de camiones que llevan mercancías de unas fábricas a otras, de almacenes a puntos de distribución, más los servicios de mantenimiento, incluidos fontaneros, albañiles, electricistas que han de atender instalaciones pendientes y las últimas llamadas de averías..., más el vibrante trasiego del pequeño transporte de paquetería, que es el que más crece, por el tremendo auge de las compras online.
Todo eso va por el by-pass y los dos días pasados apenas iba, y se notaba. El lunes volverá, pero quizá no se note tanto, porque a su vez esa fecha será 'puente' en otras autonomías, por la festividad de El Pilar, que cae domingo. El martes, al mogollón de nuevo. Colapsos de decenas de kilómetros porque estamos ante la avenida central de una macrociudad que crece sin parar, sin que se aumente con igual rapidez su capacidad. Hay unas obras de ampliación en marcha que empezaron tarde y van tan descaradamente lentas que tardarán lustros. Cuando acaben, quedarán cortas de nuevo. Como siempre.
El by-pass es vía imprescindible para el tráfico local, lo que debiera meter prisas en su lenta ampliación
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