Urgente Muere Alfonso Ussía a los 77 años

Diagnósticos sin tratamientos

Vicente Lladró

Valencia

Viernes, 17 de octubre 2025, 23:28

El Parlamento Europeo ha presentado un informe sobre la crisis de la vivienda en el que se pone especial énfasis en la necesidad de que ... se faciliten hipotecas baratas a los jóvenes, que se les exima de impuestos, que se ayude a comprar la primera casa, que se apoye de forma preferente a las familias con dificultades... También que se construya más, claro. Porque si no se construyen casas no será posible que las habiten quienes las necesitan. Si no hay casa, ¿quién va a comprar casa? Ni siquiera hace falta que el banco de enfrente ofrezca mejores hipotecas.

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Como es habitual en muchos asuntos de esta vieja Europa, lo que más se lleva es darle a la manivela de la burocracia y enredarse en inacabables curvas y repechos. Y como es costumbre, enseguida salen los opositores, para señalar que no se puede confiar por entero en el mercado, donde anida el monstruo de la especulación; luego hay que regular, intervenir, acotar... Ya tenemos los dos bandos, con dos líneas principales a seguir. Pero de momento no se sigue ninguna. Discutamos si son galgos o podencos. Prevalece el divertimento, sin ponerse a hacer. Y la vivienda es cada vez más escasa y más cara. Vuelta a empezar.

Desde Sumar, que está en el Gobierno de España, quieren que se limiten los alquileres y se pongan trabas especiales (o sea, más impuestos) ¡a quien tenga más de cuatro casas! ¿Quién, de Sumar, tiene cuatro casas?

La dolencia es que faltan casas, el remedio está en aligerar trámites para hacerlas y abaratarlas

Estamos en lo de casi siempre: vueltas y más vueltas, pero nadie coge el toro por los cuernos. Perdón por lo del símil taurino. Bonitas palabras, bellísimas intenciones, perfectos diagnósticos de la dolencia... pero ningún tratamiento en serio para estabilizar al enfermo e iniciar su curación. Ningún servicio de urgencias, no hay UVI, no se acierta a ponerle goteros al paciente.

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Pues claro que hay que construir casas nuevas. A mansalva. Y tener planes hipotecarios asequilbles. Y controlar precios, porque si son excesivos no hay hipoteca que valga, no se podrá devolver su importe. Solo construyendo habrá más oferta que atienda la demanda, y con eso y el necesario control, más el impulso empresarial por abaratar sistemas constructivos, irán llegando soluciones. Pero antes que nada hay que empezar por aligerar cargas burocráticas para generar suelo urbanizable y dar licencias de construcción, porque esa es la gran complicación de salida. Se tardan más de diez años en conseguir todos los permisos necesarios para empezar los cimientos, y eso deriva de las excesivas exigencias modernas de esta vieja Europa, donde todos los parlamentos debieran eliminar con urgencia trámites inútiles. Si no, seguiremos en lo mismo. Faltan casas. Quiten trabas para hacerlas.

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