Peter Sellers (Reino Unido, 8 de septiembre de 1925-1980) es recordado, sobre todo, por su divertidísima interpretación del gafe y 'destroyer' inspector Jacques Clouseau ... en la saga dirigida por Blake Edwards, popular franquicia iniciada con 'La Pantera Rosa' (1963, destaquemos también la popular y genial música de Henry Mancini) y proseguida, siempre con estupendos repartos (David Niven, Claudia Cardinale, Capucine, Herbert Lom, Christopher Plummer, Robert Wagner...), por 'El nuevo caso del Inspector Clouseau' (1964), 'El regreso de La Pantera Rosa' (1975), 'La Pantera Rosa ataca de nuevo' (1976) y 'La venganza de La Pantera Rosa' (1980).
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La noche del 5 de abril de 1964, poco antes de tener sexo con su esposa Britt Ekland, Sellers inhaló 'popper', como estimulante sexual, lo que provocó que sufriera ocho ataques cardiacos en el curso de tres horas. Lo he escrito bien: ocho ataques en tres horas. Esta muy grave crisis le obligó a retirarse de la película 'Bésame, tonto' (con Kim Novak y Dean Martin), para ser sustituido, en una solución de urgencia, por Ray Walston. El film, dirigido por Billy Wilder, se resiente de ese cambio forzado: Walston no es Peter Sellers, desde luego.
Dentro de tres días se conmemora el centenario del actor británico, especializado en personajes muy singulares. Recordemos algunos de sus mejores trabajos: 'El quinteto de la muerte' (Alexander Mackendrick, 1955), 'Lolita' (en su papel más inquietante, con dirección de Stanley Kubrick, 1962), '¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú' (con doble papel; Stanley Kubrick, 1964) o la descacharrante 'El guateque' (Blake Edwards, 1968), en la que encarna a Hrundi V. Bakshi, ingenuo y metepatas actor hindú, contratado como extra (¡con resultados nefastos!) en una superproducción de Hollywood. Las risas están aseguradas desde la primera secuencia.
Este cronista tiene una especial debilidad por el Peter Sellers de 'Bienvenido Mr. Chance' (Hal Ashby, 1979), en la que comparte reparto con Shirley MacLaine, Melvyn Douglas y Richard Basehart. Sellers interpreta en esta película a Chance, extraño varón que solo sabe de jardinería y televisión y que pronuncia una y otra vez frases simples sobre plantas y estaciones del año. Ese limitado conocimiento de las cosas del mundo es tomado por los poderosos y también por el gran público como muestra indiscutible de una profunda sabiduría.
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Alta filosofía
Destaquemos algunas de esas píldoras de alta filosofía vital. Cuando le preguntan por la situación del país (Estados Unidos), Chance responde con estas majestuosas palabras: «En el jardín, hay un tiempo para crecer y un tiempo para podar. Después del invierno, llega la primavera». Todo el mundo lo interpreta como un análisis brillante del ciclo económico.
Sobre la necesidad de la paciencia, afirma Chance: «Todo lo que una planta necesita es sol y agua». La ciudadanía ve en esa simple reflexión una metáfora del desarrollo de la nación.
Sobre el paso del tiempo: «El jardín no se cambia de la noche a la mañana. Todo lleva su estación». Aplausos generales. ¡Cuánto sabe Mr. Chance! El mundo necesita grandes pensadores como él, dictamina el personal.
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Algunas de las profundas meditaciones de Chance podrían ser matizadas en el mundo real. Pero muy poco, basta con arreglos suaves.
Ahora mismo, en estos días ardientes, podemos escuchar aquí y allá parecidas afirmaciones. Más o menos así: 'Finaliza el verano, ahora los bosques se incendiarán menos, pronto llegará la lluvia y más tarde, después del otoño, vendrá el invierno'.
¡Qué genios los Mr. Chance de cualquier época, que 'sabuts' son!
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