El tren iba a 275 kilómetros por hora y tú, que estabas analizando si lo que presidía el menú era lasaña de verduras o un ... emplasto de cataplasma, alcanzaste a ver, allá a lo lejos, en el prado, una vaca. Bueno más: ocho, doce, muchas vacas y algunos caballos. Porque el tren, por tierras leonesas, iba ganando altura para subir a Asturias. La Robla-Pola de Lena, aquel mítico puerto de Pajares donde reventaban las locomotoras. Ahora tiene catorce viaductos y once túneles, entre ellos uno, el grande, 25 kilómetros de un tirón.
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¡Qué linda la vaca! Y qué hermosa la vida en el campo, ¿verdad? Terneritos, ordeñar a las cinco y media de la mañana en enero, controlar purines y antibióticos... La Pastoral de Beethoven no abarca tanta belleza. La variante de Pajares la impulsó el gobierno de Aznar y la terminó, en 2023, el de Sánchez. Y calculo que ha costado unos 4.000 millones de euros, entre los que están los impuestos que hemos pagado renegando usted, yo, y el ganadero de León, el de las vacas indiferentes al paso loco del tren.
Este verano ha sido bestial. Días y más días de calor, montes abandonados a su suerte y fuegos que un día tras otro lo han llenado todo de desolación y miseria. Se han quemado pueblos enteros, en un soplido infernal, y el pastor de las vacas de las alturas de León está diciendo en la tele que salvó las reses, pero las tiene a veinte kilómetros al sur, sin poder reintegrarlas a unos pastos que no se pueden aprovechar porque son veneno.
En Valencia hemos aprendido a entenderlo: de repente viene el agua y te quedas sin nada. Ya no hay casa, no hay álbum de fotos de la primera comunión, no hay futuro. A la vera del Poyo hay una peluquería amasada en barro y en las tierras altas de León los artefactos de ordeñar son retorcidos recuerdos de un oficio. Estamos en lo mismo, aquí y allá: el agua y el fuego, aliados en la desgracia, cortan vidas por la mitad y dejan a la gente hundida.
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La España de vacaciones, perezosa y cansada, vuelve la mirada hacia los pueblos del fuego. Castilla y León, Galicia, Extremadura... Cuando toca hablar del Valle del Jerte y de Las Médulas, hasta los periodistas se espabilan: ¡Ah, oh, patrimonio de la Humanidad! Hay que desplegar todo un catálogo de parsimonia en la operación de incorporarse, dejar el mojito en la repisa y atender al puñetero teléfono que nunca trae buenas noticias.
-Dime, dime... Pásame un resumen. Que llamen a la UME. Sí, ahí está el protocolo, que lo sigan, que declaren la alerta 3. Y como siempre, que pidan lo que necesiten...
La bronca política repite, como un calco, el onanismo de la inundación. La televisión habla de Ribadelago: el pueblo de Zamora arrasado por el derrumbamiento de una presa del río Tera, ha recibido ahora el castigo del fuego. En 1959 hubo 144 muertos, la mitad de la población, y Valencia envió ayudas. Pero en la 'urba' lo que preocupa es que los pinos tocan las casas. WhatsApp: «No dejen las bolsas de basura fuera del contenedor, que de noche bajan los jabalíes». «¿Y no nos podrían poner cañones de agua?»
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