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IVÁN ARLANDIS

Tuteo en Les Corts

La comparecencia de Mazón sobre la dana demostró que el parlamento es una muestra de la calle, pero de los callejones más oscuros

A. Rallo

Valencia

Viernes, 14 de noviembre 2025, 00:12

El retrato. La evolución -mejor dicho, el avance sin más- ha ido eliminando paulatinamente el respeto hacia el otro. Una de sus múltiples manifestaciones ... era el uso del usted. Ha pasado, por ejemplo, en los juicios. Los magistrados, al principio, todavía saltaban airados cuando alguien ya sea acusado o testigo olvidaba la fórmula de cortesía. Ahora parecen ya más resignados a su suerte, incapaces de frenar el tuteo y ese aparente buen rollismo que se extiende a la misma velocidad que entra la luz al levantar una persiana. La comisión de investigación de Les Corts fue, como siempre, una muestra de la calle. Pero lamentablemente de los callejones más oscuros. El tuteo se impuso desde el minuto uno, especialmente visible en un Joan Baldoví que no parece diferenciar entre la dignidad de un Parlamento y el esmorzar con los amigos. Soltó «collons» en ese tono siempre campechano y hasta le reirían la gracia. Cogió el testigo el bueno de José Muñoz (PSPV) con un tú pegado a la boca y una emoción -en los políticos ya no sabes si es real o fingida o todo forma parte de la puesta en escena- para recriminarle a Mazón su comida en El Ventorro y la desatención al resto de valencianos. Para rematar, Fernando Pastor, del PP, con formas distintas, pero con un fondo hiriente con las víctimas. Este fue el retrato de la tarde del martes. ¿Llamó alguien la atención a los intervinientes? Pues tampoco la presidenta de la comisión, la diputada de Vox Miriam Turiel, reparó en el tuteo o, simplemente, calló resignada. Es el primer paso para la derrota. En ese escenario -en realidad eso no hubiera afectado- Mazón hizo lo esperado: culpar al Gobierno. Al margen de la guerra política, ¿dispone el PP de argumentos sólidos para criticar la gestión de la emergencia y la posterior actuación del Ejecutivo con sonadas ausencias desde entonces en la Comunitat? Pues sí. Es un discurso que puede sostenerse con la propia asunción de errores. ¿Por qué no ha tenido utilidad? Pues porque para lanzar un reproche sobre una gestión debemos de ser absolutamente transparentes en nuestro relato, asunto que ha sido imposible con Mazón. Quizá porque la verdad de aquella tarde -desvelar al fin la definitiva cronología y admitir las mentiras de las primeras versiones- no resulta compatible con la Presidencia. Y todo apunta a que, tarde o temprano, deberá hacerlo en sede judicial. En esta situación desembarcará -salvo sorpresa- Juanfran Pérez Llorca. Su reto será de qué forma marca distancia con Mazón, construye su propio camino sin enterrar el del expresidente. Algo así como mantener el equilibrio sobre un alambre. A Pérez Llorca quizá le faltaría marketing para ser presidente en una situación, digamos 'normal'. Pero hoy eso puede transformarse en virtud para, llegados 2027, soltar: «Escúchenme... Quiero seguir».

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