El exalcalde de Benissa (PP) acusa a Isidor Mollà de «venganza fraguada con el engaño»
Roselló asegura que el partido «tenía que elegir entre suicidio o muerte» y el concejal de C's dice que ha recibido una «presión brutal de gente que perdía el negocio»
R. GONZÁLEZ
Jueves, 12 de enero 2017, 00:01
El exalcalde de Benissa, el popular Juan Bautista Roselló, no se ha mordido la lengua a la hora de calificar al concejal de Ciudadanos, Isidor Mollà, por su actuación al favorecer que un nuevo equipo de gobierno, formado por Reiniciem, PSPV y Compromís, tomen las riendas del ayuntamiento. En un comunicado, explicó que lo ocurrido respondía a «una venganza fraguada con el engaño y teñida con el chantaje en la que el PP tenía que elegir desde el primer día entre suicidio o muerte».
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Roselló relató que en las últimas elecciones municipales la formación naranja fue la única que se sentó a negociar con los populares, que fueron la fuerza más votada con casi el 44% de los sufragios. Según señaló, era «imprescindible entenderse» con Mollà para poder disponer de mayoría suficiente para sacar adelante las propuestas.
Al respecto, matizó que el regidor de C's puso dos condiciones que «hemos cumplido». La primera era que en la junta de gobierno estuvieran todos los partidos. La segunda reclamación era que el propio Juan Bautista Roselló abandonara la Corporación antes de que acabara 2016, como así sucedió. Es más, el exprimer edil recalcó que Isidor Mollà había amenazado con «presentar o apoyar una moción de censura» si no dejaba el puesto.
A pesar de haber cedido en ambas peticiones, «el engaño, la venganza, el chantaje o quién sabe qué oscuro interés de este personaje [...] ha podido más», lamentó.
Además, insistió en que esa decisión de Mollà ha permitido que Benissa esté gobernada ahora por un tripartito «con menos votos que el que estaba legitima y mayoritariamente elegido por el pueblo de Benissa».
Por su parte, el único representante de Ciudadanos en la Corporación contestó que había actuado con «lealtad» a los vecinos y que a pesar de la marcha de Roselló, no había visto en el PP un proyecto transformador para salir de «esta situación caótica».
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«Muchos sapos»
Isidor Mollà señaló, además, que durante el año y medio transcurrido de esta legislatura había tenido que apoyar proyectos que no le agradaban. «Me he tragado muchos sapos», comentó, como Ortiz o Cotino. Por eso, consideró que era el momento de «acabar con esa pesadilla pensando en el progreso de Benissa». En su opinión, era hora de poner fin a casi 18 años de «amiguismo y favoritismo».
Respecto a la decisión de optar en el pleno de investidura del martes por la tarde por una opción que apuesta por la transparencia y la participación, el edil de C's admitió que había recibido «una presión brutal de gente que pierde su negocio», en referencia a los populares. Y apuntó que su partido no iba a convertirse en la marca blanca del Partido Popular.
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No obstante, aprovechó para tender su mano a los concejales del PP y respaldarles en lo que sea beneficioso para el municipio porque «tiene gente que es competente». En ese sentido, reiteró que no le importará apoyar las propuestas, vengan del grupo que venga, siempre que sirvan para mejorar la situación del municipio.
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