Julián Calero: «Hemos intentado todas las operaciones»
El entrenador granota reconoce que muchos intentos de fichaje se han quedado por el camino: «No podemos ofrecer mucho dinero, pero vendemos un proyecto reconocible»
José Martí
Valencia
Domingo, 27 de julio 2025, 13:04
Julián Calero no tiene pelos en la lengua. Con la naturalidad, franqueza y contundencia que lo caracterizan, ha tomado la palabra en el inicio de la pretemporada del Levante para analizar el momento actual del equipo. El técnico madrileño ha vuelto a mostrar su carácter sin filtros en una entrevista concedida al club, en la que desgrana sus sensaciones tras el ascenso, aborda la situación del mercado de fichajes y reivindica el trabajo colectivo de la entidad.
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Calero ha querido poner sobre la mesa una realidad que conoce bien cualquier club que regresa a la máxima categoría con recursos limitados: competir en Primera es un reto mayúsculo. Y aún más, cuando se parte desde la humildad y la reconstrucción. En ese contexto, el entrenador ha sido transparente al hablar del mercado de fichajes, reconociendo que algunas operaciones no se han podido cerrar pese al esfuerzo realizado por la dirección deportiva: «La gente piensa que, a lo mejor, hemos dejado escapar a algún jugador, pero hemos intentado todo por algunos. Para que la afición se quede tranquila: hemos trabajado muchas operaciones. Todas. Pero a veces, por circunstancias ajenas a nosotros, no se llega».
La honestidad de Calero conecta con la afición granota, que durante la campaña del ascenso valoró precisamente ese compromiso sin excusas. El técnico ha recalcado que hay plena implicación por parte del club, especialmente del presidente José Danvila, a quien ha agradecido el esfuerzo que está realizando en las negociaciones para reforzar al equipo: «Danvila está haciendo un esfuerzo muy importante en las negociaciones. Está encima de todo, y eso para nosotros es fundamental. Se nota que hay una dirección clara y que todos estamos remando en la misma dirección.»
Respecto a su propio papel en el proceso de fichajes, Calero ha querido rebajar la percepción de que su figura ha sido determinante en todas las operaciones. Si bien ha admitido que participa en el cierre de algunos fichajes como «último empujón», también ha insistido en la relevancia del trabajo silencioso de otras áreas del club: «Hay un trabajo muy importante de la dirección deportiva. Yo doy ese último empujón de entrenador que intenta convencer al jugador para que venga. En algunos casos ha funcionado y en otros no nos ha salido bien la jugada y han elegido otros destinos».
A lo largo de la conversación, se ha dejado ver con claridad una de las líneas maestras de este nuevo Levante: humildad, trabajo colectivo y una construcción sólida desde la base. El equipo ha comenzado a reforzarse desde atrás, apuntalando la defensa con la llegada de tres laterales, dos centrales y dos mediocentros. Una planificación ordenada y sin alardes, priorizando el equilibrio por encima de los nombres. «Hemos empezado reforzando la defensa porque teníamos escasez en esa zona. Queremos seguir incorporando piezas, porque hay puestos en los que necesitamos mejorar. Está siendo un trabajo arduo, no tenemos los medios económicos de otros clubes, pero vendemos un proyecto reconocible».
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En un mercado tan exigente como el de Primera División, Calero ha tenido que tirar también de cercanía personal y convicción para intentar atraer a los jugadores. Ha sido él mismo quien ha llamado a más de uno para trasladarles qué tipo de club es el Levante y qué proyecto hay detrás: «Yo cuento a los jugadores dónde van a estar. Van a jugar ante una afición extraordinaria, en un estadio que merece la pena, en un día a día exigente. Tratamos de vender lo que tenemos con nuestras armas. No con mucho dinero, pero sí con un proyecto de crecimiento».
Más allá de los nombres, el técnico levantinista ha querido centrarse también en el aspecto futbolístico. Ha reflexionado sobre el estilo de juego que pretende mantener, dejando claro que la identidad del equipo está por encima de los sistemas tácticos. Para Calero, el modelo Levante debe reconocerse en cada jornada: «Nuestro equipo tiene unas señas de identidad y no las voy a variar. Queremos ser un equipo reconocible, ordenado, trabajador, dinámico, agresivo para atacar. Un equipo que sepa correr, que maneje las áreas, que sepa sufrir y competir».
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Sin embargo, también ha abierto la puerta a cierta flexibilidad táctica, en función del rival y del momento de la temporada. De hecho, ha confirmado que durante la pretemporada están ensayando hasta tres sistemas distintos: «El sistema sí que lo puedo variar. Vamos a manejar tres esquemas diferentes, que ya estamos trabajando. Pero la idea, la base, no va a cambiar. Queremos tener más alternativas para poder sorprender a nuestros rivales, o al menos para combatirlos bien».
La pretemporada, para Calero, no es simplemente un periodo de preparación física. La considera una etapa clave para la creación de automatismos, para afinar los conceptos colectivos y para que el grupo asimile los valores del equipo. No hay urgencia por el resultado, pero sí exigencia por la construcción de un equipo competitivo: «La pretemporada es un momento especial. Es el momento para construir una identidad. Queremos crear patrones de juego que nos identifiquen. Es ahora cuando se empieza a cocinar lo que luego se verá durante todo el año».
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Con la mirada puesta en el calendario, Calero no ha esquivado que el inicio liguero será exigente. Pero lejos de lamentarse, lo interpreta como una oportunidad para medir el nivel del equipo desde el primer momento: «Nos ha tocado un inicio muy complicado. Pero es apasionante y debe ser muy motivante para todos. Hemos salido del pozo y ahora jugamos con los mejores. El club está preparado y tenemos la ilusión de todos.»
Sobre su debut en Primera División como entrenador, Calero ha mostrado la humildad que lo ha acompañado desde que asumió el reto de devolver al Levante a la élite. En lugar de centrarse en su propia figura, ha querido destacar el protagonismo del colectivo: «Esto no es una oportunidad para mí, es una oportunidad para que el Levante vuelva a afianzarse entre los mejores. Yo estoy al servicio de mi equipo, y mis jugadores también lo están».
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Por último, ha lanzado un mensaje directo a la afición. Está convencido de que con el aliento de la grada del decano valenciano todo será más fácil: «En la segunda vuelta del año pasado conseguimos enganchar el equipo y la afición. Quiero volver a verlo. Sé que nos van a ayudar muchísimo. Les pedimos que sean comprensivos con nosotros, que nos apoyen en los momentos más complicados. Les pedimos que estén con nosotros, incluso cuando cometamos errores. Los vamos a necesitar.»
El lema que tanto caló la pasada temporada, el ya célebre «Todo va a salir bien», evoluciona este año hacia una nueva declaración de intenciones que, de nuevo, pone el foco en lo colectivo: «Este año digo que todos juntos lo conseguiremos.» Con esa convicción, Julián Calero encara el inicio de un nuevo reto. Él tiene claro el camino. Humildad, trabajo y unión.
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