Urgente Muere Alfonso Ussía a los 77 años
Junto al barranco, los vecinos de la calle 7, Elena y Ricardo. J.Bort
RADIOGRAFÍA DE LOS MUNICIPIOS DANA UN AÑO DESPUÉS

El barrio de I'Omet de Picassent espera una solución para los daños

Sin víctimas mortales en los datos oficiales pero con cerca de medio centenar de viviendas afectadas

Nacho Roca

Picassent

Martes, 9 de septiembre 2025, 00:44

En Picassent, la dana del 29 de octubre de 2024 dejó una huella imborrable. Aunque el municipio no aparece en las listas con cifras de ... víctimas mortales, el impacto humano y material ha sido devastador, especialmente en el barrio de la Font de l'Omet. Allí, la fuerza del agua alcanzó hasta dos metros de altura, arrasando calles enteras y convirtiendo en inaccesibles 11 de las 31 viviendas afectadas. Casi un año después, siete familias siguen sin poder volver a sus casas, atrapadas entre precintos y promesas incumplidas. La catástrofe no solo destruyó hogares, sino también la confianza de unos vecinos que sienten que el tiempo se detuvo en su calle, mientras esperan soluciones que no terminan de llegar.

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Los vecinos de la urbanización Omet recuerdan con precisión aquella tarde. «El agua empezó a las seis de la tarde, y en menos de media hora ya nos llegaba a las rodillas», cuenta una vecina de la calle 7, una de las más afectadas. El agua bajaba con violencia desde Turís y Montserrat, arrastrando barro, troncos, cañas y una cisterna de un camión. «Ya habíamos avisado muchas veces de la necesidad de mantener limpio el barranco», insisten.

Elena, una de las afectadas, revive el momento en el que tuvo que sacar a su madre de 88 años por el tejado para salvarla. «El agua entró tan rápido que no teníamos salida. Fue una pesadilla», recuerda. Otro vecino explica que «en mi casa el barro alcanzó los tres metros y lo perdimos todo».

Calle 7 y al fondo la reconstrucción del puente L'Omet. J. Bort

Las pérdidas materiales fueron incontables entre muebles, electrodomésticos y vehículos. «Mi coche quedó destrozado, no sirvió para nada», relata otro afectado. Pero más allá de los objetos, lo que más pesa es la sensación de vulnerabilidad. «Cada vez que anuncian lluvias fuertes, nos entra el miedo de que vuelva a pasar. Vivimos con esa angustia», dicen.

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Lo que más indigna a los residentes es la falta de soluciones rápidas. «Todavía seguimos esperando que empiecen las obras», lamenta un vecino, señalando las grietas y humedades que continúan en su vivienda. La calle 7 sigue precintada en parte, y algunas casas permanecen vacías desde aquel 29 de octubre.

La sensación de abandono se repite en cada testimonio porque «nos sentimos olvidados y nadie nos da plazos claros». La desconfianza crece cada día que pasa. «No sabemos cuándo van a hacer colectores, ni qué pasará con nuestras casas. Nadie nos da respuestas concretas», reclaman.

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En medio de la incertidumbre, la solidaridad vecinal se ha convertido en la única red de apoyo. «Nos ayudamos entre todos, porque nadie vino hasta horas después. Fue la unión entre vecinos lo que nos permitió resistir», explican.

Desde el Ayuntamiento de Picassent insisten en que la reconstrucción del Omet es un proyecto complejo, que requiere la coordinación de varias administraciones y un elevado presupuesto. La cronología de trámites es extensa y se inicia el 13 de noviembre, apenas dos semanas después de la dana, el consistorio solicitó la primera reunión con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), organismo competente en el barranco. Tras sucesivas reuniones y requerimientos técnicos, en febrero el Ministerio de Política Territorial anunció la concesión de 15,7 millones de euros para financiar gran parte de las actuaciones en el municipio.

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El Ayuntamiento encargó una memoria valorada que cifró en 10,6 millones de euros la reconstrucción del barranco y de la calle 7. El proyecto incluye la reposición de muros de contención, la estabilización de taludes, la reposición de servicios municipales como el saneamiento, agua potable, pluviales o alumbrado, la reconstrucción de viales, zonas peatonales y el área recreativa de la Font de l'Omet.

La alcaldesa, Conxa García, reconoce la lentitud de los procesos, pero defiende el esfuerzo realizado porque «ha sido mucho el trabajo invertido desde el primer día para dar cobertura a los afectados y activar la reconstrucción tanto del Omet como del resto del término municipal. Valoramos muy positivamente la implicación de organismos como Tragsa, la Sareb, la CHJ, el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana, aunque a todos nos hubiera gustado acortar más los plazos. También quiero agradecer a los vecinos su confianza en el Ayuntamiento como interlocutor en esta ingente tarea de reconstrucción».

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La dana también provocó más de 150 incidencias en caminos rurales, además de destruir el puente del Omet, el del Sabater y la pasarela peatonal que une Picassent con Alcàsser. El Ministerio de Agricultura ha financiado reparaciones valoradas en un millón de euros, como el paso del barranco de Ninyerola, mientras que la Conselleria de Medio Ambiente e Infraestructuras gestiona las obras de los puentes, con una inversión de 4 millones de euros y finalización prevista para noviembre.

En paralelo, la Generalitat invierte en la recuperación de la red de Metrovalencia, donde el hito más relevante se llevó a cabo el pasado 27 de junio, cuando se recuperó el servicio de 20 paradas de Metrovalencia en el marco del proceso de reconstrucción de la red en el que se han invertido 140 millones de euros. La recuperación de la red permitió recuperar una conexión fundamental para miles de viajeros anuales.

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Mientras las administraciones enumeran inversiones y proyectos, los vecinos de la calle 7 siguen midiendo el tiempo en promesas. Las cifras millonarias y las memorias técnicas contrastan con la vida cotidiana de quienes todavía no pueden regresar a su hogar. «Nosotros solo queremos volver a nuestra casa. No pedimos más», resume un afectado. Una frase sencilla que encierra el sentir de toda una comunidad que, casi un año después, sigue esperando que la normalidad regrese a su barrio.

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