Prueba de las compuertas en una calle de Aldaia. JOSÉ LUIS BORT

Aldaia activará las compuertas junto al barranco cuando haya alerta naranja

El Ayuntamiento quiere construir una salida del agua junto a las vías del tren mientras estudia cómo evitar el obstáculo de un paso inferior

Paco Moreno

Valencia

Jueves, 25 de septiembre 2025, 20:10

El Ayuntamiento de Aldaia activará la instalación de las compuertas antirriadas junto al barranco de la Saleta con la alerta naranja de fuertes lluvias. Así lo indicaron ayer fuentes municipales, quienes precisaron que la colocación de las planchas será progresiva a partir de ese momento, dependiendo del criterio de los técnicos acerca de las zonas más peligrosas por el riesgo de sufrir inundaciones.

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La empresa instaladora y técnicos municipales llevan desde este miércoles colocando los pivotes que sujetan las compuertas, probando su colocación dejándolas en grandes armarios metálicos. Cuando haya alerta naranja y tras la decisión de los expertos, las pondrán para proteger a los vecinos de las calles más próximas al tramo final del barranco de la Saleta.

¿Por qué sólo esta zona? La respuesta se encuentra echando un vistazo al terreno. Mientras que en el resto del casco urbano, el cauce está protegidos con muros y ligeramente por debajo de la cota de la calle, en las inmediaciones de la estación de Cercanías la situación cambia por completo, quedando a ras de calle como si se tratase de un jardín.

El sistema de compuertas es un recurso utilizado hace lustros en Aldaia, al igual que los sacos de arena. Los anteriores fueron arrastrados por las inundaciones de la dana, con lo que el Ayuntamiento encargó una instalación completamente nueva. Tiene una altura mayor y se coloca por lamas, con lo que en apariencia es un sistema más rápido.

Inundaciones como la dana del pasado 29 de octubre se llevarían por delante las compuertas, obvio, aunque la defensa está preparada y es más útil en caso de lluvias intensas. Las mismas fuentes apreciaron que no es extraño el año en que se han colocado «tres o cuatro veces».

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Las calles San Francisco, Iglesia, Alaquàs, Huntington, Teodoro Llorente, Manuel Broseta, Miquel Grau y Joan Fuster, además de otra instalación en el túnel junto a la estación de Cercanías es donde se han situado los pivotes metálicos y los armarios que guardan las compuertas.

A partir de esa zona, el barranco acaba, sin salida debido a la urbanización del municipio, el tendido ferroviario y el citado paso inferior. Se trata de unas barreras infranqueables, aunque la idea del Consistorio es darle continuidad hasta sacar el caudal del agua fuera del casco urbano.

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¿Cómo conseguirlo? Las mismas fuentes apuntaron que la iniciativa pasa por construir la prolongación del barranco, un canal por el escaso espacio, a lo largo de las vías ferroviarias en dirección a Xirivella. Insistieron en que hay posibilidad para hacerlo, mientras que los técnicos todavía estudian cómo salvar el paso inferior, que cruza el final del barranco como una barrera.

El nuevo canal seguirá a cielo abierto por terrenos de huerta hasta su encuentro con el corredor verde, la prolongación de la Saleta que proyecta la Confederación Hidrográfica del Júcar para quitarle caudal precisamente al tramo urbano y que pueda desaguar en el nuevo cauce.

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La previsión es que este mismo año, el primer trimestre de 2026 a lo sumo, el organismo estatal de aguas saque a licitación la ejecución de las obras, un canal subterráneo que luego irá a cielo abierto, por el que confía en llevar hasta un máximno de 130 metros cúbicos por segundo.

A esto habría que sumarle del canal que promueve el Consistorio, mucho menor pero que evitará inundaciones en las calles y viviendas cercanas. Además, se reduce el riesgo de que el caudal llegue hasta Alaquàs, al contrario de lo que ocurrió el 29 de octubre por la dana.

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En cuanto al orden de colocación de las compuertas cuando haya alerta naranja, desde el Ayuntamiento sostuvieron que siempre se seguirá el criterio técnico, tanto por la seguridad de las personas como por la del tráfico. Las planchas llegarán hasta 1,50 metros de altura e impedirán el paso de los vehículos y viandantes cuando estén.

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