Aspecto del horno actual LP

400 barras de pan para dar las gracias en Albal

Un horno hará un reparto gratuito al acercarse al año de la reapertura tras la dana

Paco Moreno

Valencia

Martes, 14 de octubre 2025, 18:40

¿Cómo agradece un horno inundado por la dana la ayuda de un barrio tras mantener toda la clientela después de la reapertura? Pues repartiendo pan gratis, en concreto 400 barras (una por cliente). Esto sucederá este viernes en Albal, desde las diez de la mañana hasta agotar existencias.

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Será en Horno Delicias (avenida de las Cortes Valencianas, 16), cuya propietaria Antonela Lores, comenta que el gesto también quiere agradecer de alguna manera el esfuerzo de las empleadas por el duro trabajo que hicieron para salvar el negocio. Verónica, Maite, Verónica y Loli son las citadas, a las que se ha unido Loli recientemente como refuerzo.

Y es que lo que iba a ser un «plan B se ha vuelto un plan A» de negocio y rentabilidad, según la dueña, propietaria asimismo de un comercio de telefonía en la misma avenida, justo enfrente. «Si no fuera por las empleadas, el horno no estaría abierto a día de hoy», insiste sobre la dura situación que debieron afrontar. El municipio de Albal no se inundó en su totalidad, aunque sí la zona en la que se sitúa el establecimiento.

Empleadas del Horno Delicias. LP

«Fueron las primeras en producir pan después de la dana en la zona inundada, lo daban en la puerta», señala Antonela. «Queremos tener un reconocimiento con ellas, darles valor a lo que han hecho», además de «agradecer a la población porque un año después sin ellos no podríamos haber seguido».

En los dos comercios, horno y tienda de telefonía, entraron unos 80 centímetros de agua y arrastres. Antonela se quedó el horno en abril, cuando ya estaba en pleno funcionamiento. «Hablaron con los proveedores y les trajeron todo lo suficiente para que pudieran hacer pan», recuerda sobre el papel de las trabajadoras.

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El Ayuntamiento de Albal ha querido también destacar el trabajo de este comercio dando difusión al reparto de 400 panes. Algún horno afectado por la dana todavía no ha podido abrir, destaca. Tras la reapertura no se ha tenido que cerrar por la reforma necesaria, al hacerla los fines de semana y fuera del horario comercial.

A pesar de las dificultades, Antonela prefiere caminar por el optimismo. «El negocio de la telefonía lo abrí y llegó el Covid, así que ya estoy acostumbrada a las catástrofes», dice riendo. Al principio, admite que tuvo que convencer a su marido David para quedarse con el negocio. El dinero que debían haber ganado con la venta del pan lo donarán a la Asociación Enfila l'Agulla. «Han trabajado mucho también por el pueblo», subraya.

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Tras la reapertura y el cambio de propiedad, el horno entró en una renovación de productos. «Ofrecemos también comida para llevar, pasteles, tartas y todo tipo de bollería, como un producto que consideramos estrella llamado espartero, una combinación de ensaimada y croissant con canela y azúcar. Hemos incorporado foccaia y bocadillos, cada día ofrecemos cosas nuevas...».

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