Unas fiestas para recordar

Pasados unos días de la culminación de las fiestas patronales ilicitanas, tras un paréntesis, o más bien un merecido descanso, es llegada la hora de realizar un balance, una mirada, en esta caso muy satisfactoria, de lo acontecido en estos días grandes de Elche, en que los moradores de esta trabajadora ciudad se desmelenan, se lanzan a la calle o se introducen en el interior para celebrar, para honrar a su Patrona, la Virgen de la Asunción. Y a fe que en esta ocasión, este año, lo han hecho con manifiesta intensidad.

Como introducción, el Pregón, un acto muy carismático, que es esperado con manifiesto interés, que en esta ocasión corrió a cargo nada menos que de un científico, Francisco Martínez Mojica. Parecía un tanto extraño, pero dejó de serlo en el momento que puso de relieve su elevado ilicitanismo, su calidad de persona con arraigo en las raíces de 'su pueblo', que parece más adecuado, según él mismo apuntó, que decir 'su ciudad'. Salió triunfante y puso de manifiesto que pese a su alejamiento no ha perdido en ningún momento ese hondo sentido, esa íntima y profunda satisfacción de sentirse ilicitano. Por tanto, un sobresaliente.

Y abiertas las puertas de las fiestas de par en par, entran en liza las huestes moras con un desfile excepcional, previa esa emotiva misa en recuerdo de los festeros difuntos, que puso de relieve el interés, el empuje y las ganas de hacer fiesta, de buscar el esplendor, el exotismo y la desbordaba alegría por las calles ilicitanas. Una Entrada Mora de aúpa, vamos, de las que impresionan, quedando a gran altura el capitán, Miguel Angel Butrón, y toda su comparsa, Benimerines.

Y otro tanto cabe decir de los Cristianos, que naturalmente no podían quedarse atrás, con la comparsa Piratas, que estrenaba capitanía. Su capitán, Ernesto Sempere, echó el resto, apoyado por todos, y presentó un boato realmente espectacular.

Pero no son únicamente las Entradas lo destacable, sino que hay poner sobre el tapete el precioso (incluso emocionante ) acto de las Embajadas, bien llevadas a cabo, como ejemplo para cualquier otro pueblo que las celebre. Y claro está, los continuos pasacalles, las celebraciones en sus feudos, la alegría y el buen humor que derrochan por toda la ciudad.

Otros actos a destacar, los celebrados por Pobladores de Elche, que este año han experimentado un manifiesto auge, saliendo de esa larga pausa de escaso relieve que sucedió a tan esplendorosos actos de antaño. Sí, se ha recuperado un buen trecho, con un amplio abanico de realizaciones, luchas, teatro, diversos espectáculos relacionados con sus orígenes, sin olvidarse de la música.

Y pasemos la página con otro gran ente festero, los que ahora se intitulan Federación Gestora de Festejos Populares. Con una serie de actos en general, además de los que celebran en sus respectivas sedes las comisiones, que han tenido una relevante realización. Empezando por la Gran Charanga, fabulosa; la Batalla de Flores, que se recuperó el pasado año y que éste ha superado en esplendor, en la cantidad de flores, con un piso totalmente cubierto por un manto floral precioso, y en manifiesta alegría y comunión entre el público y las reinas y damas que ocupan las carrozas.

Y naturalmente otras muchas actividades, entre las que sigue destacando la Ofrenda Floral, sin duda la participativa de cuantas se habían realizado hasta la fecha, con un considerable aumento en la asistencia de otras poblaciones. O el Concurso de Arroz con Costra, y otras actividades cara al público.

Noche de fuego

Otro punto importante en las fiestas, los fuegos artificiales, y naturalmente la Nit de l'Albá, que resultó en verdad estruendosa, atronadora, con una superdescarga continua a través de muchos minutos, que culminó con el disparo de la palmera monumental, sencillamente maravillosa. Miles y miles de personas, no solamente de la ciudadanía ilicitana sino de muchas otras poblaciones, acuden en la noche del 13 a Elche para presenciar tan fabuloso espectáculo, y realmente los de aquí quedamos encantados y los de fuera impresionados por tan espectacular noche de fuego. Las mascletás, atronadoras y espectaculares, que cada vez convocan a más público.

Por último, nuestro mayor tesoro, nuestro Misteri, y su celebración, que ha constituido, una vez más, la guinda, la perla de las fiestas, que no en balde se realizan en honor a la Patrona, la Virgen de la Asunción. Ha quedado constancia en estás páginas de todas las representaciones llevadas a cabo en la Basílica de Santa María, con ese acto culminante y emocionante de la Asunción de la Virgen y su Coronación, donde la alegría, el entusiasmo y las lágrimas, se entremezclan para demostrar el cariño, la devoción de todo un pueblo, vamos, toda una gran ciudad, hacia su Patrona.

Y en este particular, hay que destacar el excelente estado de los cantores que integran la Capilla del Misteri, en un magnífico momento, sin duda el más alto alcanzado, merced a una fabulosa labor que se lleva a cabo durante todo el año, y cuyos resultados están suficientemente acreditados. Por mucho que algunas personas se inclinen por formar dentro de la Casa de la Festa una escuela de canto, cuando esta faceta está estupendamente atendida con los profesores y auxiliares, que durante todo el año van educando las voces y obteniendo los estupendos resultados que están bien a la vista.

En fin, esto es a grandes rasgos, a los que habría que añadir muchos otros matices, el resumen de unas alegres y esplendorosas fiestas mayores que cada año se celebran en Elche para goce de propios y extraños. Y hasta el año que viene.