Adrián Todolí: «La inteligencia artificial ya puede tomar decisiones como un jefe: contratar, despedir, etc.»
El profesor de la UV considera que la tecnología sustituirá «tareas, no profesiones concretas»
Profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universitat de València (UV), Adrián Todolí ha realizado este verano una estancia ... de investigación en Estocolmo (Suecia) para profundizar en el en uso de la inteligencia artificial (IA) por parte de las administraciones públicas en materia labora. Es autor, además, de la obra 'Algoritmos productivos y extractivos'.
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¿El algoritmo es la principal amenaza del mercado de trabajo?
Sí, la IA claramente plantea muchas amenazas, riesgos y oportunidades para el mercado del trabajo y para los trabajadores. Conocemos desde siempre el riesgo que implica la tecnología: la máquina de vapor, cajeros automáticos, robots industriales, etc. La tecnología siempre ha sustituido mano de obra pero esta vez el riesgo es cómo va a pasar. Hasta ahora, la tecnología sustituye mano de obra, abarata costes del producto generado y esto, a su vez, hace que haya más demanda y, en consecuencia, hacen falta más trabajadores. Pero, esta vez, la pregunta es si va a suceder esto o no: hay teóricos que dicen que no porque la IA sustituirá mano de obra y desaparecerán profesiones; y otro dicen que la tecnología sustituirá tareas, no profesiones. Por lo que volveríamos al modelo de abaratar costes, más demanda y más falta de mano de obra. Pero en esta nube de posibilidades quizá esta vez no es igual que otras veces porque estamos ya en mercados muy concentrados y puede que no se acabe bajando precios, entonces la tecnología no provocará su propia demanda y generará desempleo. No lo sabemos, aunque es cierto que estamos en un mayor riesgo que otras veces.
¿Qué profesiones pueden verse más afectadas?
Principalmente vemos que todas las profesiones relacionadas con la propia programación, aquellas que puedan hacerse de forma automática, todo lo que tenga que ver con traducción o redacción de textos, etc. Es probable que la tecnología sustituya tareas, no profesiones concretas; habrá que trabajar con la IA. Es el caso de traductores, de abogados. No van a desaparecer profesiones completamente sino que se van a realizar tareas con más IA. Además, una de las cosas que ocurre es que desaparecen profesiones de nivel intermedio o con salario intermedio; lo cual implica que aumentan los trabajos muy cualificados con tareas complejas y bien remuneradas y también las de poca cualificación y poco remuneradas. Las tareas muy complejas son difíciles de automatizar pero, a la vez, las tareas poco cualificadas y poco remuneradas son tan baratas que no vale la pena automatizarlas. Eso es un riesgo para la sociedad porque la clase media, los trabajos intermedios, son los que están desapareciendo, polarizándose el mercado de trabajo.
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«Los trabajos intermedios están desapareciendo, polarizándose el mercado de trabajo»
Adrián Todolí
¿Es necesaria una regulación de la IA, como plantea Europa?
Sí, es necesaria no sólo por el impacto en el mercado laboral. La IA actualmente ya se usa como jefe para tomar decisiones, por ejemplo, a quién se contrata, a quién se despide, los turnos, etc. ya lo deciden los algoritmos.
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¿Llegamos tarde?
La tecnología va por delante y la normativa va por detrás, siempre es así. No llegamos tarde, es la realidad porque la normativa regula los problemas que está provocando esa realidad. Es verdad que no deberíamos esperar demasiado porque no se puede intentar cambiar algo cuando está asentado, es mejor prevenir problemas.
¿Qué aspectos deberíamos abordar sin dilación?
Dos al menos. Lo primero, la discriminación: garantizar que cuando se usa IA para un proceso de selección o de dirigir (puede evaluar a los trabajadores, despedir, etc.). Debería haber una supervisión, que haya una agencia supervisora de la IA, por ejemplo, que podría hacer auditorías para comprobar que el algoritmo no está discriminando. Por otro lado, se debería abordar la prevención de riesgos laborales, sobre todo en sitios industriales, cuando el algoritmo te marca un camino por el que ir, el número de paquetes que has de empaquetar y enviar o cuántas habitaciones debes limpiar en tu jornada, esto podría provocar problemas de salud.
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En la era de la digitalización, ¿la desconexión digital es una utopía?
Se ha regulado porque han aparecido nuevos problemas. Hace diez años no tenía ningún sentido pero actualmente con el teléfono móvil, el Whatsapp, el teletrabajo… No es una utopía, es una necesidad. Los propios psicólogos lo establecen: el ser humano debe descansar para no acabar con problemas de salud mental. De ahí las vacaciones y la desconexión digital.
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