La central que rescató a la Comunitat del apagón
Infraestructura clave I El complejo, compuesto por la presa de Cortes de Pallás y la Muela I y II, permitió recuperar la red en la región y alrededores desde el cero eléctrico en tan sólo doce horas
En el curso medio del río Júcar se ubica el héroe que rescató a la Comunitat Valenciana del apagón sin precedentes que sufrió toda la Península Ibérica el pasado 28 de abril cuando una avería en la red eléctrica dejó sin luz a toda la población. El complejo hidroeléctrico de Cortes-La Muela se convirtió en el protagonista silencioso de la recuperación de la red en medio de un debate acalorado -y politizado- sobre el modelo energético por el que debería apostar España.
Para entender su funcionamiento, LAS PROVINCIAS se adentró esta semana en las entrañas del complejo en una visita guiada por Iberdrola, la propietaria de la infraestructura, cuya principal virtud es su capacidad de arranque autónomo, un sistema con el que no cuentan otras centrales hidroeléctricas. Además de ello, también contribuyó su enorme flexibilidad y capacidad de generación, con la que se logró restablecer el suministro eléctrico en sólo doce horas en toda la Comunitat Valenciana y en amplias zonas de Aragón y Albacete.
Este hito no fue casualidad. La infraestructura es la central de bombeo más grande de Europa y funciona como una auténtica gigabatería natural que almacena energía limpia para activarse en cuestión de minutos cuando más se necesita. Situada en Cortes de Pallás, el complejo está formado por tres elementos clave: la presa de Cortes, construida en 1988; y las centrales La Muela I (1989) y La Muela II (2015). En total, el sistema ha supuesto una inversión superior a los 1.200 millones de euros.
El depósito es la joya del complejo, puesto que funciona como una gigabatería al servicio de la demanda y la oferta
Su funcionamiento es tan eficiente como ingenioso: cuando hay excedente de energía renovable, ese sobrante se utiliza para bombear agua al depósito superior, situado en la meseta de una montaña. Esa agua queda almacenada a más de 500 metros de altura hasta que el sistema eléctrico necesita energía. Entonces se libera y atraviesa tuberías forzadas de casi 5 metros de diámetro que activan las turbinas.
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Además, el complejo cuenta con nueve turbinas que dan luz la Comunitat, Murcia y parte de Aragón y Albacete. En concreto, hay tres ubicadas en la central de La Muela I, cuatro en la II y dos turbinas en la presa de Cortes. Las siete ubicadas en la Muela 1 y 2 son reversibles, lo que quiere decir que sirven tanto para bombear agua como para turbinar. Estas unidades, que funcionan una media de 18 a 20 horas diarias, son capaces de suministrar electricidad de forma continua durante 16 horas a plena potencia, cubriendo la demanda de hasta siete millones de personas.
«Es una infraestructura muy rápida y muy flexible», explica Elías Carpio, jefe de la central hidroeléctrica Cortes - La Muela de Iberdrola. «Podemos pasar del modo bombeo al modo turbina en cuestión de minutos, y lo hacemos según lo que pide el sistema desde el despacho de generación en Madrid», agrega.
Durante el apagón del 28 de abril, esa capacidad de arranque autónomo fue clave. «Arrancamos los grupos turbina por procedimiento internos y nos pusimos a disposición de Red Eléctrica», explica Carpio. Solo unas pocas centrales hidráulicas en España tienen esta capacidad de encendido sin depender de la red.



El papel de Cortes-La Muela va más allá de emergencias. En la actualidad, el complejo genera alrededor del 6% de toda la energía hidroeléctrica producida en España. Su embalse superior, con un perímetro de cinco kilómetros y una capacidad de 20 hectómetros cúbicos, se llena en 22 a 25 horas si se bombea de forma continua. Una de sus grandes virtudes es su resiliencia frente a la sequía. «Podemos turbinar y bombear tantas veces como queramos. El agua no se pierde», explica el responsable. Cada turbina ha sido diseñada a medida para cada instalación teniendo en cuenta el caudal, el salto hidráulico y la demanda prevista. Las turbinas de Muela II giran a 600 revoluciones por minuto, y las de Muela I a 500.
Funcionamiento
En modo turbina, el agua mueve el rotor, que genera un campo electromagnético con el estátor para producir electricidad. En modo bombeo, ocurre el proceso inverso: la energía de la red hace girar el rotor, que mueve las turbinas para subir el agua al embalse.
Todo el complejo está telecontrolado y en constante vigilancia. Se realizan inspecciones diarias, revisiones anuales y evaluaciones en profundidad cada cuatro años.Cortes-La Muela tiene licencia de explotación hasta 2065, y se ha consolidado como un modelo a seguir por su capacidad de almacenar energía en grandes cantidades y liberarla de forma inmediata cuando todo se apaga o cuando el sol no brilla o bien el viento no sopla con fuerza.
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