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. Jesús Signes
Pasión por la selección

Valencia apoya ante pantallas gigantes a la selección en la Eurocopa femenina

Los aficionados de la Petxina se marchan con la decepción en el cuerpo tras ver caer a España de forma cruel en los penaltis

Marcos Sánchez

Valencia

Domingo, 27 de julio 2025, 18:24

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Día para la historia del deporte español, ya sea para bien o para mal, porque el camino que ha forjado la selección nacional en estos últimos cuatro años ha impulsado enormemente, a otra escala, el fútbol femenino en este país. Antes era realmente aleatorio o sorprendente ver una camiseta con el nombre de alguna jugadora; ahora, sin embargo, se pueden encontrar tanto padres, hijos e incluso familias enteras que llevan orgullosos serigrafiados los nombres de Alexia Putellas, Aitana Bonmatí o Cata Coll. El buen hacer de las de Montsé Tomé en las últimas competiciones ha llevado a que crezca ese fervor incesante por seguirlas y apoyarlas en cada competición que van disputando. Primero fue el hito de proclamarse campeonas del mundo en 2023, luego arrasar sin ningún tipo de rival llevándose la Nations League en febrero de 2024, y casi cerrando un círculo perfecto derrotando a Inglaterra en su primera final de la historia en la Eurocopa. No pudo ser, al caer en penaltis.

Es por eso que, en todas las partes del país y en Valencia, los ayuntamientos han dispuesto pantallas gigantes para aquellos «locos» que están con unas ganas tremendas de seguir a España femenino. En Torrent, en la primera parada de este viaje por tres puntos donde seguían al conjunto nacional, los aficionados, presos del calor sofocante, llegaron con el tiempo justo para sentarse y ver el partido de las de Montsé Tomé. Sin embargo, siempre hay alguna valiente que, antes de tiempo, está preparada con su abanico y su energía, dispuesta a disfrutar de una tarde de ensueño. Es el caso de María del Monte, que señala que, desde el pelotazo que pegó la selección consiguiendo el Mundial, sigue a España.

«Llevo siguiendo a España desde el año del Mundial. Estoy aquí para ver esta final de la Eurocopa porque es algo totalmente histórico. Hay que apoyar más al fútbol femenino para que puedan crecer igual que con el masculino. Mis jugadoras favoritas son Salma Paralluelo y Alexia Putellas», afirmaba la aficionada española.

Clara López, aficionada de España en Torrent. MARCOS SÁNCHEZ

De esta selección española, los nombres que más reconocimiento o impacto en el fútbol femenino han tenido en estos últimos años, y que han llegado a otro nivel de visibilidad, son Aitana Bonmatí y Alexia Putellas. Esta última se ha convertido en la referente de muchos niños y niñas, porque no solo es un ejemplo a seguir dentro del terreno de juego por su calidad o maestría, sino que, fuera del verde, sigue siendo el altavoz de muchas mujeres que reivindican un mejor trato para este deporte. De ahí que sea tan querida la catalana. Clara López Soriano, que se encontraba en Torrent para vivir la final, apuntaba esto mismo.

«Para mí, Alexia Putellas ha sido mi referente, sin duda, en todo este tiempo que he seguido a la selección española. Porque creo que es una mujer que ha luchado contra todo y contra todos, pelea con todas las garras que tiene y lo da todo para ser la mejor con todo su equipo y hacer lo mejor para el equipo», apuntaba la aficionada española.

La segunda parada era el Polideportivo Jaume I de Aldaia. La realidad es que el calor sofocante hizo que muchos aficionados optasen por ver este día tan histórico desde casa, con el aire acondicionado, aunque siempre había familias que, para que sus hijos pudiesen ver junto a otros pequeños a la selección española, acudieron con botella de agua en mano, revista y abanico a hacerle frente a los casi 38° grados de temperatura. Esto mismo es lo que decidió hacer Benjamín Arondo, que, junto a su mujer y sus dos hijas, decidió acudir a este recinto para que sus hijas viviesen de primera mano la experiencia de la selección española.

«Veníamos de Valencia y hemos dicho de buscar un sitio donde pusiesen el partido para que las niñas viesen un poco el partido y todo el ambiente. Ya vimos la final de la Eurocopa de los chicos el año pasado, y ahora tocaban las chicas. Es deporte», señalaba el padre de las dos hijas.

Con el inicio del partido, ya los amigos, familias y demás aficionados ponen sus ojos en la pantalla, nerviosos y con ganas de intentar ver a la selección marcar algún gol. Pasan los minutos y España domina, pero no consigue crear peligro sobre las inglesas, y la gente empieza a morderse las uñas. Sin embargo, en el minuto 22 de partido, tanto los padres como los hijos saltan en un clamor con el tanto de Mariona, que les ponía por delante. Hasta los más pequeños correteaban tras el gol de las españolas, sin entender mucho qué celebraban a su alrededor los demás.

La Petxina vibra con España

Llega el fin de la primera parte y momento de decir adiós a Aldaia para encaminarse a la Petxina. Arrancaba la segunda parte y ya en la Petxina. 45 minutos por delante, 45 minutos para seguir haciendo historia y conseguir la primera Eurocopa. No sin sufrir, porque los aficionados que estaban presentes en el complejo deportivo de la Petxina suspiraban de nervios y frustración, porque Inglaterra empataba en el minuto 57. Se notaba que, en el corazón de Valencia, se vivía con más intensidad y pasión el partido, porque cada acercamiento de las de Montse Tomé a tres cuartos de campo daba lugar a un run-run para intentar celebrar un posible gol. Incluso alguna acción defensiva buena se aplaudía con energía por evitar un susto mayor de las inglesas.

La Petxina. MARCOS SÁNCHEZ

Menos de diez minutos, cualquier error se podía penalizar. Un gol podía suponer prácticamente el título para alguna de las dos selecciones. La Petxina sabía esto, porque, si antes cada acción de peligro se animaba con fuerza, ahora, más todavía. Al igual que cada acercamiento de las inglesas, que era meter el miedo en el cuerpo a los aficionados. La moneda no cayó de ningún lado. Se alargaba el sufrimiento porque España e Inglaterra se fueron a la prórroga. Media hora más de un sinvivir en la Petxina.

Poco que celebrar, poco que decir en los primeros 15 minutos de la prórroga. La Petxina animaba al grito de «¡España, España!», intentando despertar un poco a los espectadores que se habían quedado aplomados por la poca acción en este primer tramo de la prórroga. Solo una pequeña ocasión de Claudia Piña levantó un «uy» generalizado entre los aficionados, que se lamentaron con la ocasión perdida. La segunda parte fue una constante desesperación para los aficionados españoles, porque las de Montse Tomé tuvieron innumerables ocasiones para llevarse el gato al agua y, en cada tiro o disparo que se marchaba fuera, los aficionados se desesperaban. No hubo ningún gol. La diosa fortuna marcaría la suerte de ambas selecciones en los penaltis. Cata Coll o Hannah Hampton, una de ellas dos tenía el boleto ganador en sus manos. La Petxina, desbordada de nervios. Lo que no querían, los penaltis, habían llegado.

No hubo suerte en estos penaltis, porque las españolas fallaron tres de cuatro y la Petxina y sus aficionados con cara de decepción decían adiós a la posible primera Eurocopa de España en su historia.

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