Los 10 pintores imprescindibles de la colección Lladró

Entre las colecciones más amplias y de más valor de Sorolla en la Comunitat destaca la de la familia Lladró, que posee 'Majo levantino', –que anuncia la que más tarde será una de sus preferencias, el retrato al aire libre; 'Huertano valenciano'; 'El jardín del convento'; 'Patio del Cabañal'; 'Labradora valenciana'; 'La cocina de la huerta'; 'Desnudo en el estudio' y 'Retrato de Luis Moscardó', entre otros. Destaca por su gran formato y temática religiosa 'Yo soy el pan de la vida',–encargado por Rafael Errázuriz para su mansión en Valparaíso.

Cabeza de valenciana', 'Niño valenciano', 'A la fiesta en mi calle' y 'Bacante y Amorcillo' son las tres piezas del pintor valenciano en manos de Lladró.

De este pintor guarda 'Sagrada familia con San Juanito', 'Pentecostés (La venida del Espíritu Santo)', 'Sagrada familia', 'San Juan Bautista' y 'San Jerónimo'.

El pintor extremeño realizó una decena de ejemplares de 'Virgen en meditación' y una de ellas forma parte de la colección Lladró. De Zurbarán la familia valenciana adquirió 'Cristo Crucifijado'.

Suyos son dos lienzos 'San Onofre' y 'San Andrés'. Ambos son versiones de obras conocidas por otros ejemplares y obras, «seguramente realizadas en el obrador, por oficiales hábiles bajo su directa supervisión», según el catálogo de la colección Lladró.

Del pintor más significativo de la pintura española en la primera mitad del siglo XIX, Lladró posee 'Virgen del Rosario con Santo Domingo y Santa Catalina de Sena', 'Retrato de Doña Ana Cabañero y Retamosa' y 'Sagrada Familia'.

'Adoración de los pastores' fue atribuido primero a Jerónimo Jacinto de Espinosa y en el año 2000 a Ribalta. De 1852, el lienzo fue adquirido por el británico Stanford por seis libras en el siglo XIX. Luego tuvo más recorrido hasta llegar a manos de los Lladró.

Lladró posee 'Adoración de los Reyes', 'Ecce homo' y 'Descendimiento y Piedad'.

'Santiago El menor' es una versión del prototipo del cual existen versiones autógrafas. Una de ellas se encuentra en la catedral de Toledo.

El propio Rubens afirma en una carta que él dio los retoques finales al 'San Matías'.