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La ilustración y el diseño renuevan la cerámica

La ilustración y el diseño renuevan la cerámica

Juan Carlos Iñiesta, Ana Illueca, Susana Gutiérrez o Xavier Monsalvatje convierten sus piezas en obras de arte

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Domingo, 29 de octubre 2017, 02:13

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De la cerámica se suele hablar en las páginas de economía. El sector es uno de los más importantes en la Comunitat. Solo en pavimento y revestimientos, la región concentra más del 95% de la producción estatal que, según la patronal ASCER, movió en 2016 unos 3.313 millones de euros en ventas.

Los libros de historia también hacen referencia a esta tradición milenaria. Los griegos la loaban porque se trataba de la unión de los cuatro elementos de la naturaleza (agua, fuego, tierra y aire). En la Comunitat, Manises y Paterna empiezan a escribir su historia en el siglo XIV y ponen a Valencia en el mapa exportando las piezas a todo el Mediterráneo.

Pero el arte también tiene mucho que contar en este mundo. Algunos ceramistas valencianos han empezado a ganarse su terreno en otras disciplinas adaptando las técnicas más añejas a otros discursos y utilidades. Es el caso de Xavier Monsalvatje, que ha trasladado la ilustración del papel a piezas de cerámica. La tradicional pintura azul dibuja ahora trazos más propios del cómic, el graffiti o el tatuaje ‘old school’ con motivos sociales y de denuncia.

Monsalvatje está en boca de todos sus coetáneos, aunque no tienen nada que envidiarle. En el terreno del diseño, Juan Carlos Iñiesta ha apartado su proyecto artístico personal para centrarse en Domanises, un proyecto con el que quiere trabajar codo a codo con diseñadores para hacer en cerámica «todo lo que se nos pida». «Estamos en un momento de investigación total, tanto a nivel formal como a nivel decorativo. Nos interesa aportar novedades en este campo que es algo inmovilista. Cuando se pasa de generación en generación, uno se vuelve muy cómodo sin investigar ni cambiar el rumbo», comenta Iñiesta. Así lo ha hecho produciendo piezas para Quique Dacosta o Estudio Menta, entre otros. Además, pone como ejemplo la empresa La Cerámica Valenciana de José Gimeno, una de las más destacadas en el panorama tradicional que ha sabido reinventarse sumando a la marca Sagen Ceramics de piezas contemporáneas.

El promotor de Domanises cuenta cómo la cifra de ceramistas del barrio de los Obradores de Manises pasó de los centenares a las decenas. «Con esto de la globalización, el ceramista busca diferenciarse de las grandes marcas, ya no valen las grandes producciones». Y añade: «En Valencia tenemos grandes nombres, otra cosa es la visibilidad que tengan».

Una de las grandes culpables de que suceda esto es la Escuela de Arte Superior de Cerámica de Manises. En sus 101 años de vida, la institución ha basado sus estudios en tres pilares: técnica, arte e innovación. A pesar de la poca visibilidad y de contar con un número modesto de alumnos, resulta ser referencia y no para de recibir estudiantes de multitudes nacionalidades.

Susana Gutiérrez, bajo el pseudónimo de Sweet Sue, también es Marca Valencia. Su trabajo de final de título en la escuela fue diseñar un juego de vajilla para Pedro Subijana y vio un nicho en los restaurantes gastronómicos que ha ido conquistando. La precisión y el cuidado de las geometrías de las piezas de porcelana es su punto diferenciador. «Los restaurantes quieren diferenciarse y la vajilla es otro elemento más», comenta. «Hay que hacer pedagogía para que se nos comprenda, para que la gente entienda que la cerámica está cambiando de lenguaje y de registro, que ya no es solo la tradición (que está muy bien) sino que hay algo más allá, que nos podemos salir un poco del tiesto», añade.

La Bienal de Manises arranca este lunes

El próximo lunes arrancan las actividades de la Bienal Internacional de Cerámica en Manises. Ya son trece ediciones de esta cita que reúne a grandes nombres del panorama internacional en la localidad valenciana.

A través de las Master Class, como la de Petra Bittl o Estela Miguel, se da la oportunidad de conocer de primera mano los métodos de trabajo y técnicas de artistas con gran talento.

También habrá espacios expositivos repartidos por Manises con obras de grandes ceramistas como Tan Hongyu o la del veterano Enric Mestre, que estudió en nuestra escuela en la época en la que Alfons Blat era director y su profesor, gracias a conferencias que se impartirán también en nuestra escuela.

«Las actividades desarrolladas en torno a la Bienal colaboran en gran medida a que nuestros alumnos estén al día y por lo tanto sean unos profesionales que pueden atender las demandas de los distintos ámbitos que abarca la cerámica», cuentan desde la Escuela de Manises.

Aunque el público habitual son ceramistas y profesionales, tanto la escuela como los artistas entrevistados en este artículo coinciden en destacar la relevancia «a nivel internacional» de la cita y desean que el público general se atreva a conocer a la vanguardia de la cerámica.

La cita está organizada por el Museo de Cerámica de Manises, la Escuela de Arte Superior de Cerámica y por el Ayuntamiento de la localidad.

Por otra parte, Ana Illueca llegó a este mundo desde la publicidad y fue tornera. Produce platos decorativos «con carácter Valencia», adaptando la tradición artesanal autóctona: «tiro mucho de orígenes, me gusta mucho defender la tierra, demostrar que con cosas identitarias se puede hacer algo chulo...».

Su proyecto más destacado es ‘Platos platónicos’, en el que cuenta, a través de las piezas de cerámica, una historia de amor imposible. Lo hace a través de vídeos que difundió en redes sociales, combinando así la artesanía con la narrativa y el audiovisual.

Pero, ¿por qué la cerámica? Juan Carlos Iñiesta habla en términos técnicos: «Para un diseñador, el producto puede llegar a resultar incluso más barato que producir una pieza en plástico y además tiene el valor añadido de que sea una colección artesanal». Susana Gutiérrez responde de una forma más visceral: «Supongo que porque soy masoca. Me encanta por la dificultad y la técnica, cada pieza la siento como un reto». Ana Illueca destaca «el contacto directo de la mano con la materia» y la concentración casi terapéutica que le exige esta.

Juan Carlos Iñiesta.
Juan Carlos Iñiesta.

Pero esta selección de artistas es una pequeña parte de todo el panorama valenciano: Juan Ortiz, Enric Mestre, Rafaela Pareja, Amparo Almela, Juanjo Arjona, Miguel Cañadas, Vicente Roda, Nieves Jiménez, Alejandra Bañuelos... Y sumando.

No resulta extraño ver algunos de estos nombres en una galería. Algunas piezas ya se han colado en algunas muestras y se organizan cursos y talleres. El objetivo es tratar de tú a tú al resto de disciplinas, mostrar todas las posibilidades de la cerámica, mostrarla como una herramienta más en vez de una disciplina diferente.

Presencia en centros de arte

Con motivo del centenario de la escuela de Manises, el año pasado se programaron diferentes muestras en centros como La Nau en el que se expusieron piezas y se aprovechaba para hacer divulgación.

La presencia de la cerámica en museos tiene su máxima representación en el González Martí, situado en el palacio del Marqués de Dos Aguas, donde se combina la historia con piezas contemporáneas. Ahora toca mirar hacia fuera y observar las galerías y a otras iniciativas con un público más amplio.

Pero adoptar la innovación es, en parte, abandonar la tradición. En este sentido, todos los artistas coinciden poniendo en valor las factorías y la artesanía antigua, pero insisten en que es el momento de mirar adelante. distinguen así a los ceramistas y a los artistas. «Es cierto que no hemos sabido adaptarnos a las nuevas necesidades. Admiro mucho a los artesanos, pero tal vez les haga falta una mirada más artística», comenta Ana Illueca. «Estamos empezando a coger el rumbo correcto y sacándole partido al talento local», añade Gutiérrez.

Valencia es el sitio indicado para que la cerámica se haga grande y se extienda como una disciplina artística que resiste y se adapta al paso del tiempo. La Comunitat no sólo cuenta con el capital humano, sino con un tejido empresarial que permite a los artistas desarrollar más cómodamente su trabajo y la historia para no empezar desde cero.

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