La cultura no da dinero y otros mitos desmentidos hasta la saciedad: el Festival de Teatro Clásico de Mérida genera miles de empleos y millones de euros
En ocasiones, pensamos que la cultura no da dinero, pero nada más lejos de la realidad. El caso del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, entre muchos otros, lo demuestra
Muchas veces pensamos que la cultura rinde tan solo a un fin enriquecedor e intelectual. Lógicamente, en parte es así, pero mil veces ha quedado demostrado que la cultura también es económicamente rentable. En ocasiones se piensa que la creatividad y la creación no tienen cabida en las dinámicas de mercado, pero no hay más que echar una mirada a la vasta oferta cultural que recorre la geografía española. No es que sea rentable, es que lo es en extremo.
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Uno de los ejemplos más claros de esto es el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el más importante de toda España en su género y uno de los más señalados de toda Europa. Tan importante es este festival para la ciudad que, a lo largo de las 71ª ediciones que se han celebrado del mismo, Mérida ha evolucionado a su son. Ha crecido, ha generado cientos de miles de empleos directos e indirectos y se ha constituido como un municipio en el que el teatro y la tradición grecorromana están profundamente enraizadas al entorno.
Reale Seguros ha querido poner en valor el poder transformador de la Cultura en todos los niveles a través de su campaña 'Cultura con Impacto', a través de la cual pretende poner en valor el poder de la cultura en ámbitos como el empleo, la salud y la inclusión. En esta ocasión, LAS PROVINCIAS pone el foco en el empleo que genera el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, pero también en su impacto indirecto sobre el tejido socioeconómico del territorio y en cómo el festival trasciende mucho más allá de los meses de julio y agosto.
Mucho más que dos meses de teatro (que no es poco)
El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida está dando trabajo directo este año a más de 700 personas. De todas ellas, seiscientas forman parte de las coproducciones y exhibiciones de esta edición que se celebra bajo el lema 'Donde la historia y la emoción se encuentran'.
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Jesús Cimarro, director del festival, explica que el impacto positivo sobre el tejido socioeconómico de la ciudad va mucho más allá de esas 700 personas. Por cada entrada vendida a quienes acuden de fuera (que cuesta 35 euros de media), se generan alrededor de 200 euros de gasto adicional en alojamientos, hostelería, etc. El pasado año, de los 180.000 espectadores que tuvo el festival, 40.000 acudieron desde fuera de Mérida, por lo que el gasto asociado ascendió a 8 millones de euros solo durante los dos meses que duran los espectáculos.
Los gastos asociados de quienes acuden al festival desde fuera ascienden a 200 euros por persona, lo que suponen alrededor de 8 millones de euros para los negocios de la ciudad
La dimensión es mucho mayor de lo que parece a primera vista. Cimarro comenta que el festival es «uno de los más grandes de temática grecorromana y grecolatina que existen», además de, «probablemente, el único que queda en el sur de Europa». Y sus aristas se extienden por todo el territorio español, pues muchas de las obras producidas por el festival acaban extendiéndose por la Red Española de Teatros de Titularidad Pública.
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Cifras «apabullantes»
El año pasado, la famosa actriz Victoria Abril debutaba en Mérida encarnando a Medusa en la obra de José María Castillo. Ironía, tragedia y altas dosis de mordacidad se dieron la mano en una obra que acumuló 33.000 espectadores a lo largo de diez funciones que hicieron sold out de manera arrolladora.
«Estas cifras son apabullantes -explica Cimarro-. El teatro también puede mover a grandes masas». Y no hay más que ver la evolución del festival: en 2012, cuando Cimarro asumió la dirección, tuvo 50.000 espectadores. La pasada edición esta cifras ascendía a la friolera de 180.000. «Casi se ha cuadruplicado la asistencia en doce años», se granjea el director.
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Reale Foundation, por su parte, lleva más de veinte años contribuyendo a la organización del festival, asegurando el encuentro internacional de cada edición, la ceremonia de entrega de los premios 'Ceres de Teatro' y diversidad de actividades que se realizan. El objetivo de Reale Foundation es evitar cualquier imprevisto que pueda suceder para garantizar la divulgación artística de la mejor forma posible.
Un modelo de gestión que beneficia al territorio
Cimarro apunta también al modelo de gestión del festival, que sale a concurso público. Desde hace años, Pentación Espectáculos ha sido la encargada de gestionar el festival bajo la dirección de Cimarro. Según explica él mismo, la administración costea el 50% del festival y el otro 50% «sale de la taquilla». Es aquí donde viene el beneficio para Mérida: En caso de haber déficit, se haría cargo Pentación Espectáculos. Pero, de haber superávit, el 90% del mismo se devuelve a la administración. «A fin de cuentas -resume el director-, a la administración le viene genial este modelo».
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Establecimientos como el Parador de Mérida también experimentan un fuerte incremento en sus reservas durante el tiempo que dura el festival. Así lo asevera Daniel de Lamo Ramiro, director del parador. «Durante los meses de julio y agosto, la ocupación aumenta entre un 20% y un 30% respecto a otros periodos. En los días señalados, llegamos a colgar el cartel de completo».
El tipo de turistas que el festival lleva a alojarse en el parador suelen ser parejas de entre 45 y 70 años que planifican sus vacaciones en torno a la programación teatral. Y según indica De Lamo Ramiro, el festival «trasciende al verano», pues proyecta a Mérida como «un destino cultural de referencia durante todo el año». También observa que que las reservas aumentan desde que se publica la programación de cada edición, lo que «anticipa la demanda y desestacionaliza la actividad turística».
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Más de cincuenta compañías teatrales
Un total de 51 compañías de toda España acudirán al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, y se exhibirán un total de 150 representaciones a lo largo del mes de julio y agosto. Como curiosidad, entre ellas se encuentra la compañía castellonense La Fam, que llevará a Mérida 'Aquiles', una producción de dimensiones gigantescas en la que un Aquiles de más de 5 metros y 800 kilos de peso irrumpe en la ciudad y recorre sus calles en un imponente espectáculo.
Y el impacto va más allá de los meses de julio y agosto. Por un lado, el festival realiza un total de veinte talleres teatrales en veinte municipios extremeños organizados por veinte compañías -también extremeñas-. Por no hablar de que las representaciones no solo se exhiben en el Teatro Romano o en el Teatro María Luisa, sino también en otros enclaves como el Templo de Diana o el Pórtico del Foro Municipal de Augusta Emérita. El festival también extiende sus raíces más allá de Mérida, llevando algunas de sus producciones a teatros de Madrid, Medellín (Badajoz) o al Teatro Romano de Regina.
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Implicar a la ciudad
El Festival, como impulso cultural, involucra a toda la ciudad de Mérida. Multitud de asociaciones, colectivos, galerías, etcétera, están implicadas y se ven beneficiadas de un festival que ha demostrado que la cultura es sinónimo de rentabilidad o crecimiento económico. Cimarro lo resume con claridad: «El turismo cultural potencia en gran medida la economía extremeña. El teatro genera mucho dinero».
Este reportaje se enmarca en el proyecto 'Cultura con Impacto' de Reale Foundation, un proyecto que la compañía Reale Seguros pone en marcha con el objetivo de mostrar su compromiso con la sociedad a través de la cultura.
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