'Yo soy el pan de la vida', de Sorolla, en el edificio de Correos. irene marsilla

Ni Bancaja ni la Casa Museo valoran el proyecto de la Hispanic en Valencia

Los responsables de las dos instituciones culturales eluden valorar la iniciativa sobre el antiguo edificio de Correos | La escueta reacción de Rafa Alcón y Enrique Varela: «Todo suma»

Carmen Velasco

Valencia

Jueves, 2 de octubre 2025, 18:11

Un arqueo de cejas, una sonrisa y pocas palabras. Esta fue la reacción de Rafa Alcón y Enrique Varela, responsables de la Fundación Bancaja y ... la Casa Museo de Sorolla de Madrid, respectivamente, cuando fueron preguntados por los periodistas por el proyecto promovido por la Generalitat con los fondos de la Hispanic Society of America (HSA) para el antiguo edificio de Correos, rebautizado como Palacio de las Comunicaciones. Tras los elocuentes gestos, una largo silencio. Un silencio incómodo, que revela cierta tirantez. «Todo suma» fue la frase pronunciada por Alcón, que refrendó Varela. Ninguno de los responsables entró a valorar la calidad u oportunidad de la iniciativa del Consell por la cual la Hispanic cederá para su exhibición en Valencia las piezas de Sorolla, en su mayoría dibujos, bocetos y una decena de lienzos. 'Visión de España', la obra magna de Sorolla, no saldrá de Nueva York. El trabajo monumental de los paneles que Archer M. Huntington encargó al pintor valenciano no abandonarán la sede estadounidense.

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Durante la presentación de 'Sorolla. Obras maestras del Museo Sorolla' sólo se citó el nombre de la Hispanic una única vez. Fue en boca de Varela y en referencia a que en la muestra de Bancaja se exhiben lienzos que Sorolla utilizó para los murales. Tanto el director de la Casa Museo como el responsable de la Fundación Bancaja hicieron mención a la producción sorollista para Huntington pero emplearon la expresión: «los paneles de Nueva York». Así, el inició del discurso de Rafa Alcón fue recordando el hito histórico de la restauración y la exhibición de 'Visión de España' en noviembre de 2007. Los paneles recorrieron el país y recalaron en el Prado ants de regresar a Nueva York. Alcón no citó el nombre de la Hispanic, pero sí hizo una alusión a una frase de Blasco Ibáñez: «Siento orgullo por los triunfos de Sorolla, como si me correspondiese algo de ellos, porque Joaquín es la personificación del pueblo valenciano». Hizo esta referencia con motivo de la exposición de Bancaja y como cierre de su presentación.

Ambos remarcaron que Valencia y Madrid fueron las ciudades más importantes en la vida de Sorolla. La Fundación Bancaja y la Casa Museo continuarán colaborando. El camino iniciado no se detiene y habrá más exposiciones. Sin embargo, el proyecto de la Generalitat y la Hispanic en Valencia ha movido algunas piezas. Los movimientos se pueden vincular entre sí o no, eso ya está a gusto del consumidor. Un dato: el pasado junio, cuando el Consell y la HSA aún no habían firmado el convenio de colaboración, Blanca Pons Sorolla dejó de formar parte del patronato de la Fundación Bancaja. La bisnieta del pintor es una pieza importante para el proyecto cultural que anunció el presidente Carlos Mazón el pasado mayo. Ella participó en la firma del contrato entre ambas instituciones, un acto que se celebró el pasado julio en el Palacio de Comunicaciones de Valencia. Todo apunta a que ella es el cerebro artístico, aunque hay una firma privadas más en la iniciativa: Light Art Exhibitions, cuyo CEO es Lorenzo Pérez, será el operador autorizado para el diseño expositivo.

Esta empresa no será la única necesaria para materializar el ambicioso proyecto. La Generalitat ya ha sacado a concurso el primer contrato, por algo menos de dos millones, para iniciar los preparativos para el desembarco de más de 220 obras del pintor de la luz, propiedad de la Hispanic Society of America (HSA). Si hace unos días se hizo público el convenio entre el Gobierno valenciano y la entidad de Nueva York, que incluye un inventario de algunas de las piezas que pueden cruzar el Atlántico, ahora se han licitado una importante parte de las actuaciones para adecuar el Palacio de Comunicaciones.

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Tres pisos, además de una parte de la planta baja para el acceso (en total cerca de 9.500 metros cuadrados), albergarán un proyecto que además dará espacio a otras exposiciones y sala de conciertos, entre otras propuestas. Para ello se prevé una inversión de algo más de 17,3 millones de euros, de los cuales se ha sacado a concurso público el primer pellizco: el correspondiente a la redacción del proyecto y a la dirección de la obra.

La licitación, con un precio máximo de 1.952.735 euros, ya figura en la plataforma de contratación del Estado e incluye el proyecto básico y de ejecución, proyecto de actividad, proyectos de instalaciones, estudio de seguridad y salud, y la dirección de las obras.

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