Los tanques para evitar vertidos en la Albufera estarán listos a fin de año
Las obras de los depósitos de tormenta se vuelven a poner en marcha tras la dana y estará acabados una década después de la fecha inicialmente prevista
Nueva y enésima fecha que se pone para la terminación de los depósitos de tormenta de la Albufera. Las obras estarán concluidas a ... final del presente año, según Acuamed, la empresa dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica que se encarga de la actuación. Según la firma, estará terminada «una vez se realice la energización de las acometidas eléctricas a los tanques, por parte de la empresa distribuidora eléctrica, y se realicen las pruebas de funcionamiento«.
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No es la primera vez que se pone fecha de finalización a esta actuación que tendría que haber estado terminada en 2015, según los planes iniciales. Pero diversas circunstancias han hecho que una obra de vital importancia para la Albufera se haya retrasado una y otra vez en los últimos años.
Las obras se iniciaron en 2010. En aquel momento tuvieron un plazo de finalización fijado en 2015. Pero ha pasado una década y las instalaciones continúan sin estar concluidas.
El primer escollo surgió en 2012 cuando se paralizaron por un error en el proyecto de construcción. Parte de las objeciones las puso la demarcación de carreteras porque la obra interfería con algunas vías. Pero lo que parecía un breve tropiezo se convirtió en un parón que se prolongó durante nueve años.
A los errores en el proyecto se sumaron los problemas con la empresa concesionaria de las obras. La mercantil pidió una actualización de precios para reiniciar los trabajos, ya que los costes se habían incrementado mientras la actuación había estado paralizada.
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Al final no hubo acuerdo entre las dos partes y la firma se retiró y no continuó con los trabajos por los desacuerdos económicos. La consecuencia es que hubo que encontrar una nueva contrata. La elegida fue Tragsa, la empresa pública dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, que asumió las actuaciones pendientes. Las obras se reiniciaron en septiembre de 2021 y la previsión era terminarlas a mediados de 2023.
Una vez más el plazo no se cumplió y la fecha de finalización se retrasó hasta mayo de 2024. No fue la última. El acabado se pospuso hasta fines de 2024. Todo iba bien hasta que llegó la dana que asoló un gran número de municipios de la provincia de Valencia y obligó a paralizar los trabajos.
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Como consecuencia, las obras han estado paralizadas durante cerca de cuatro meses y ahora Acuamed ha puesto un nuevo plazo de finalización que supone que esta actuación estará concluida a fines del presente ejercicio. Si se cumple supondrá un retraso de una decena de años respecto a la fecha inicialmente prevista.
Las demoras están afectando a la Albufera ya que estos siete depósitos están concebidos para frenar la llevada de vertidos hasta el lago. En concreto, han sido diseñados para que recojan las primeras aguas de lluvia. Estas son las que acumulan más suciedad, sobre todo en una zona como es el oeste del parque natural donde se concentran numerosos polígonos industriales y las aguas van a terminar a la laguna. La capacidad de estos tanques es de unos 100.000 metros cúbicos.
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La construcción de estos tanques de tormenta supone la adecuación de casi 8,8 kilómetros de un entramado de ramales de la acequia de Favara y 9,6 kilómetros de tuberías diversas. Los depósitos son en total siete: Silla norte, Silla sur, Beniparrell, Albal, Catarroja, Alfafar y Sedaví. La inversión supera los 30 millones de euros. Cuando se paralizaron en 2012 se había gastado un total de 27,42 millones, lo cual representaba el equivalente al 70% de lo presupuestado.
La falta de agua de calidad es quizá el principal problema de la Albufera, pero después se encuentran los vertidos que no dejan de llegar al parque. Las obras de los depósitos fueron concebidas para evitar que parte de esta suciedad acabara en el lago.
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Un estudio de la Politècnica calcula que la conclusión de estos tanques permitirá frenar hasta el 60% de los vertidos que acaban en el parque natural.
Las obras de los tanques adquieren todavía mayor importancia con el colapso del colector oeste que está provocando la llegada de vertidos al parque natural. Esta infraestructura estaba diseñada a fines del siglo pasado Está diseñado a fines de los años ochenta del siglo pasado para atender un número determinado de población que ahora se ha multiplicado lo que hace necesario una nueva conducción.
Otra de las virtualidades de las obras de los depósitos es que permitirán descongestionar este colector cuando se encuentre trabajando a plena presión evitando su colapso y los desbordamientos que también acaban en el paraje protegido.
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Durante la legislatura pasada, el Consell del Botánico propuso la construcción de un colector paralelo al del oeste para aliviar la carga que soporta el actual. La actuación se complementaba con la ejecución de una depuradora en Alcàsser. Con la entrada del nuevo gobierno estos planes fueron abandonados. La planta de tratamiento de aguas residuales ya no se construirá en este municipio de l'Horta Sud y el ejecutivo del PP busca en estos momentos una nueva ubicación.
La obra de los tanques de tormenta fue calificada de emergencia en el Programa Agua en 2004 impulsado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para llevar a la agua a la Comunitat tras la derogación del trasvase del Ebro.
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