Desde un mechero a un cinturón, objetos que no pueden tener los pacientes en Psiquiatría
Las normas de los hospitales indican de forma clara las pertenencias prohibidas para aquellos que ingresan en estos servicios
El pasado lunes un hombre de 34 años provocó un incendio en la Unidad de Psiquiatría del Hospital La Fe de Valencia, causando la muerte de una mujer que se encontraba ingresada en la planta 7 de la torre D de dicho hospital. El autor de los hechos era paciente de la misma unidad y se hizo con un mechero con la excusa de salir a fumar que nunca devolvió. Este, como otros objetos, están completamente prohibidos en las unidades de Psiquiatría de los hospitales valencianos y españoles, precisamente para evitar acontecimientos que pongan en peligro la integridad y convivencia entre pacientes.
Numerosos hospitales españoles ofrecen a disposición pública las indicaciones de las normas de convivencia de sus unidades psiquiátricas. Aunque cada centro puede ser más específico en según qué asuntos, la mayoría de obligaciones es común en todos los centros. Por ejemplo, el paciente que va a ingresar en una de estas unidades se cambiará nada más llegar. El hospital le ofrecerá indumentaria del centro (pijama o bata) y a ropa con la que haya llegado al lugar se la llevarán sus familiares. En caso de que el ingresado acudiera solo, el hospital guarda sus pertenencias bajo llave.
Precisamente por esta norma, el autor del incendio en la Fe fue encontrado por la Policía Nacional en la avenida Giorgeta con el pijama del hospital puesto. El autor generó el incendio con la idea de escapar aprovechando el caos generado.
La pregunta del millón, ¿Podía tener un mechero entre sus pertenencias? Como bien explicaron medios sanitarios a LAS PROVINCIAS, no. A los pacientes que ingresan en estas unidades se les retiran todos los objetos considerados como peligrosos. Por eso se sabe que el autor de los hechos pediría el mechero a los servicios sanitarios con la excusa de bajar a fumar. Los permisos para el consumo de tabaco dependen de cada centro, y sobre todo, del estado de cada paciente, al igual que poder salir solo a fumar o hacerlo acompañado por un sanitario o familiar.
Aunque los centros no especifican qué es peligroso y que no, sí mencionan características (punzantes, afilados, inflamables) para explicar aquellos no permitidos. Por ejemplo, en algunos centros permiten que el paciente cuente con su propio cepillo de dientes y algunos productos básicos de aseo, pero nunca estará permitido que posea en su habitación herramientas de afeitado o depilación como cuchillas o maquinillas.
Tampoco permiten productos de higiene o estética como maquillajes, pintauñas, sombras de ojos, ni complementos de vestimenta como pendientes, collares o piercings. Del mismo modo, los objetos de aseo personal nunca podrán ser de cristal ni tampoco serán contundentes (recipientes de gran capacidad). Tampoco están permitidos objetos ortopédicos como bastones o muletas, precisamente por su envergadura o potencial peligro de uso contra otros pacientes o los sanitarios.
En la mayoría de centros está prohibido contar con el teléfono móvil personal de cada uno. En algunos de ellos se especifica que es por motivos de protección de datos personales de otros pacientes. La comunicación con familiares o allegados se realiza a través de horarios de visitas o solicitando permiso para hacer llamadas con teléfonos del propio hospital.
Estas plantas suelen contar con una serie de horarios muy estrictos para seguir en el día a día. Aseo matutino, terapias, tiempo libre fuera de las habitaciones, comidas o visitas. Precisamente la comida siempre se debe realizar en el comedor del centro y por norma general sólo está permitido comer los menús que proporciona el propio hospital, que viene con una bandeja y sus pertinentes cubiertos.
Los objetos de valor que uno suele llevar consigo como relojes, anillos u otros complementos también suelen ser retirados. De hecho, ante la posibilidad de que desaparezcan durante la estancia del paciente, el personal suele recomendar a las familias quesean ellas las que los custodien.
Por último, para los momentos de tiempo libre y convivencia entre pacientes, los hospitales suelen contar con bibliotecas, juegos de mesa o televisión. Como curiosidad, algunos centros no disponen de ningún tipo de material de pintura o rotuladores.
Todas estas normas se imponen con el objetivo de garantizar el correcto funcionamientos de estas plantas sin mayores altercados. En el caso del Hospital la Fe de Valencia, el despiste del personal sanitario o la habilidad del autor del incendio para esconder el mechero fue suficiente para sembrar el caos y acabar con la vida de una de las pacientes.
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