Búsqueda de víctimas en el Poyo a su paso por Paiporta, poco después de la dana. EFE/KAI FÖRSTERLING

Los bomberos, cuando recibieron la orden de vigilar el Poyo: «Bueno, si queréis justificar un poco el trabajo...»

El Consorcio Provincial preguntó «para qué» tenían que ir al puente de Carlet y a la rambla, en un contexto de muchos servicios

Jueves, 16 de octubre 2025, 15:49

El Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia minusvaloró el riesgo en la rambla del Poyo en la mañana del 29 de octubre. «No sé, si ... queréis que salgan ellos (una brigada forestal que había ido a l'Eliana por la caída de un árbol) y echen un vistazo, es cosa vuestra. A ver... no lo sé, si es por tema de estadística y tal, por justificar un poco el trabajo que puedan tener ellos...», dijo el sargento coordinador de servicio en la mañana del 29 de octubre cuando Emergencias le pidió que enviara especialistas al puente de Carlet sobre el Magro y al Poyo.

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Es una de las conversaciones transcritas por la Guardia Civil que han sido aportadas al juzgado y que ya obran en poder de la titular del juzgado de instrucción número 3 de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra. En este intercambio, ocurrido a las 12.23 horas del 29 de octubre, un técnico de Emergencias le pide a los bomberos que vayan a vigilar el Poyo y el Magro. «El motivo es que nos han entrado información en relación a la situación de emergencia, concretamente en la zona del río Magro, donde está el puente de Carlet, y en la rambla del Poyo», dice el técnico. El bombero le contesta «en lo del Caballo», en referencia a uno de los nombres que recibe la rambla del Poyo. «Sí, Torrente, Paiporta y demás, y nos estaban consultando si se podía movilizar bombeos forestales a hacer unas rondas y controlar la zona», pide el técnico.

Entonces, el sargento coordinador contesta: «¿Para qué?». «Pues para ver cómo va la evolución del paso de agua y demás», responde desde el 112. El bombero plantea sus dudas, en un contexto, hay que entenderlo, de muchos servicios. «Bueno, nosotros tenemos nuestros medios, quiero decir, estamos solventándolo todo de momento, si por ejemplo, hemos enviado a bomberos forestales a la zona de creo que l'Eliana, a un árbol. No sé, si queréis que salgan ellos y echen un vistazo, es cosa vuestra, no sé. A ver... no lo sé, si es por tema de estadística y tal, por justificar un poco el trabajo que puedan tener ellos, pues no sé, lo que queráis», contesta.

Los bomberos acudieron, después de otro intercambio en el que piden que transmitan la reclamación por escrito, pero se retiraron antes de hora y sin que nadie informara a la central de Emergencias de que no estaban ya a pie de barranco. Cuando se fueron, la lámina de agua se había reducido a la mitad, pero el cielo se abrió sobre Chiva después de comer y la rambla, ya sin capacidad de absorción, se convirtió en un tsunami que se abatió sobre l'Horta Sud.

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Cabe recordar que ligeramente más tarde hubo otra llamada, en la que Emergencias pedía a los bomberos que habían sido movilizados a la rambla del Poyo que se acercaran a Paiporta. «Sería interesante», indica. Su interlocutor le respondió «veremos a ver qué se puede hacer». Otra respuesta lacónica, o agobiada, para la situación que se vivía en esos momentos. Esta llamada se produjo ente las 12.45 y las 13.15 horas. Según la declaración de la técnica de Emergencias ante la jueza de la dana, cuando se solicitó la colaboración se creó un caso solamente para la movilización de bomberos forestales en el que se solicitó a los bomberos que anotasen qué brigadas iban a ir cada uno de los puntos de medición pero nunca respondieron: «Bomberos nunca puso qué brigadas iban a ir y a dónde».

Lo cierto es que los bomberos acudieron a Riba-roja a comprobar el nivel del agua. Así lo declaró también uno de los especialistas ante la jueza. Bajaron primero a Riba-roja, al cruce del Poyo con la A-3, e hicieron una medición. «Se despacharon sobre las 12.40 horas, 15 ó 20 minutos después de la llamada, por la vorágine de trabajo que había en ese momento. Sobre la 13.30 horas podían realizar la primera lectura, informan de una altura de unos 70-80 centímetros. Teóricamente fueron a medir otra escala aguas arriba, en Cheste», pero de esa escala no informaron. A los 35 o 40 minutos volvieron a Riba-roja, donde hicieron otra lectura e informaron a la central de que el calado se había reducido a unos 40 centímetros. «La unidad solicita instrucciones de trabajo, y visto que había reducción de la lámina de agua de 80 a 40 centímetros, se les retira del servicio a su parque, que está en Yátova», indicó en su declaración.

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