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Eduardo Cubells aparece en el centro de la imagen tomada en el banquillo del antiguo Metropolitano. A la izquierda, Jacinto Quincoces, y a la derecha Luis Casanova, acompañan al valenciano que más tiempo permaneció como entrenador del club de Mestalla. Cubells dirigió al Valencia durante 3 temporadas seguidas. Bernat Navarro Porter
El túnel del tiempo

De Rino a Corberán, entrenadores valencianos en Mestalla

Los técnicos de la tierra apenas han tenido opciones para sentarse en el banquillo valencianista, una constante que se ha repetido a lo largo de la historia

Paco Lloret

Valencia

Sábado, 21 de junio 2025, 01:14

Los entrenadores de la tierra apenas han tenido opciones para sentarse en el banquillo valencianista. Una constante que se ha repetido a lo largo de la historia. Eduardo Cubells ostenta el registro de máxima permanencia en el cargo con tres temporadas seguidas. Desde la 1943-44, cuando el Valencia conquistó su segunda Liga, hasta la 1945-46. «Cucala», como era conocido popularmente, vivió su particular calvario en la Copa por culpa de las tres finales perdidas, todas consecutivas y en Montjuic como escenario. Esa cruz precipitó su salida, aunque siguió vinculado a la entidad como secretario técnico. En la siguiente campaña, la 1946-47, el Valencia entonó por tercera vez el alirón liguero.

El primer entrenador valenciano que estuvo al frente de la entidad de Mestalla fue «Rino», sobrenombre de Leopoldo Costa Payá, natural de Chella, que dirigió al equipo en el ejercicio 1942-43, entre la primera y la segunda Liga ganadas. El Valencia acabó séptimo después de protagonizar una excelente primera vuelta, en la que acabó segundo a dos puntos del líder. Su condición de defensor del título y máximo aspirante no impidió, a continuación, un extraño desmoronamiento al sumar una victoria, un empate y cinco derrotas en las últimas siete jornadas del campeonato. En la Copa llegó hasta las semifinales.

Manolo Mestre es el siguiente en la lista a mitad de los años setenta. Su gran labor al frente del filial, con el que logró el último ascenso a segunda división, le situó como «hombre de la casa» para apagar incendios y superar crisis. Un recambio habitual en aquella época. Su debut tuvo lugar en la cuarta jornada de la campaña 1975-76. El inicio resultó muy esperanzador con dos triunfos, pero luego el Valencia rindió de forma irregular. Un año después, tras la destitución de Heriberto Herrera, le tocó de nuevo hacerse cargo del equipo con la tutela de Pasieguito, que ejercía de director deportivo. Mestre no llegó a completar ninguna temporada de principio a fin, y su última aparición en el banquillo tuvo lugar en el ecuador del ejercicio 1981-82. En el arranque del siguiente, ante la acumulación de malos resultados en la Liga, dejó su puesto a Miljanic, cuya incorporación no mejoró la grave situación.

No pasó mucho tiempo hasta ver de nuevo a un valenciano como responsable técnico. Roberto Gil, referente del club y capitán legendario en los años 60, tomó las riendas en la segunda vuelta de la temporada 1983-84, en sustitución de Paquito, su compañero en la medular clásica de los sesenta y otro de los históricos. Roberto completó la campaña sin sobresaltos y siguió en el cargo la temporada siguiente con un rendimiento notable. Se quedó a las puertas de Europa pero la entidad estaba tocada en su línea de flotación por problemas económicos. Un plante de jugadores le abrió la puerta de salida aunque no tardó demasiado en volver. Reclamado por Arturo Tuzón como responsable de la planificación deportiva tras el descenso, Roberto volvió al banquillo por última vez en la recta final de la campaña 1987-88, tras el cese de Di Stéfano, y consiguió enderezar el rumbo.

En la campaña 1993-94, cuando el Valencia conmemoraba sus 75 años de existencia, se vivió un terremoto en el banquillo con cinco cambios de entrenador. Todo un récord. En ese vaivén constante, aparecen los nombres de Paco Real y de José Manuel Rielo como técnicos con períodos cortos, aunque el de Xàtiva llevó al equipo a la final copera un año después tras la marcha de Parreira. Ya no habrá más entrenadores valencianos hasta el siglo XXI, siempre en épocas de convulsión y provisionalidad. El primero de la lista es Óscar Fernández con un paso efímero en lugar de Quique Sánchez Flores en el ejercicio 2007-08, tan convulso y contradictorio. Poco después irrumpe Voro como un recambio que hará historia. Su debut tiene lugar tras la conquista de la Copa y la destitución de Ronald Koeman. El técnico de l'Alcúdia se convierte a partir de entonces en un recurso habitual para esquivar crisis. Hasta en seis ocasiones se ve obligado a dirigir el equipo. Sin duda alguna, la más compleja y duradera, es la de la campaña 2016-17, cuando ocupa el banquillo en lugar de Paco Ayestarán al principio, y de Cesare Prandelli, después. En total acumula 26 partidos durante ese ejercicio, por los 19 si se suman el resto de precedentes.

A la lista se añade Nico Estévez de forma testimonial en la temporada 2013-14. El último entrenador valenciano que ha sido capaz de acabar una campaña de principio a final es Pepe Bordalás, con el mérito añadido de alcanzar la final de Copa en 2021-22. Ahora le toca a Corberán escribir su propia historia.

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