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Ficción y realidad.Figuración virtual del edificio,con un pasillo anexo que sepreveía en el marcode una ampliación. LP
Exposición: 'La transformación de Valencia 1866-2026'

El Palacio de Congresos de Valencia, motor municipal del turismo

Fin de siglo Generalitat y Ayuntamiento compitieron: la Ciudad de las Ciencias fue para Calatrava y Rita Barberá apostó por Norman Foster

Sábado, 29 de noviembre 2025

Cuando el siglo XX encaró sus años finales, la ciudad de Valencia fue escenario de una competición singular: mientras la Generalidad puso en marcha l'Hemisfèric, primera pieza de la Ciudad de las Ciencias, el Ayuntamiento abrió el palacio de Congresos. Uno y otro comenzaron a funcionar en el año 1998. Con ellos se puede afirmar que la segunda ola de transformación de la ciudad se puso en marcha, con un nivel de calidad arquitectónica internacional: Santiago Calatrava frente a Norman Foster.

La competencia entre instituciones, incluso cuando son administradas por el mismo partido, puede producir tensiones. Pero también puede ser fruto de estimulantes beneficios. Entre 1995 y 2002, Valencia inició esa segunda ola de transformación, de cambios de gran atractivo, en los que fueron protagonistas el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Que apadrinaron a arquitectos de fama internacional: Santiago Calatrava se consagró a la Ciudad de las Ciencias y Norman Foster fue llamado por el Ayuntamiento a construir el palacio de Congresos.

Una y otra infraestructura, como es fácil comprobar, capitaneaban su plan de gran crecimiento urbano. Si la Ciudad de las Ciencias encabezó el desarrollo de Camins al Grau y Monteolivete, en una y otra orilla del viejo Turia, el palacio de Congresos fue el tirón del cambio de la avenida de las Cortes Valencianas, donde también se ubicó el poco afortunado proyecto de Nou Mestalla. La suma de uno y otro caso propició, a la largo de una década, no menos de diez mil nuevas viviendas y una absoluta transformación de la ciudad.

La alcaldesa Rita Barberá trajo a Valencia a Norman Foster muy pronto, en 1992, incluso antes de que se planteara abiertamente la Ciudad de las Ciencias. El técnico británico, casado con la española Elenas Ochoa, conoció la Lonja, el viejo cauce del Turia y el mercado de Colón acompañado de la alcaldesa; que le sugirió la posibilidad de hacer el puente de las Artes, frente al IVAM, la remodelación del mercado modernista o la construcción de un palacio de Congresos. Foster optó por la última hipótesis.

El siguiente paso conocido fue una exposición de obras del famoso arquitecto, que tuvo lugar en la Lonja, a principios de 1995, año electoral municipal, mientras Santiago Calatrava estaba concluyendo el puente llamado la Peineta para la Generalitat. Rita Barberá habló de «nuestro futuro palacio de Congresos, que pretendemos convertir en uno de los más destacados centros de conferencias de Europa, en el edificio que imprimirá carácter a todo un ambicioso proyecto urbanístico conocido como plan parcial de Ademuz, ubicado en una zona estratégica, de fácil y variado acceso, donde Valencia se juega buena parte de lo que quiere ser mañana».

La vinculación de la obra de Foster con el horizonte de crecimiento hacia el oeste, por la llamada pista de Ademuz, quedó claro desde ese momento. Cuando la alcaldesa ganó las elecciones de 1995 y, con su mayoría absoluta dejó de depender de Unión Valenciana, la teoría de que mimar a la ciudad de Valencia era imprescindible para ganar la Generalitat se hizo evidente: Eduardo Zaplana, ahora presidente con mayoría absoluta, aceptó, en julio de 1996, colaborar con el proyecto del Ayuntamiento y aportó 1.415 millones de pesetas, el 40% del coste total. La primera piedra del edificio se había colocado en marzo de 1996, pero la firma del convenio fue aprovechada por uno y otra para desmentir la falta de sintonía de la que se ocupaban con frecuencia los periódicos.

El ayuntamiento de Valencia promocionaba el turismo urbano a través del Valencia Convention Bureau, una entidad creada por la administración socialista a finales de los ochenta, y regentada por José Salinas, que habría de tener especial protagonismo a la hora de conseguir, en 2003, que la Copa América viniera a Valencia.

No hay que olvidar la presencia en este escenario de dos gestores turísticos de gran eficacia, como Alfonso Grau, por parte del Ayuntamiento y Roc Gregori a cuenta de la Generalitat. Ellos lograron una generosa cartera de eventos para el otoño de 1998. De modo que, tras un frenético 1997 de obras, el palacio de Congresos fue inaugurado por el rey Juan Carlos el 2 de julio de 1998. «Con mucho gusto hemos aceptado la invitación a inaugurar este Palacio de Congresos, en el que Valencia da fe de su espíritu dinámico y su voluntad de proyectarse en el futuro. Su singularidad arquitectónica enriquece un panorama urbano que ya cuenta con monumentos y conjuntos de gran valor histórico y artístico, y expresa con rotundidad la imagen de una nueva Valencia, en una de sus entradas más importantes», dijo el monarca ante cientos de invitados.

El Palacio de Congresos de Valencia consiguió alcanzar la autofinanciación en el ejercicio de 2002, su cuarto año. Ese año, José Salinas celebraba que Valencia había alcanzado los dos millones de pernoctaciones turísticas, un gran récord. Después, las fluctuaciones de la economía han hecho de esta herramienta turística haya atravesado momentos brillantes y también años duros, como los de la crisis financiera o la pandemia.

Con tres auditorios de diversos tamaños, el mayor con un aforo de 1.500 personas, el palacio de Congresos dispone de numerosas salas de reuniones y todos los servicios inherentes a su funcionalidad. Tras cumplir 25 años de servicio, y después de las necesarias reformas, ha dejado claro su gran papel como herramienta turística. En el año 2006 alcanzó la cifra de un millón de usuarios y proclamó que había generado una riqueza diez vece superior a su coste de construcción: en ocho años había albergado unos 1.300 eventos de todo tipo. En el último balance hecho público, el del año 2024, su actividad se ha traducido en unos ingresos globales de 6.236.209 euros, con un resultado de 1.129.000 euros, lo que garantiza su capacidad para financiar actividades ordinarias. Además, los eventos realizados han generado más de 110.000 pernoctaciones en Valencia, lo que avala su papel como motor económico y social.

La exposición

Con motivo del 160 aniversario de LAS PROVINCIAS, la muestra recorre el cambio urbanístico de la ciudad donde nació y tiene su sede.

- Dónde. Centre del Carme Cultura Contemporània.

- Sala. Sala Dormitorio, en el piso 2.

- Fechas. Del 11 de diciembre a mediados de febrero.

- Horario. De martes a domingo, de 10 a 20 horas

- Acceso gratuito.

La ilustración

Para cada hito hemos seleccionado a un artista plástico.

Tomás Ferrer - Petrer 1967

Los textos

Sobre cada hito reflexiona un escritor, periodista, arquitecto o profesor.

Jaume Siles- Escritor

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