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Un hombre de 46 años herido en un tiroteo en Alfafar. Una investigación abierta por la Guardia Civil en Llíria tras el hallazgo de un cadáver con signos de violencia... El delito es azaroso. En muchos casos, imprevisible, sin embargo las recientes estadísticas del Ministerio del Interior sobre la criminalidad en 2024 permiten conocer cómo es el ranking de la delincuencia en los principales municipios valencianos.
Para ello es preciso relacionar las cifras absolutas que aporta el Gobierno, a año cerrado, con los datos de población. Sólo así sabemos que la tasa de criminalidad en la provincia de Valencia se mueve entre los 30 delitos por cada 1.000 habitantes de Alaquàs y Ontinyent ( los municipios más tranquilos) y los 93 de Cullera, por segundo año consecutivo en lo más alto del ranking delictivo.
Lo que sucede en la ciudad más turística de La Ribera viene marcado, en parte, por el gran movimiento turístico que se produce en las épocas de calor y el consiguiente aumento de residentes que llegan desde otras provincias de España en verano. Mientras su población fija se cifra en algo más de 24.000 habitantes, en verano se puede llegar a elevar a unos 250.000. Y es sabido que allí donde va el turista y el negocio va también el delincuente.
Es algo parecido a lo que sucede en Benidorm, en Alicante, donde la tasa criminal se eleva hasta los 80 delitos por cada 1.000 habitantes. O en Torrevieja, un poco más peligrosa todavía con sus 87 delitos por cada 1.000 habitantes, en todos los casos muy por encima de la generalidad territorial de la Comunitat Valenciana: 52 infracciones por cada 1.000 habitantes.
A pesar del 'top' delictivo de Cullera, es significativo que las cosas han mejorado allí respecto a 2023, cuando la tasa de criminalidad se disparó hasta los 121 delitos por cada 1.000 habitantes. Entre las infracciones con mayor incidencia que allí se producen destaca el aluvión de 845 hurtos al año, los 108 robos en casas o tiendas y una treintena de lesiones o riñas callejeras multitudinarias, según datos de Interior. Por supuesto, concentrados en las épocas vacacionales.
En segundo lugar aparece el municipio de Alfafar, en l'Horta. Con poco más de 22.000 habitantes, tiene una tasa de criminalidad de 77 delitos por cada 1.000 residentes. Podría pensarse que la dana y los saqueos posteriores han podido influir, sin embargo, no parece así: en 2023 sus datos delictivos eran peores y los delitos en la localidad han bajado un 3% en 2024, como consta en las estadísticas del Gobierno.
El tercer puesto en peligrosidad de la provincia es para la ciudad de Valencia. La capital del Turia sufrió el año pasado 74 delitos por cada 1.000 habitantes. Dicho de otro modo, aproximadamente una de cada 20 personas se tropezó con algún delito a lo largo de 2024. De entre las tres capitales de provincia de la Comunitat, Valencia es la que mayor tasa de criminalidad presenta, seguida de Alicante (68) y Castellón (42).
Existe cierto convencimiento de que los pueblos son más inseguros al estar, en algunos casos, más aislados y con menor presencia policial próxima. Sin embargo, la realidad de las denuncias en 2024 revela que la probablidad de sufrir un delito es mayor en la ciudad de Valencia que en los pueblos con mucha menor población.
Los pequeños oasis en lo que a delincuencia se refiere los encontramos en Alaquàs (30 delitos por cada 1.000 habitantes), Ontinyent (30), Puçol (31), Paiporta (33) o Bétera (37).
Grandes ciudades como Alzira, Torrent, Xàtiva, Paterna o Gandia también presentan tasas de criminalidad más bajas que la ciudad de Valencia. El valor en estas localidades oscila entre los 44 delitos por cada 1.000 habitantes de Paterna, la más segura del grupo, y los 64 de Gandia.
Hasta aquí la foto fija de delito en relación a la población. Si nos fijamos en la evolución, la radiografía es distinta. Es en Oliva donde las cosas más han empeorado, con un ascenso porcentual del 21% respecto a 2023.
También es muy pronunciado el aumento de la delincuencia que está experimentando Xirivella, con un 20% más de infracciones el año pasado. A pesar de presentar una tasa de criminalidad relativamente baja en comparación con el valor de la provincia. En este punto de l'Horta, bajo competencia de la Policía Nacional, llama la atención cómo se han disparado los hurtos: de 300 en 2023 a los 410 del año pasado. O el paso de 12 a 18 delitos contra la libertad sexual, incluidas seis violaciones.
A pesar de liderar en tasa criminal, Cullera marca el mayor descenso delictivo respecto a 2023. De 32 poblaciones analizadas por Interior en toda la provincia, la delincuencia asciende en 19 de ellas y tiende a la baja en las 13 restantes.
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