Crioterapia, el aliado helado del running moderno

En un mundo donde la recuperación es casi tan crucial como el entrenamiento, los runners están apostando por una técnica milenaria renovada con tecnología moderna: la crioterapia. Desde atletas de élite hasta corredores aficionados, el frío se ha convertido en un aliado inesperado en la carrera por mejorar el rendimiento físico.

La crioterapia, cuyo significado literal es «terapia con frío», consiste en la exposición del cuerpo a temperaturas extremadamente bajas por cortos periodos de tiempo —generalmente entre 2 y 4 minutos—. Aunque los baños de hielo tradicionales son una forma de crioterapia localizada, la más popular actualmente en el mundo del running es la crioterapia de cuerpo entero, que se realiza en cabinas que pueden alcanzar temperaturas de hasta -180°C.

Lo que antes era un método rudimentario, hoy es una práctica respaldada por la ciencia, con centros especializados que ofrecen sesiones a corredores que buscan no solo aliviar dolores musculares, sino también optimizar su rendimiento deportivo.

A la pregunta de por qué tantos runners están recurriendo a la crioterapia, la respuesta a esta pregunta es simple: los beneficios son palpables. Y es que la crioterapia ayuda a: Reducir la inflamación: Tras carreras largas o entrenamientos intensos, los músculos se inflaman. El frío extremo contrae los vasos sanguíneos y reduce la respuesta inflamatoria del cuerpo. Acelerar la recuperación: Muchos corredores reportan una notable disminución en el tiempo de recuperación muscular, lo que permite entrenar con mayor frecuencia y consistencia. Aliviar el dolor: El frío actúa como analgésico natural, disminuyendo el dolor muscular y articular. Mejorar el sueño: Algunos estudios indican que la crioterapia mejora la calidad del sueño, un factor crucial para la regeneración del cuerpo.

Los expertos afirman que, mediante la crioterapia, «el cuerpo responde al frío liberando endorfinas y aumentando el flujo sanguíneo una vez que termina la sesión». Estimulando así los procesos de regeneración muscular y ayudando enormemente a la recuperación de quien se somete a esta terapia.

Además, según un estudio publicado en el 'Journal of Sports Medicine', la crioterapia puede mejorar el rendimiento en entrenamientos posteriores al reducir la fatiga muscular percibida.

Figuras como Eliud Kipchoge, Mo Farah y Desiree Linden han reconocido públicamente el uso de técnicas de recuperación como la crioterapia en sus rutinas. Equipos de atletismo de élite, como los que compiten en maratones internacionales o en los Juegos Olímpicos, incluyen la crioterapia como parte estándar de su preparación, demostrando, de esta manera, la efectividad que esta tiene dentro del mundo del deporte.

Aunque las cabinas de crioterapia solían estar reservadas para deportistas profesionales debido a su alto coste, cada vez hay más centros urbanos que ofrecen sesiones asequibles para el público general. Una sesión puede costar entre 25 y 60 euros, y muchas veces se ofrecen paquetes mensuales para runners habituales.

Por otra parte, la popularización de métodos caseros, como los baños de hielo, permite a los corredores recrear algunos de los beneficios sin necesidad de un gran desembolso económico.

Pese a lo contrastada que está la efectividad de esta terapia, también existen una serie de precauciones que uno debe de seguir o tener en cuenta antes de aventurarse en ella. La crioterapia no está recomendada para personas con problemas cardiovasculares graves, hipertensión no controlada o enfermedades autoinmunes específicas. También es importante acudir a centros certificados y ser supervisado por profesionales antes de cualquier contacto con técnicas de frío extremo.

La realidad es que la crioterapia ha dejado de ser una excentricidad para convertirse en una herramienta avalada por la ciencia y respaldada por la experiencia de miles de corredores. En el competitivo mundo del running, donde cada detalle puede marcar la diferencia, sumergirse en el frío se está convirtiendo en una alternativa para sacar lo mejor de uno mismo.

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