Una dulce (y exigente) ruta salada por Alicante
La Vega Baja guarda uno de los lugares más bellos de nuestro territorio en una ruta con dos variantes de algo más de 14 kilómetros
Nuestras comarcas nunca dejan de sorprendernos. Nuestro territorio cuenta con una riqueza impresionante y allí donde casi cambiamos de comunidad autónoma, en la Vega Baja nos encontramos con un recorrido de lo más… ¿sabroso? Perdón por el juego de palabras… continuemos.
Vamos hasta Albatera, a unos siete kilómetros de la denominada carretera de la Sal. En la localidad encontraremos una pista forestal que discurre a nuestra izquierda. Los paneles informativos nos indicarán en todo momento hacia dónde ir en una ruta que arranca cerca del Estrecho de las Ventanas.
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Desde la señalética mencionada, continuaremos durante dos kilómetros hasta una bifurcación que se encuentra pegada a unas grandes oliveras. Empezamos a vislumbrar por nuestra izquierda el Canal de la Rambla Salada. 200 metros más adelante encontramos el arranque de la senda por la que nos tendremos que adentrar en dicho canal. Sólo tendremos que caminar 15 metros antes de encontrarnos el primer acueducto de un arco de medio punto. En la piedra tiene tallada una cruz. Por delante, algo más de 14 kilómetros. En algunos tramos debemos tener cuidado, al ir por lugares un poco resbaladizos y en los que los huecos son más estrechos de lo que querríamos.
Sobre el canal, por donde nos desplazamos, a una distancia de 1,5 kilómetros, aguardan acueductos, la mayoría son de dos arcos, excepto uno que cuenta con tres.
El Cuchillo de las Ventanas y su ladera sur nos llevarán hacia las Charcas Saladas. A partir de ahora podemos optar por la variante una, Las Charcas Saladas y la segunda, la de Corral de las Vacas.
Las Charcas Saladas
A sólo los 150 metros encontramos el primer nacimiento de sal, a nuestra derecha y a una altura de seis metros. Las personas entendidas cuentan que es muy peculiar por lo que vale la pena visitarlo. Recorremos el lecho de la rambla hacia un nuevo acueducto, este no se encuentra en tan buenas condiciones. Un poco más adelante, a poco menos de 200 metros encontramos un poste en el margen izquierdo que nos lleva hacia la variante II Senda Corral de las Vacas.
Seguimos por la rambla, el color blanco domina por la sal solidificada. Llegaremos al segundo nacimiento de sal, esta vez, a nuestro lado izquierdo. Una pista de tierra asoma a la derecha. Deberemos seguir por la rambla y llegaremos al Barrón Negro, un paraje cubierto con enormes piedras talladas. A nuestra izquierda, observamos restos de algunas edificaciones de antaño así como un pozo de dimensiones más grandes de las que estamos habituados para buscar agua. Desde este punto regresamos por nuestros pasos al inicio.
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