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La globotà de la comisión, durante el fin de semana del 8-9 de marzo. Falla L'Oliveral
La comisión de los 1.000 falleros que se limpió el barro para resurgir con la fiesta

La comisión de los 1.000 falleros que se limpió el barro para resurgir con la fiesta

Gloria-Felicidad-Tremolar de la pedanía de Castellar-Oliveral, que ha recuperado su casal a tiempo para las Fallas, vuelve a ser la más numerosa del censo pese a las dificultades tras la dana

Gonzalo Bosch

Valencia

Miércoles, 12 de marzo 2025, 12:57

Se ha dicho ya en multitud de ocasiones que las Fallas 2025 prometen ser especialmente emocionantes para Valencia. La dana del pasado octubre ha marcado la vida de los valencianos para siempre, y su recuerdo permanecerá en las cabezas y los corazones de los falleros durante los días grandes de la fiesta. En las pedanías de la ciudad, donde el temporal más afectó sobre Valencia capital, las comisiones se preparan para la semana grande sin olvidar lo sucedido. Entre ellas, la falla Gloria-Felicidad-Tremolar, conocida como falla L'Oliveral, vuelve un año más a ser la más numerosa de todo el censo, y han recuperado el casal justo a tiempo para celebrar. Porque Valencia también merece disfrutar.

La comisión cuenta este año con 1.087 falleros y falleras, 623 de la comisión femenina (476 mujeres y 147 niñas). Manuel Bayona, presidente de la falla l'Oliveral, revive aquellos fatídicos primeros días. «El día 29 estábamos todos consternados. Al día siguiente nos acercamos y vimos el casal. Abrimos las puertas y parte del agua se fue sola, pero lo dejamos estar. Nos centramos en ayudarnos los del pueblo», relata. «Como ocurrió en todas partes, los falleros nos ayudamos unos a otros. Nos organizamos para llevar recogidas de alimentos y otros productos, que se almacenaban en la Iglesia, y ayudamos a limpiar las casas de los vecinos».

Castellar-Oliveral tuvo que lamentar el fallecimiento de dos ancianos, padres de una familia de falleros de la comisión. «La falla se volcó con la familia, no quedaba otra. En Castellar cas todo el mundo nos conocemos, así que falleros o no, todo el pueblo nos apoyamos», comenta Bayona. Con el paso de los días, y la limpieza de hogares, la falla se enfrentó a la recuperación del casal. «Pensábamos que no había mucho barro, pero la humedad penetró 70 centímetros en las paredes, y el lodo se coló debajo de la plataforma flotante de madera que cubría el suelo».

Dentro de los daños, Bayona se siente «afortunado» dadas las circunstancias: «Teníamos preparado el casal para la fiesta de Halloween cuando pasó todo. Gracias a eso, la mayoría de mesas se salvaron. Perdimos algunos caballetes y otros materiales del almacén, pero podría haber sido peor». De hecho, el presidente todavía no se explica cómo, pero las neveras y su contenido se salvaron. «En casa de mis padres la nevera quedó para tirar, y estas neveras industriales han aguantado».

Con este panorama, y pese a la «suerte» que tuvieron, los gastos de recuperación del casal superaban los 50.000 euros. «Entre el peritaje del Consorcio y los fondos de la falla, se ha hecho lo que se ha podido para sacarlo», comenta Bayona. Del mismo modo, había que tener manga ancha con las familias de cara a los gastos de la comisión. «Muchos falleros han tenido grandes pérdidas materiales, incluso trajes falleros. Todos se han comprometido a pagar su cuota. De todas formas, este año no hay plazos, que cada uno pague cuando pueda», aclara.

Además, Bayona explica que las ganas de los falleros ayudaron a recuperar a tiempo el casal. «Al principio nadie teníamos ganas de nada. La presentación se suspendió porque era el fin de semana siguiente al temporal y no hubo nada que celebrar. Con el paso de las semanas, los falleros echaron de menos no tener el casal como punto de encuentro donde cenar, distraerse, y apoyarse unos a otros. Con todo ello conseguimos tenerlo listo el 7 de febrero», indica, feliz, el presidente.

Con el paso de las semanas, la gente recuperó la ilusión por la fiesta: «Realizamos la presentación en febrero y volvimos a preparar actividades. Los falleros volvieron a demostrar ganas». De hecho, la falla se ha convertido en un refugio para muchos vecinos. «Con la alerta de lluvias de la semana pasada, la gente volvió a pasar mucho miedo. Sin colegio, sin médico. El viernes teníamos organizada una actividad de 'playbacks', y como la alerta acababa, no la suspendimos. Acabaron viniendo 600 personas y disfrutaron mucho. Eso es nuestra falla».

Y ese disfrute, como no puede ser de otra manera, lo quieren trasladar a la Ofrenda de las Fallas 2025. «Volvemos a llevar 35 autobuses a Valencia con la gente que quiere salir en la Ofrenda. Será más emotiva que nunca. Algunos pedirán, otros quizá no, pero todos tendremos muy presente lo que ha ocurrido», transmite Bayona. En total, Casi 900 falleros de Gloria-Felicidad-Tremolar que desfilarán orgullos por las calles de Valencia, demostrando que las Fallas les han motivado para limpiarse el barro y resurgir con la fiesta.

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